La mayor decepción del mundo! Ese sería el título que le pondría al comentario, tanto tiempo oyendo hablar de este sitio en Talavera, que cuando mis amigos dijeron que habían reservado para cenar me había ilusionado y la cena fue un error tras otro. Puedo entender que cerca de las fechas de navidades haya aumentado el número de camareros y tengan gente que sea nueva y no conozca el funcionamiento del restaurante. Pero lo que no se puede perdonar,es que si desde el minuto uno se avisa que tenemos un celíaco en el grupo y se pide una cerveza sin gluten, de pincho le pongan pan,que sí que el pincho no es obligatorio, que es un detalle pero si lo vas a tener mínimo ten consideración de poner algo que vaya a poder comerse. Pero bueno un error lo tiene cualquiera no pasa nada nos lo tomamos con humor, en plan así luego te comes toda la cena. Pues bien pedimos los platos y nuestra amiga pide el timbal y vuelva a avisar que es celíaca, no hay problema tenemos pan sin gluten. Llega el plato y... Sorpresa! Lo han hecho con pan normal, que menos mal que al ver el aspecto la pareció extraño y volvió a preguntar. No pasa nada ella no lo ha probado sigue viva, así que nos lo cambian por uno nuevo, y aquí llega lo alucinante el nuevo timbal es mucho más pequeño y le faltan ingredientes, penoso. Llegan el momento del postre y pedimos una degustación, todo correcto hasta que dentro del bocado del coulant que nuestro otro amigo se lleva a la boca aparece el cierre de plástico que llevan las bolsas de pan de molde, avisamos al camarero y su respuesta " un fallo lo tiene cualquiera" de vergüenza

Por mi parte, no voy a volver, ni lo voy a recomendar he trabajado muchos años en hostelería y puedo entender que ocurran errores, mucha gente trabajando a una velocidad muy elevada para que todo el mundo coma lo más rápido posible, pero si hay fallos hay que hacerse responsable y al menos hacer sentir al cliente como que son tomados en cuenta para una mejora, no como si te diera igual todo.