Mesón casa Blas — Restaurant in Roquetas de Mar

No tiene opción de 0 estrellas? Para reservar primero pregunte si había espectáculo de flamenco, lo cual me dijeron que si a las 10 de la noche. Asi que reservamos mesa para 5 a las 21:30 de la noche, deje claro que quería mesa lo más cerca de tal espectáculo porque era nuestra primera vez en Roquetas y queríamos dar una sorpresa a nuestros padres, en fin llegamos y nos colocaron en una terraza diferente de donde se realizó el "espectaculo" un chico que sacaron no se de donde que apareció a las 10:30 (bueno el chico estaba dando vueltas desde que llegamos hasta que quiso ponerse a cantar) En fin, comenzamos a pedir la comida una Ensalada especial de la casa para el centro y un plato para cada uno Salmón, lo cual el camarero dice que no hay y cambiamos por Chuletas de Cordero, Fritura de pescado para dos y buey a la piedra para dos, nos ofrecen de hacer el buey en la cocina o fuera, le decimos que fuera y nos insiste de que mejor en la cocina asi nos lo cortaba y le dijimos nuevamente que no, que nos trajese las dos piezas que ya nosotros lo haríamosa nuestro gusto! Nos traen la ensalada (lo único bueno de la mesa) y además traen la fritura para dos (pescadillas y calamares), mientras se comen la frituras esperamos los otros platos los cuales no llegaban, llamamos al camarero y nos dice que no hay chuletas y que si quedaba una ración de Salmón, así que volvemos a cambiar a Salmón. Llega el Salmon a la plancha (pero parece que lo habían frito y quemado por fuera y congelado por dentro.... volvemos a protestar porque el buey no llegaba y creimos que ya habíamos visto lo malo... nooo, lo peor estaba por venir.. el camarero nos trae un campingas y pum a la mesa, le dice a una de las chicas que se cambie de sitio para que el humo del buey no le hiciera daño. Le decimos que por favor nos traiga una mesa auxiliar y nos dice que no tienen, le decimos que como vamos a cocinar con un campingas encima de la mesa, que estamos locos o que??? Llega otro camarero al ver el percal se acerca y le dice a su compañero de ponernos una mesita al lado de la nuestra. Nos traen una sarten y un plato con el buey cortado para que nos lo hiciéramos. En fin el precio pues los de la Carta. No comimos a gusto y el charrasquido de la guitarra que estaba en la otra terraza ya nos estaba dañando los oídos.... en resumen mala elección, no volveremos y mucho menos recomendaremos....

Llamo y pido reserva todo perfecto. Al entrar al local, las distancias entre mesa y mesa no llega al metro. Nos traen un entrante mientras pensamos lo que pedimos (paella pasada y fria).

La ensalada bien, salvo los 5 trozos que intentaban ser pepino que de lo maduro y pasado que estaba se deshacia solo mirarlo. El pulpo supuestamente a la parrilla... el tamaño era el de una cucharilla de postre y el grosor de un dedo meñique, frio y una guarnición de cebolla cruda con pimientos en tiras de lata, charco de aceite de oliva y creo que se le cayó el bote del pimentón al cociner@. Las gambas al pil pil bien. El último plato fue un entrecot que desde un principio pedi + del punto, el cual me llega a la mesa poco echo. Le pido al camarero que me lo traiga echo que no quería sangre... viene a los 10 minutos y solo habían marcado las caras de los filetes trinchados pero por dentro tanto de lo mismo, espero otro rato aver si pasa el camarero y le pido que se lo lleve de nuevo para pasarlo más... lo trae como queríamos en la mesa y después de los calentones no se animan ni a calentar la guarnición. El postre bien, había más nata que producto principal, pero bueno.

A todo esto hay que sumarle que a mitad de comida, llegan unos músicos y se ponen a no más de 1 metros de nosotros a montar el tinglado, la chica que iba con ellos sin mascarilla como ya digo ni un metro de separación, tenían que pasar con el trasero rozando nuestra mesa donde estábamos comiendo, los músicos educados se disculparon más de 1 vez con nosotros. Pedi la cuenta, precio desorbitado claramente para la cantidad y calidad...

Fui por recomendación de un amigo, sera la primera y...

Servicio: amable pero sin más. Nos atendieron 3 camareros distintos y desde que pedí la segunda bebida hasta que me la trajeron pasaron 15min (estando ocupadas solo 3 mesas).

Comida: pedimos 3 platos de fritura para compartir (y creo que ese fue nuestro error). Sabor correcto, chipirones casi todos con espina. Raciones escasas. Gambas al pilpil pequeñas, congeladas y recalentadas.

Postre: tarta de 3 chocolates muy mazacote y empalagosa (pedimos una para compartir y ni nos la terminamos)

Ambiente: viernes noche de agosto para cenar y apenas tenían 3 mesas ocupadas, cuando el resto estaban hasta arriba. Nos pusimos en la terraza, con un césped artificial aprovechado de un campo de fútbol (tenía las rayas aun pintadas). La fachada es de un edificio abandonado (cables pelados, sucia, tapiada, etc), y las sillas normales de terraza. Servilleta y platos corporativos, eso sí. Baño sucio, sin papel y con una garrafa a modo de sumidero (el baño del McDonald's está mejor). Vistas al parking del club náutico, pero no al mar.

Precio: 78€ por 3 raciones de fritura, 1 postre, 2 refrescos y 2 cañas (2pax).

Veo que este sitio tiene opiniones muy buenas de platos más elaborados, pero por mi experiencia personal, yo no volvería.

Edit a la contestación: de la competencia no puedo opinar, ni ser honesto o deshonesto con ellos, porque no estuve en otro restaurante del puerto...