O Peirao de Rial — Restaurant in Poio

No vayáis, son unos TIMADORES. Fui con unos amigos hace dos días a cenar ya que era el único que tenía sitio para 9 personas. Inicialmente nos tenia buena pinta, ya que una camarera rubia con dos trenzas fue muy agradable con nosotros. La cosa se empezó a complicar a la hora de pedir las platos que estaban en la carta. Las calidades no son de lo mejor y la cantidad mucho menos. A la hora de pedir las vieiras (escrito así en la carta) la camarera nos dice una vieira vale, cuando llegan los platos llega una como nos había dicho, pero como en la carta lo ponía en plural entendíamos que si solo pedíamos una no íbamos a pagar el importe completo (cosa que así fue). En cuanto a la croca parecían dos filetes normales más que una croca en si, y el tamaño de la milanesa de pollo es bastante escasa para el precio. Además, un camarero de avanzada edad nos trajo dos jarras de sangria a la mesa y en ese mismo instante preguntamos si era cortesía de la casa, ya que nosotros no habíamos pedido eso y se hizo el tonto hasta que directamente le dijimos que no era en nuestra mesa que se había equivocado, a lo que él respondió malhumorado. A la hora de pagar estábamos hablando como hacíamos para pagar y nos dice el mismo camarero que mejor que paguemos uno y luego nos lo pasábamos nosotros (lo aceptamos ya que tenia sentido y era más cómodo para ellos) mientras él anotaba los importes nosotros estábamos hablando en tono normal y nos mandó callar de malas maneras ya que no escuchaba. Después, miramos el ticket para ver si era correcto, había dos conceptos llamados “varios” con importes diferentes y le preguntamos que era eso para poder saber cómo dividir y nos respondió que éramos unos desconfiados por revisar el ticket, cuando lo único que estábamos haciendo era sumar cuánto sumaba por cabeza. Además, le comenté lo de las vieiras y me dijo que claro, que pone vieiras en la carta pero que es una por persona (no pone tal cosa en la carta), le recomendé que cambiase la carta, ya que se está tratando de una publicidad engañosa aunque no se lo tomó muy bien. Resumiendo, pésimo trato de los camareros excepto por parte de la...

LO MÁS RICO: EL PAN.

Tuvimos la malísima suerte de elegir erróneamente el sitio donde comer en Conbarro. La comida es comida porque la ves, no por lo que sabe (literalmente no sabe a nada).

Pedimos pulpo a feira y lo dejamos casi entero, como enseñamos en la foto. Estaba soso y casi recién salido del mar, poco más y echa a andar de lo crudo y duro que estaba. Las zamburiñas, sin sal. El queso tetilla Y EL PAN (que nos lo sirvieron casi al terminar) estaba bien porque, que sepamos, no lo hacían ellos. Realmente nos sentimos ridículas por no coger y levantarnos a tiempo cuando varios comensales salían ESPANTADOS por el trato al pedir una mesa para tomar un café (solo sirven comidas a pesar de ser las 17H.) Nuestras "vecinas de mesa" eran 6 simpáticas avispas africanas que se quedaban con nosotras porque las meses estaban llenas de comida sin recoger.

Quizá el hecho de que no sabían sumar 2+2 y hacer la cuenta correctamente también os dará una pista de cómo son. Literalmente tuvimos que cambiar la cuenta dos veces porque nos añadían cosas que no habíamos pedido (¡y menos mal que no las pedimos!)

Les damos 2 estrellas, por las vistas, porque seguimos sin olvidar que, cuando empezó a llover (ojo, en Galicia) nos dijeron que no podían abrir las sombrillas porque calaba mucho. Surrealista. Una pena porque el lugar...

Estuvimos visitando Combarro, precioso, y preguntamos en este restaurante si podríamos comer. Nos comentaron que sí, que había alguna mesa delante pero que sin problema. Decidimos esperar .. Estuvimos esperando una horita , pero bueno siendo agosto ... Total que nos sentaron en una mesa a las 15:00 sin saber que una vez sentados la comida nos la traerían a las 1610 de la tarde. Una auténtica barbaridad tener que esperar 2 horas y 10 minutos para comenzar a comer. Hubiera preferido que nos dijeran que no era posible y haber probado en otro sitio. La comida estaba buena y los dos camareros muy simpáticos y un 10 para ellos, que no perdían el buen trato y amabilidad pese a las quejas de todas las mesas , pero estaban SOLOS para atender todas las mesas, como ellos decían y justificaban la espera... No creo que eso sea un problema que se pueda justificar así al cliente, sino de la dirección del local que por no tener los camareros acordes al volumen de trabajo, decide coger a todos los clientes que llegan sin pensar ni avisar de dicha espera. Lo que podría haber sido una buena comida en un buen lugar se convirtió en una experiencia desagradable esperando infinitamente por cada cosa que pedías, por no tener un servicio adecuado al volumen de comidas que...