El fogón de Miramón — Restaurant in San Sebastián

My son and I walked to El Fogon de Miramon from the Eureka! Zientzia Museoa (science museum), to escape the limited museum cafe menu.

Catering to the health-conscious crowd from the nearby science and research hub, this restaurant offers a generous selection of vegetarian dishes - a pleasant contrast to the traditional meat and cream-heavy eateries in the city center.

Of course, they also serve enticing meat options, even though we didn't try them this time.

We sat in the covered patio area, which gave my son plenty of room to stretch his legs while we waited on the food.

We ordered a stir fry and pechuga de pollo. Both were delicious and served quickly, clearly reflecting their understanding of their busy clientele.

I’ll definitely come back the next time we visit the museum.

Mi hijo y yo caminamos hasta El Fogón de Miramón desde el Eureka! Zientzia Museoa (museo de ciencias), para escapar del limitado menú de la cafetería del museo.

Atendiendo a la multitud consciente de la salud del cercano centro de ciencia e investigación, este restaurante ofrece una generosa selección de platos vegetarianos, un agradable contraste con los restaurantes tradicionales cargados de carne y crema en el centro de la ciudad.

Por supuesto, también sirven tentadoras opciones de carne, aunque no las probamos esta vez.

Nos sentamos en el área del patio cubierto, lo que le dio a mi hijo mucho espacio para estirar las piernas mientras esperábamos la comida.

Pedimos un salteado y pechuga de pollo. Ambos estaban deliciosos y se sirvieron rápidamente, reflejando claramente su comprensión de su ocupada clientela.

Definitivamente volveré la próxima vez que...

Hoy ha sido mi primera vez desde que este local se llama así, siempre me habían hablado bien, pero no había habido ocasión, bueno, es difícil que vuelva: Viernes 20/12 13:45 ni un pintxo en la barra, preguntamos y nos dicen que hay varias cosas que nos hacen al momento y:una tortilla de patatas que sale en 2 minutos, OK, pues decimos que esperamos a la tortilla y nos saca las 4 (CUATRO) consumiciones de bebida y cuando llega la tortilla: nos pregunta cuantos pintxos, le decimos que 4 y nos dice que solo queda UNO, que había gente antes (poca había en el local como para perder el control y no avisarnos antes) 2.le pedimos croquetas (nos había dicho que la ración era de 6, que eran pequeñas) Cuando vemos a una persona de cocina saliendo con el platillo, otra persona empleada llega del comedor y.. ¡CHOCAN! con suerte solo cae una croqueta.. De lo que sigue se que solo lo vi yo y quien lo hizo y que siempre dirá que no fue así, hasta yo lo haría si hubiera tenido el valor de hacerlo: Quien venia del comedor recoge la croqueta del suelo Quien venía de la cocina deja el platillo como en un mostrador (solo veo el gesto) Quien recoge la croqueta estira el brazo, gira la mano y curiosamente deja caer lo que lleva dentro donde vi dejar el platillo, entra a la cocina y al segundo esa misma persona sale diciendo, "¿ración de Croquetas?" y decimos, aquí, con más vergüenza que él, HABÍA 6... Quien dejó el plato supongo que se fue a freír una más, pero eso nunca lo sabré... La ración de rabas, más fritura que calamar, el resto,...

Aún no he tenido la oportunidad de probar la comida o algún pintxo, pero de lo que he podido disfrutar, me ha dejado una impresión positiva. Dispone de una terraza interior cerrada, ideal por si la lluvia, además de un interior con una decoración contemporánea, con una segunda planta desde la que se puede apreciar todo el establecimiento. Los baños están bastante limpios, lo que siempre es de agradecer.

Por 3,9€: café con leche de avena y un cola cao grande, lo que lo hace competitivo. El servicio es muy cercano y amable, y el ambiente se caracteriza por la limpieza de las mesas y la atención.

No se trata de un lugar para una experiencia gastronómica de alto nivel, sino más bien de un sitio ideal para disfrutar con amigos para tomar algo. Si no tienes coche, puede que no valga la pena hacer un trayecto largo solo para visitarlo, pero, si estás por la zona, o planeas ir al Tilia Deli & Café (Hotel Arima), este es una excelente opción a considerar, especialmente porque allí (Tilia) suele ser difícil encontrar aparcamiento. Además, aunque los precios en Tilia no son altos, no dejan fumar fuera en las terrazas, cosa que en El Fogón sí.

En resumen, cumple perfectamente con lo que se espera de un lugar para tomar algo, sin pretensiones, pero con un buen servicio y una excelente relación calidad-precio. Muy recomendable. ¡Gracias por la...