L'Onze Restaurant — Restaurant in Rubí

Queridísimos lectores, llevo más de 20 años residiendo en el Vallés, y por fin encuentro un restaurante al que colocar por encima del malogrado Plats, que se hallaba a pocos metros de dónde se ubica éste, y por debajo del increíble Caliu del Celler. Pasen y lean, por favor; Empecemos por lo malo, pequeño, mal decorarado y mustio que es el local. Lo simplemente funcional que es su lavabo. Lo mal planteado que está su interior. ¿Culpa de los actuales propietarios o herencia de una arquitectura más amable hacia negocios de paso? No me importa, pensaréis algunos, sólamente he venido a comer, a tragar y a consumir, así que sigue hablando. Vamos a por las tres preguntas de rigor que debemos hacernos si el comer y el f$//++ son nuestros placeres de cabecera. ¿Está bueno? Mucho ¿Me gustará? Mucho ¿Es caro? Un poco. ¿Por qué está bueno? Porqué tienen producto de buena calidad y un/a cocinero/a que sabe ejecutar, que sabe lo que hace , que no se pasa en los puntos de cocción, que no refríe y que se sabe su santo oficio. ¿Por qué te gustará? Porqué si eres una persona que decide que si suelta la pasta en un restaurante lo mínimo es que sepan cocinar mejor que tu en tu propia casa, este sitio te robará el corazón y tus futuros dineros. A propósito de la pasta, ¿es caro dices? No es caro, pero no es barato. Pagas lo que se debe, ni más, ni menos y muy a gusto oye. Te vas sabiendo que repetirás. Cansado de que te estafen, habrás encontrado un oasis en un desierto repleto de ladrones de camellos, así que este se convertirá en tu harén gastronómico particular, donde los placeres más terrenales te elevaran hasta el infinito del cielo. ¿Qué tal el servicio? Pues afortunadamente, en Rubí el oficio de camarero es algo que se suele llevar con orgullo y buen hacer. Aquí no son menos, y de hecho, rizan el rizo. El servicio roza la excelencia. Los y las machacas, los y las camareras, los y las son de diez, atentos como se debe y rápidos como deberían, lo que no debería ser normal es el maître, una rara avis en lo que se refiere a geopolítica gastronómica rubinense. El maître es el arma secreta, un actor (creo yo) que interpreta perfectamente su papel. Que sabe modular su voz y relato a discreción del cliente que tenga la bondad de pasar por sus manos, sea el niño despistado que busca un lavabo en la plaza en la que se halla, o sean dos familias con veintemil niños a los que deba dar alojo pese a que se halle en déficit de tronas. Este tío daría la vuelta al mundo con un barco de vela y una tripulación y volvería cargado de oro. Le recomendaría su visita a mi madre, a mi jefe, a mi suegra, a mis futuros nietos...En fin, que si quisiera quedar bien, le daría cita con él directamente, no con el restaurante. ¡Imagínense ustedes! En definitiva, l'Onze ha sido un grato descubrimiento, uno de los sitios que merecía Rubí desde la ausencia del Plats, un lugar al que ejercer un constante peregrinaje, un sitio al que visitar antes de...

⭐ Reseña de 5 estrellas ⭐

¡Una experiencia gastronómica de 10 en Rubí!

Probamos el menú de 29,6 € y fue un auténtico festival de sabores. Los mejillones al vapor, abundantes y en su punto, marcaron el inicio perfecto. Luego, los buñuelos de bacalao, generosos en pescado, nada harinosos, sin sabor a refrito ni exceso de aceite, fueron una auténtica delicia. Y el jamón al corte fino, de un 50% recebo, aromático y sabroso, sobre pan de vidrio con tomate, rozó la perfección.

De segundo, las costillas de xai estaban tiernas y llenas de sabor, mientras que el confit de pato, en su punto, delicioso y que se deshacía en la boca, era pura gloria. Todo acompañado de unas patatas fritas cortadas a mano, crujientes y con sabor auténtico.

Para rematar, los postres fueron de escándalo: un coulant de chocolate con helado de vainilla y una tarta al whiskey flotante, ambos espectaculares.

Todo esto acompañado de una botella entera de Ribera del Duero Fuente Narro y agua mineral, incluidos en el menú. Y, si prefieres, también puedes optar por un Rioja o un Terra Alta como vinos de la casa, que están igualmente estupendos.

Tanto Xavi, el propietario, encantador y profesional, como todo su equipo, funcionan como una auténtica orquesta afinada, cuidando cada detalle para que la experiencia sea impecable.

Un sitio imprescindible en Rubí para disfrutar sin prisas. Cinco estrellas más...

En restaurante ha perdido bastante. La comida es mediocre (a excepcion de las zamburiñas que siguen siendo deliciosas). El servicio es bastante descuidado. Fuimos a cenar un viernes con un niño sobre las 21h, el niño estaba muerto de hambre asi que le dijimos al camarero que priorizase el plato del niño (hamburguesa al punto). Al cabo de una hora aun no habia llegado el plato y el niño estaba desespedaro. Finalmente fuimos a hablar con el gerente para ver el estado, claramente no habian ni empezado a hacer el plato al cabo de un rato nos lo trajeron: hamburguesa quemada por fuera y cruda por dentro!, ya no nos atrevimos a pedir nada por miedo de esperar otra hora. El servicio tampoco fue muy diligente al principio, nos faltaba un plato y lo pedimos, nos lo trajero sucio (con resto de comida engachada en el tenedor), se lo devolvimos y nos lo volvieron a traer sucio (por supuesto, con una espera nada desdeñable). Finalmente otro camarero nos lo cambió por uno, ahora si limpio. La comida, es bastante mediocre, una ensalada de cabra que parecia que llevaba una bolsa del mezclum del mercadona, sin aliño ni gracia. Unos nachos sin ninguna gracia (aqui si q se notaba q la salsa guacamole era casera, pero no en el buen sentido)... En fin, no fue una experiencia para nada agradable, y ni volveremos y ni lo...