Restaurante El secreto de Aida — Restaurant in Santa Brígida

Feliz primer aniversario al Restaurante El secreto de Aida Ya hace un año, el 14 de abril, que el Restaurante El secreto de Aida nos abrió las puertas de su casa para ofrecernos lo mejor que nos podía ofrecer: el hacernos sentir como en casa con esos platos tan caseros, tan de nuestra memoria, tan evocadora de esas madres y abuelas y esos hogares que olían a rico. Platos tan exquisitos que no hay forma de no querer volver a repetir. Empezaron como empiezan los más queridos proyectos, con infinita ilusión, inmensas esperanzas y con nerviosos anhelos de llegar a los corazones "estómagos" de los que entrasen por la puerta para probar sus platillos. Qué ricos esos potajes de berros, esa garbanzada, ese codillo digno de príncipes, esas carajacas por las que me vuelvo loco, esa ensaladilla rusa tan magistralmente conjuntada, esas tortillas de papas que nos dejan sin palabras, esas costillas con papas, piña y mojo que nos hacen llorar y con un largo etcétera que sería imposible de detallar. Solo existe una palabra que lo resume todo: AMOR POR LO QUE HACEN y de eso van sobradas. Ha sido un año cargado de trabajo, inquietudes y desvelos, y, por supuesto, de miedos, pero también de extraordinarios éxitos. En definitiva, al final de este primer y excitante año, han logrado enamorarnos a todos. Aida Armas Santana y Delcy Duràn Moreno han luchado mano con mano, día a día para no defraudar y lo han logrado sobradamente. Solo podemos agradecer su enorme voluntad y exquisito gusto y rogarles, o exigirles más bien, que sigan otro año y muchos más entre nosotros. Gracias y felicidades...

Una decepción. Un lugar que seguro en su inicio prometía mucho, pero se nota que van muy justos, de economía y de conocimiento. Los manteles estaban manchados de grasa, creo que da muy mala imagen a un restaurante. Hay que esforzarse más en limpiar, o si no cambiarlo. No saben servir a tiempo los platos. Teniendo que servir a 2 personas, no puede ser que uno se quede mirando y el otro tenga el plato en la mesa, y si es así con sólo dos comensales en la sala, imagino el caos cuando se llena, si es que se llena. La comida no es mala, pero los platos son escasos y alguno lleva a engaño.. Si pido un plato y me lo sirves en plato de postre, tengo la impresión de que se me está engañando, pero es que además la sensación crece cuando se sirve algo que no es lo que se vende. La salchicha no era alemana y la ensalada alemana de papas no es tal, cuando le faltan varios elementos característicos de una ensalada alemana de papas. En fin, una pena, porque no todo el mundo tiene oportunidad de tener un restaurante. Por cierto, para lo que se nos puso de comida es caro. O hacen las cosas mejor y son honestos con lo que sirven en cantidad y certeza, o poco les va a durar poco el negocio.

Mezquindad es servir una ración en un plato de postre. Que poca vergüenza. Dedicaros a otra cosa en vez de...

A fantastic little restaurant with food which which is clearly cooked with love. Price/quality is excellent, every dish we had was delicious and the service was really friendly and attentive. Croquetas with pear and cheese were incredible, the fried aubergine also and the steak vueltas. Really, everything was...