Bar Restaurante La Carteria — Restaurant in Puebla de Sanabria

We wanted to stay at the hotel and we said to try the restaurant first, we ordered two dishes and a salad, we only got one dish as the waiter forgot mine, the dish they he brought was average and the tomatoes in the salad were a bit tasteless, when I asked about my food the small and very angry waiter said I didn't order it and what I want is not even in the menu, I showed him in the menu and he got even angrier and shouted at me when I asked for the bill, horrible person, we paid and we left and we chose another hotel. Sad because the ambient was very nice and we had high expectations, one person...

Experiencia muy recomendable, lo he visitado en dos ocasiones y con seguridad volveré. Tienen una carta de cierto nivel que busca y consigue la originalidad sin caer en las ridiculeces de otros establecimientos con pretensiones de alta cocina; aquí se va a comer, no a rendir pleitesía a un supuesto gran chef. Las raciones, correctas; los precios muy correctos en relación a lo que se da; el servicio es atento y amable sin excederse en sus funciones. Los diferentes salones son acogedores y el ambiente es excelente. La terraza es posiblemente el punto no culinario más importante del local y solo por sus vistas ya merece la pena visitarlo. La parte menos positiva, que la hay, es que en la segunda vez que visité el local el tiempo que transcurrió entre el primer plato y el segundo fue excesivo, no sé si debido a una carga extra de trabajo o a una mejorable planificación de las comandas; esto no habría cobrado mayor importancia si no fuese porque ese día íbamos con el tiempo justo. Otro punto que podría mejorar es la distancia entre mesas, que es escasa. Y por último, aunque esto escapa al control del establecimiento, reseñar que en ocasiones resulta complicado aparcar, dado que Puebla está muy concurrida en fechas señaladas. Por último indicar que no suele haber perros, no sé si el local lo prohíbe o fue casualidad; algunos lo verán como negativo, para mí es muy positivo. Repito, lo recomiendo encarecidamente, la relación entre lo bueno y lo malo se decanta decididamente hacia...

Empezaré comentando que el trato muy correcto. Nos dieron mesa sin reserva en la parte baja del restaurante, que está en una cueva, super bonito el sitio la verdad. Ahora la comida, que es lo importante. Pedimos para compartir, mejillones tigre(estaban correctos y bien la cantidad para 12€), patatas bravas (patatas gajo al horno, un poquito cruda alguna por dentro, pero de sabor, nada sorprendente, la salsa brava no picaba nada y el alioli muy ligero), ensalada de pimientos con ventresca (la renombro porque tenía muchísimos más pimientos y tres trozos de ventresca, estaba bien pero ojalá más ventresca, que es la gracia del plato) , la lubina como plato principal estaba muy rica, echamos en falta unas patatas panaderas para acompañar pero por 18€ muy bien. Los postres... el tiramisú bastante escaso y la tarta de queso, que pregunté el tipo de queso y no me lo quisieron decir, estaba muy muy fuerte. No soy muy fan del queso y no fue mucho de mi agrado. En resumen, me esperaba muchísimo más tras las reseñas que había leído, pagamos en total 60 y algo euros. Ah y mencionar el pan, que no era del día tampoco 🥺 estaba muy duro y nos cobraron 2€. Nos fuimos tristes, mencionado obviamente todo esto fue mencionado al servicio como crítica constructiva. No sé si lo habremos elegido los mejores platos, o no han tenido...