Menú degustación de 27 euros que no convence
Cuando uno acude a un menú degustación, espera un recorrido culinario cuidado, coherente y que justifique no solo el precio, sino también el tiempo y la ilusión puestos en la experiencia. Por desgracia, este no fue el caso.
🧀 Primer entrante: paté con tostadas y acompañamientos La presentación es austera hasta el extremo. El paté —de textura industrial y sabor anodino— fue servido con tostadas de pan tostado de bolsa, colines, algunas pasas y un poco de mermelada en una especie de cuchara de madera. Todo ello, sobre una bandeja metálica rayada que parecía más propia de una cocina improvisada que de un restaurante con pretensiones.
Falta de mimo: El contraste entre lo salado y lo dulce está resuelto de forma rudimentaria, sin armonía ni elaboración.
Presentación pobre: La cuchara de palo, sin función real más allá de manchar, y los pegotones de salsa amarilla sin identificar, refuerzan la sensación de descuido. 🍢 Segundo entrante: brocheta de pollo con patatas paja El siguiente paso del menú continuó en la misma línea: una brocheta de pollo con aspecto reseco, servida sobre un puñado de patatas paja que recordaban a las de bolsa industrial, acompañadas de una salsa barbacoa servida en un cuenco de barro. Producto de bajo coste: El pollo estaba cocinado sin alma ni técnica; la salsa, previsiblemente comercial. 🍤 Tercer entrante: gambones a la plancha con salsas y canónigos La sucesión de despropósitos continúa con un plato que, en teoría, debería lucir: gambones a la plancha. Sin embargo, la ejecución vuelve a quedar muy por debajo de las expectativas. Género de baja calidad: Los gambones presentan un aspecto seco y sobrecocido, sin brillo ni jugosidad, con restos quemados visibles. Acompañamientos sin sentido: Las salsas (una blanca tipo tártara y otra verde sin identificar) están colocadas con la misma paleta que ya vimos en el primer plato, lo que da sensación de desecho de catering improvisado. La mezcla de canónigos está marchita. 🥩 Plato principal: solomillo con patatas Llegamos al plato fuerte del menú —literal y figuradamente— con la esperanza de encontrar algo que redima el conjunto. Sin embargo, lo que debería haber sido el momento cumbre de la experiencia, se queda en una pieza de carne maltratada por la plancha y una guarnición desganada. Carne sin gracia: El corte, aunque generoso, carece de cualquier traza de jugosidad o mimo. Cocinado de forma irregular, sin sellado atractivo ni punto definido, el secreto ibérico queda reducido a un filete plano sobre una tabla gastada que recuerda más a una merienda improvisada en casa que a un plato de restaurante. Presentación de batalla: Servido directamente sobre una tabla maltratada de madera sin ningún tipo de decoración ni acompañamiento. Ni una pizca de verde.
📌 Valoración final Tras cuatro platos de este supuesto menú degustación, el balance es claro:
Productos mediocres o directamente pobres.
Presentaciones sin cuidado ni coherencia.
Ausencia de técnica culinaria o narrativa gastronómica.
Uso repetido de utensilios como paletas de helado, bandejas deterioradas y tablas ralladas.
🔴 Nota definitiva: 1/10 Este menú degustación no merece este calificativo y no alcanza un nivel...
Read moreEs una lástima que tenga que poner esta reseña a un restaurante que ha sido uno de los preferidos de mi familia durante años. Pero… no me queda otra que hacerlo. La misión de esta crítica es para que abran los ojos y vuelvan a ser los que eran. Hace cosa de 15 días, reservamos como muchas otras tantas veces y acudimos a comer. He de decir que veníamos de varias malas experiencias pasadas (pero seguimos dando la oportunidad a este restaurante de nuevo) y esta visita fue bastante mala. Nos trajeron un foie de pato congelado por el centro, caliente por los extremos y evidentemente en muy mal estado. Tanto, que no lo comimos apenas. A esto le sumamos unos calamares que tenían sabor a amoniaco y muy mal aspecto y por supuesto, también en mal estado. Pero bueno, viviendo esta experiencia decidimos dar una última oportunidad y acudimos de nuevo el sábado pasado. Nos trajeron los platos de los niños los últimos, y pedimos que los trajeran los primeros. Cuando acabábamos dd terminar de comer nosotros, llegaron los platos de ellos, lamentable. Les indicamos en varias ocasiones que, por favor, nos trajeran la comida de los niños (ya que tardaban mucho) y nos replicaban, incluso llegando a decir… “aún tienen croquetas ahí en la mesa para comer”, literal, no me invento nada. Les molestaba absolutamente todo y nos replicaban de malas maneras cualquier queja que teníamos. Pedimos también unas chuletas de cordero que vinieron quemadas y de las que, por supuesto, también nos quejamos. Como no, su respuesta fue… “es que nosotros las hacemos así, un poco quemadas”, parecía una broma escuchar eso. También nos recomendaron el Cube Roll (carne) diciendo que estaba muy bueno. Accedimos a pedirlo y que la carne estuviese al punto y otro un poco más hecho, vinieron absolutamente crudos y la carne dejaba mucho que desear. Por los dos platos de los niños nos cobraron 42€, y eran 2 huevos fritos con croquetas y patatas, nada más. Nos cobraron las croquetas por un lado (14€ por cada ración) y 7€ por cada plato de 2 huevos fritos (totalmente hechos y sin yema, vamos… penoso) y 8 patatas fritas cada uno. Sumando el total de 42€ de los que he hablado anteriormente, algo absolutamente aberrante. A esto, añadir que nos pusieron un postre absolutamente malísimo, ya que no te dejan ni escoger postre en un menú de 29€ y te ponen este variado de tartas y helados industriales. En fin… la guinda del pastel. Es una pena que desde este momento hagamos cruz y raya a este restaurante, ya que ha estado en nuestra lista toda una vida. Pero es el momento de cambiar e ir a otros restaurantes que tienen mejor trato, mejor atención, mejor producto e incluso de últimas, mucha mejor apariencia. Espero que algún día pueda escuchar de nuevo que sois un buen...
Read morePreguntamos si la cocina estaba abierta porque fuimos tarde debido a que veníamos del tanatorio (por muerte de un familiar cercano), nos dijeron que sí pero nos vacilaron al preguntar que si había menú y si lo podíamos compartir. Mi madre preguntó por el tamaño de las botellas de agua porque si eran grandes con una nos bastaba y nos vaciló el dueño. Nos dedicamos también a la hostelería por lo que sabemos mucho del oficio, y por eso mismo desde el primer momento preguntamos que si estaba la cocina abierta, si estáis a punto de cerrar con decir que no ya estaría, nos vamos a otro sitio y listo, pero nos han vacilado a sabiendas de que no era el día ya que veníamos del tanatorio y lo sabían. Encima en los huevos rotos había una cáscara de huevo (adjunto foto) y hemos tenido que pedir 3 veces un vaso con hielo. Estará muy bien el sitio y todo lo que queráis, pero con ese trato a la gente no vale la pena, y encima por parte del dueño.
EDIT: tras la respuesta del dueño, Miguel, creo que deja en evidencia que deja mucho que desear como dueño. Mi madre simplemente preguntó que si podíamos compartir dos menús ya que si pedíamos tres nos iba a sobrar comida porque no comemos demasiado. Si no quieres que la gente comparta menú, simplemente dices NO y listo. Vuelvo a remarcar que dijimos que veníamos del tanatorio, y nos vacilaste en varias ocasiones como con el tamaño de las botellas de agua cuando simplemente preguntamos porque si eran de 1L con una nos bastaba. No te hace falta foto para nuestra amabilidad, queda reflejada en que no nos levantamos tras el trato, e igualmente, no veo una explicación a lo de la cáscara de huevo. Rectificar y pedir perdón es de profesionales Miguel, y sigue así que la avaricia...
Read more