Sandacos — Restaurant in Ripollet

RESTAURANTE BUENO, BONITO Y BARATO, CON UNA COCINA DE NIVEL EN RIPOLLET POSITIVO: Ubicación: Situado en una vía de circunvalación de la ciudad, en una zona privilegiada y céntrica de Ripollet, a tan solo 10 minutos en coche de Barcelona. Situación privilegiada ya que no tiene perdida. Accesible en transporte público de la localidad.

Estacionamiento: Es posible estacionar en la vía publica, pero uno de los grandes alicientes de este local, es el Parquing propio que dispone con capacidad para bastantes vehículos. Para acceder basta con entrar en el vial adyacente al restaurante y entrar por la primera entrada.

Establecimiento: Local muy bien aprovechado donde se encuentran tres zonas bien diferenciadas: zona interior, terraza cubierta y terraza descubierta. Disposición de las mesas amplia y cómoda para dar cabida a un aforo bastante importante. Mobiliario y menaje sobrio pero bien elegido y mejor cuidado. Detalles de calidad en la decoración. Baños limpios y bien acondicionados.Acceso para personas con movilidad reducida. En la actualidad ya no dispone de las pistas de tenis.

Servicio: Camareros atentos, serviciales y muy dinámicos. Las tres zonas del restaurante y la afluencia de clientes exigen mucha movilidad y dinamismo. El trato es agradable, educado y profesional. La cocina, rápida y eficiente, permite un servicio rápido y eficaz.

Carta: variada, adecuada y muy compensada. Producto de mucha calidad. Carnes excelentes, pizzas tradicionales o ensaladas son algunas de sus especialidades. Raciones muy abundantes (mucho). Relación calidad precio excepcional. Menú diario muy completo y a un precio espectacular.

Ambiente: Si no quieres tener sorpresas reserva antes de ir. Aunque el aforo es amplio en determinadas franjas horarias suele estar muy concurrido. Ideal para familias. Se realizan actividades en días señalados y, concretamente, los jueves con un afterwork con actuaciones en directo o música a cargo de un Dj. Buena música a un volumen más que correcto para disfrutar de una velada.

Un gran descubrimiento a pocos minutos de Barcelona que nos demuestra que no hace falta trasladarse a la capital para disfrutar de una buena mesa.

NEGATIVO: Nada...

La verdad que hoy me han decepcionado bastante éramos clientes asiduos por la comida y la atención pero la verdad que hoy fue nefasta me dirijo al camarero que nos tome nota porque hay una persona que necesita comer porque se le baja el azúcar y me contesta que el sabe los tiempos para tomar nota creo que muy poca profesionalidad por otra parte era un cumpleaños sorpresa y del camarero en vez de ser discreto se lo dice a la cumpleañera, cuando nos toma nota los platos y menús vienen desacorde ,el camarero que nos sirve los platos ni si quiera pregunta que os te a quien y ni si quiera conoce los platos entre plato y plato tardan media hora se los hemos reclamado y encima contestan mal a una persona mayor porque le dice que estamos esperando los segundos encima sabiendo que era un cumpleaños le ponen música a otra mesa y a nosotros no y el restaurante no estaba lleno pero después de la experiencia de hoy lo entiendo cuando nos trae el pastel nos dice que podamos los café y que traen la cuenta porque cierran ya que la tardanza fueron de ellos la verdad que era para no pagar la cuenta que ascendía 300 y por lo groseros que han sido le pedimos una segunda bebida y no trae el vaso le pedimos el vaso para poder servir la cocola y nos contesta que si queremos algo más para no dar viajes muy poca profesionalidad creo que han cambiado de dueño porque el trato es muy diferente y creo que tan poca faena iban como pollos sin cabeza primero tendrían que hacer un cursillo para modales y la otra para saber contestar nos trajeron tres platos de bravas y solo habíamos pedido una y nos quedamos con dos pidiendo solo una la verdad que deberían reembolsar el dinero con este servicio pésimo y tan...

Llevo 4 años yendo, y he de decir q van de mal en peor, está a sido la última vez. He ido de manera casual, y luego siempre q ha coincidido con la fiesta mayor de Ripollet, siempre q vas en estas fechas le falta algo, en el 2016 se les acabaron las patatas fritas y con el entrecot me pusieron moncheta tierna antes de preguntar si era el acompañamiento q quería. Dónde se ha visto q se queden sin patatas fritas, vaya falta de previsión.

Este año en 2017, he ido a cenar y no me apetecía pizza. Me apetecía más carne y pedí entrecot, el camarero me dice que se ha acabado..... bueno pues viendo q el contenido de la carta no me convencía me decante por la pizza, concretamente una q hay de pescado....pero!!!! No la veo en la carta.

Pregunto al camarero, y me dice q ya no la hacen....pues vaya.!!!! Porque habiamos venido en grupo porque si llego a ir en pareja salgo de allí, al final opté por una Escalopa para salir del paso. Está es mi crítica q cada uno de la coja como quiera. De precios bien, local acogedor y jardín también. Pero de un tipo hacia aquí bastante mal, como no se ponga la pilas lo veo mal, pero por mi parte ya no me verán...