Piscis — Restaurant in Punta Umbría

Fuimos a comer porque había visto que tenía buena puntuación y los precios eran asequibles, además de tener menú del día. Reservamos mesa y por eso no tuvimos que esperar, así que si vais recomiendo que hagáis eso porque se llena. La puntuación general a mi parecer debería estar por debajo del 4. Elegimos dos menús del día, cada uno 14€, primero, segundo, pan, 1 bebida y postre. Hasta ahí todo normal. Ni tienen Cocacola, es Pepsi, que no pasa nada, pero cuando pedimos lo primero no nos avisaron de que eran Pepsi, que de haberlo sabido yo no la hubiera pedido y hubiera preferido otra cosa. Las cantidades escasas y la calidad batallera. El arroz negro de paella del menú no vale mucho, las berenjenas con miel y salmorejo estaban correctas. El lagarto muy escaso y meh, el solomillo roquefort agradable. Las patatas fritas no valen nada, congeladas y la fritura regulera (mi niño no quiso comer ni la que se metió en la boca). Los segundos llegaron templaditos, osea que se enfriaron rápido. Tardaron más de media hora en traer el postre, y porque me levanté a decírselo a uno de los camareros después de intentar llamar varias veces a otros dos infructuosamente. No tenían café y uno de los postres que pedimos ya no quedaba. Los postres estaban correctos de sabor y cantidad. Nos ha parecido caro para la calidad y cantidades, pero se paga también el estar prácticamente a pie de playa. Los tiempos de espera y atención son porque van cortos de personal. Los camareros han sido agradables, pero los que tienen van a destajo y se nota mucho. Cuando se llena hace calor, no ponen aire...

Quiero mostrar mi descontento ante este "Restaurante" debido a que fui con mi familia a comer allí un fin de semana y el trato fue horrible. He de decir que fuimos a almorzar allí sobre las 14:00 y el bar no estaba lleno (tenían mesas ocupadas pero no había a esa hora demasiado estrés de mesas), ese día pedimos Menú de la casa, la camarera que nos atendió pues nos servía con unas prisas horribles en todo momento, nos sirvieron la comida (que por cierto estaba regulara y no era para tirar cohetes)... Nos sirvieron el primer plato y la camarera en todo momento estaba molestando diciendo que si ya podía traer el segundo plato (cuando aún no nos habíamos terminado el primer plato), se les veía que tenían muchas ganas de que la mesa se quedara libre en tiempo record para sacar más dinero a esa mesa... yo entiendo que eso es un negocio pero si salgo un fin de semana de mi casa es para comer tranquilo, no para comer a contrarreloj deprisa y corriendo, eso no fue lo peor, estamos aun comiéndonos el segundo plato viene la camarera y sin haberle pedido la cuenta va y nos la trae !!! ! Mi familia y yo nos miramos anonadados de todo lo que estaba sucediendo, ya les digo unas prisas horrorosas porque dejáramos la mesa libre cuando estábamos comiendo aviolentados y para nada estábamos tardando en almorzar, así que nada, las próximas veces almorzaremos en el local de al lado "En el Mesón La Encina" que seguramente tendrá mejor servicio y comida y el trato recibido seguramente será mejor que el que recibimos...

Reservamos mesa previamente. Servicio correcto y amable. Pedimos coquinas, que estaban muy bien cocinadas, puntillitas (que no eran puntillitas sino alguna especie de choquito o sepia) y arroz caldoso de mariscos. El arroz estaba muy bueno y con muchos « tropezones»: calamares, mejillones, gambones o langostinos, etc... Muy bueno y recomendable, a la vez que abundante, servido en una cazuela de barro y en su punto. Todos repetimos y sobró arroz. Recomiendo pedir una ración menos que el número de comensales. El único «pero» es que el restaurante está abierto al exterior y el día era muy caluroso, por lo que el aire acondicionado no llegaba a refrescar el ambiente. Pensamos regresar. La cuenta, con los platos mencionados más las bebidas (bastantes), 57€: muy bien. Merece la pena. No otorgo la quinta estrella por el tema del calor. Las camareras fueron muy serviciales y profesionales....