Marisquería Santillana — Restaurant in Soto del Real

Pues..., no sé por donde empezar, el trato, la atención, la calidad y el precio...El sitio.. Uff frío, desangelado, TASCA Cutre a Precios de Guadarrama!! !! Las fotos nada q ver con la realidad. Ver reseñas El camarero /dueño, un impertinente, lo primero q dice q si llevamos dinero, efectivo!!! JAJA!! HACIENDA!!! q no se cobra con tarjeta...qué Pena no habernos levantado... Con la de sitios q hay mucho mejores!!! Su trato contestón, maleducado, será xq cree q está vendiendo gloria a precios fuera de lugar!! Dice q los Precios son caros y los recita, recita sin entregar carta. Se equivoca en el pedido q por educación no devolvemos y no pide ni disculpas. Las gambas buenas, a precio de marisqueria de mejor standar. Nada más. El calamar q dice ser de "Segovia" como broma pesada, son calamares Pequeños tan enharinados q resultan poco digestivos y no merecen la Pena en absoluto. La ración mínima! El Pulpo q lo pedimos con patatas, así es a feira, dice q no tiene patatas xq las patatas no dan dinero...pequeña ración, con aceite de girasol.. regular y frío, las cervezas a precio de terraza y ni unas aceitunas de aperitivo... Y para colmo las servilletas viejos trapos de cocina!!! Y aguantando sus malos modales. Más de 60€ por persona.. Casi de aperitivos NO...

Fuimos a celebrar mi cumpleaños con mis hijos que acababan de hacer los 3 años y pedimos algo de marisco y unas raciones, la comida bien. Lo malo fue el trato que hizo que salieramos de allí indignados. Los niños ni se levantaron de su asiento, ni lloraron, ni chillaron ni nada que pueda pasar con un pequeño de esta edad. Uno le abrazó un brazo al camarero según fue a retirar un plato y éste le soltó bruscamente y le espetó que a ver si aprendía educación. Nuestra cara fue de incredulidad. Mi marido mientras terminabamos de comer les hizo cosquillas sin moverse del asiento y lo más que pudimos molestar fue con el sonido de la risa de dos bebés de 3 años. Tras pagar me acerqué al dueño para comentarle que nos había parecido mal y me respondió que estábamos molestando a su clientela y defendió las formas de su camarero hacia un menor. Jamás volveré a este sitio en el que los niños no son bienvenidos y las formas vergonzosas. Si no admiten niños...

Acudíamos por primera vez con reserva y aparentemente tenía buen aspecto, íbamos recomendados por unos amigos y a la hora de sentarnos nuestra niña de 3 años se ha puesto a llorar y los camareros nos han llamado la atención y nos han recriminado el ruido y nos han dicho que nos saliéramos del restaurante porque íbamos a ahuyentar a los clientes (solo había 2 mesas y una de ellas era de unos amigos)

Parece mentira que un restaurante cuyos responsables tienen cierta experiencia tengan esas formas y falta de empatía. No han esperado ni un minuto para pedirnos que abandonáramos el sitio para que la niña se callara.

A nadie le apetece que los niños metan ruido y la situación es obvio que puede molestar durante un par de minutos pero las formas que han tenido y sus malos gestos y miradas nos han hecho irnos...