Reseña del Restaurante El Dau de Can Miquel Dónde: El Dau de Can Miquel, un lugar que combina tradición y sofisticación, donde cada plato cuenta la historia del territorio, pero también la pasión por la buena cocina. La entrada: Nada más cruzar la puerta del restaurante, se percibe una sensación de acogida cálida e íntima. Las luces tenues, los tonos cálidos de las paredes y una decoración sencilla pero elegante transmiten una sensación de confort que hace que uno se sienta como en casa desde el primer momento. El servicio: El servicio es impecable. El personal está bien preparado, pero sobre todo es discreto y muy profesional. Cada plato llega en el momento justo, sin ser nunca intrusivos pero siempre atentos a cada necesidad. Se percibe un ambiente de cortesía y atención al detalle, con un trato cercano que logra hacerte sentir mimado sin agobiar. Los platos: Cada plato es un viaje de sabores, tradición y calidad. Comenzamos con un entrante que llama la atención de inmediato: croquetas variadas. Crujientes por fuera, suaves y sabrosas por dentro, con una textura perfecta. Cada bocado es una combinacyión de delicadeza y sabor, sin resultar pesado. Un inicio prometedor. Seguimos con un plato que realmente marcó la noche: los caracoles, servidos en una salsa que no tiene nada que envidiar a las grandes mesas de la alta cocina. Los caracoles son tiernos, sabrosos y con una textura impecable, mientras que la salsa es una auténtica obra maestra. Un equilibrio entre potencia y sutileza que realza el producto sin esconderlo. Una sorpresa para quien no está acostumbrado a este tipo de preparaciones. Después llegan las gambas típicas de la zona, fresquísimas y llenas de sabor, realzadas por un punto de cocción perfecto. Un plato que apuesta por la simplicidad, pero que precisamente en esa sencillez revela una materia prima de calidad extraordinaria. Cada bocado es una sinfonía de frescura, suavidad y gusto. A continuación, un clásico de la cocina mediterránea preparado con maestría: pan con tomate y jamón. El pan es crujiente en su justa medida, el tomate fresco y dulce, pero lo que realmente marca la diferencia es el jamón. Cada loncha es tierna, sabrosa, con carácter, y armoniza perfectamente con el resto de ingredientes. Da la sensación de estar comiendo algo auténtico, pero al mismo tiempo refinado: una verdadera expresión de la tradición gastronómica local. Para finalizar, un plato que cierra la cena de forma brillante: el tartar de carne. El corte es perfecto, el sabor lleno e intenso, pero siempre delicado. La preparación es sencilla, sin adornos innecesarios: la calidad de la carne es tan alta que no hace falta nada más. Un tartar que demuestra lo importante que es la materia prima y el respeto con el que se trata. Los vinos: La selección de vinos es, sin duda, otro de los puntos fuertes del restaurante. Un tinto con cuerpo acompaña perfectamente los platos más potentes: equilibrado, con taninos bien definidos, armoniza de forma excelente con la intensidad de los caracoles y la carne. El blanco seco, fresco y bien equilibrado, es ideal para los platos de pescado y para limpiar el paladar entre platos. La cuenta: La cuenta es realmente justa, un precio que refleja plenamente la calidad del servicio, los platos y la materia prima. En un mundo donde a menudo se paga más por el nombre que por el contenido, El Dau de Can Miquel demuestra que se puede ofrecer una experiencia gastronómica de alto nivel sin recurrir a precios desorbitados. En conclusión: El Dau de Can Miquel es un restaurante que logra combinar tradición e innovación, sencillez y sofisticación. Cada plato es un relato, un viaje por los sabores auténticos de una cocina que sabe cómo poner en valor el territorio. Un lugar que no necesita artificios para impresionar, pero que gracias a su calidad, su hospitalidad y su servicio, está destinado a quedarse en el corazón de quienes lo visitan. Todo en una atmósfera que hace sentir especial y cómodo a cada comensal, con una cuenta que te hace decir: «Sin duda, volveré».
Roberto,...
Read moreEl menú d'adult està bo, però hem anat amb el nostre fill de 3 anys i un plat de macarrons i aigua natural ens ha costat 16,50€. És una barbaritat. En cap moment els cambrers ens han dit que es tractava d'un menú, ni hem vist el preu fins l'hora de pagar. Igual que teniu un menú d'adult en paper hauríeu de tenir un menú de nens en paper i NO a aquest preu.
*No puc contestar a la resposta vostra, així que ho faig editant per aquí. En CAP moment ens ha dit que ens tornaven una part, quan ho hem dit és el que volíem. No se'ns ha dit res de que era menú tot i que li han ofert el postre, això sí. Però nosaltres creiem en tot moment que estàvem pagant un plat i no un menú complet. És més, quan hem arribat a casa ens hem adonat que ens han cobrat suplement de la beguda en els nostres menús (per una aigua gran), així que hem pagat fins l'aigua del seu menú. Una llàstima perquè el menú d'adult és de bona qualitat i abundant. Estem decebuts i no ens agrada que...
Read moreExceptionnel !!! Une magnifique découverte. L'endroit se différencie largement des autres restaurants de la rue par sa sobriété élégante et raffinée. Personnel aimable, souriant et très compétent, impliqué dans la satisfaction du client. La nourriture est d'une grande qualité visuelle et gustative, le service est rapide, efficace. Chaque plat est exécuté à la perfection avec de bons produits frais (n'oubliez pas de faire des achats à leur boucherie charcuterie traiteur attenante d'où proviennent la majeure partie des aliments). Les prix sont peu chers compte tenu de la qualité et en comparaison avec les bistrots de tapas avoisinants mais la direction nous a dit être soucieuse du respect de la clientèle (ne pas gonfler les prix en haute saison) et vouloir simplement exercer leur métier avec passion et constance. Bravo aux équipes et merci. Pensez à réserver et allez y les...
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