Taberna Arcipreste restaurante — Restaurant in Talavera de la Reina

Llevaba tiempo queriendo ir a El Arcipreste a comer o cenar. Vivo fuera de Talavera y no terminaba de tener la ocasión, pero en la noche de Reyes pude ir con mi familia allí por fin, pero todo acabó siendo decepcionante para mí. Me sentí muy defraudado, e incluso burlado.

Al sentarnos, nos facilitaron la carta con multitud de platos y raciones, recomendaciones del día y también el menú especial de Reyes. Para empezar, yo reservé porque por las reseñas recientes parecía que tenía buena relación entre la calidad y el precio. En un principio ponía que el menú a la noche era de 22€, pero al sentarnos nos encontramos con un menú de 30€ por ser noche de Reyes... bueno, venga vale, había primeros y segundos platos interesantes a pesar del precio.

De los cinco que éramos a tres nos convenció el menú, y las otras dos personas prefirieron uno de los platos sueltos de la carta. El metre principal, un tal J.L.L., nos toma nota y al comentarle lo de los dos platos y tres menús nos pone mala cara y nos comenta, para mi sorpresa, que o todos comemos raciones o todos comemos menús, pero no puede elegir cada uno lo que quiera. ¡Ojo! ¡En un restaurante ningún comensal puede elegir lo que quiera dentro de su carta, se tiene que regir por lo que elijan los demás o la mayoría!

Le comento de buenas maneras que de los cinco vamos a elegir tres menú. Sigue poniendo una cara de pocos amigos y nos responde textualmente "aquí no trabajamos así, pero os voy a hacer el favor". Sinceramente, al responderme esto yo tenía ganas de decirle que si él no trabaja así yo tampoco pago como él quiere y que nos cobrara las consumiciones que nos habían servido que nos íbamos, pero como eran las 21:30h e íbamos con una persona menor de edad no queríamos arriesgar a quedarnos sin cenar esa noche y terminamos quedándonos y eligiendo cada uno lo que le apeteciera de la carta, como debería ser.

Los platos sueltos eran unas raciones generosas, especialmente la fritura de pescado. No era de las mejores que habíamos probado, pero era un buen plato y no estaba del todo mal. Las croquetas de toro, ya que las de jamón no tenían, también estaban muy buenas con una base de palitos de patatas fritas muy generosa también. Lo peor vino con los platos de los menús. Yo pedí gulas con jamón, y al recibir el plato me viene con tres lonchas de jamón de sobre y un huevo frito. No estaba mal, pero en los 30€ esperaba algo mejor. Mis otros dos acompañantes pidieron colas de langostinos al ajillo, y al recibirlo pues... eso no eran langostinos, eran gambas de toda la vida al ajillo. Otro punto negativo en el plato del menú de 30€.

Los segundos, fueron un solomillo con reducción al Pedro Ximenez, que me encuentro con algunos trozos de solomillos escondidos en un sofrito de cebolla con patatas y pasas por encima. Poca carne para todo lo que había de guarnición, y ni rastro en el paladar del P.X. En los otros dos platos, unos entrecots que se pidieron al punto más, pero que salieron algo más hechos de lo esperado y con peor pinta que los que servían a la mesa de detrás, que claro, eran unos 15 y todos pidieron menú, como J.L. López quería. Lo mismo ocurrió con el solomillo, sacó platos a la mesa de detrás que se veían a lo lejos, mientras que el mío, como repito, tenía que buscarlo debajo de las patatas y la cebolla.

Ya, para rematar la noche, preguntamos que hay de postre para los menús, y sólo nos indican que tienen roscón de reyes. ¿Algo más a parte del roscón? La camarera fue a preguntar y la respondieron que no, que sólo el roscón entraba en el menú. ¿30€ de menú y sólo hay una mísera opción de postre? Uno de los camareros que andaba por allí cerca nos prometió un roscón muy rico relleno de nata, pero para nuestra sorpresa, una más, la compañera nos sacó un roscón sin relleno, más seco que la mojama, supongo que por órdenes del metre, y ahí ya sí que no lo dejé pasar. Le comenté el problema al camarero que nos prometió el roscón con nata y nos dijo que no tocáramos el que nos había servido, que nos traía el bueno.

Tenía ganas de ir, pero no vuelvo ni...

The rating is only for the way that we have been served. One of the staff members didn't react well after we checked the menu and we decided not to order food. We were a group of 4, two of us ordered the menu, one decided not to have anything and I have asked for fries and eggs after the staff told me that this is a restaurant and they can't have people sit at the table only for drinks, even though 2 ordered menus. When the person brought my plate he place it very nervously on the table. As you can imagine I couldn't eat anymore as the atmosphere was tense. Maybe I should have checked the outside menu, but we just went there as someone recommended the place. Overall the food was good the other staff members...

Aunque los menús eran correctos y la comida no estaba mal, el servicio dejó mucho que desear. Entre cada plato hubo una espera de más de una hora, a pesar de que el restaurante no estaba lleno. En la parte superior del local, solo éramos cinco mesas ocupadas: cuatro con dos personas cada una y una familia de cuatro integrantes.

La experiencia fue especialmente desagradable al presenciar cómo trataban a la familia detrás de nosotros. Eran personas amables y respetuosas con el camarero, pero no recibieron el mismo trato. Los platos llegaban de forma desordenada, lo que les impidió comer juntos. Esto culminó en una situación muy triste: la madre de la familia acabó llorando, ya que su nieta únicamente pudo comer postre y ella no llegó a probar su comida. Su plato llegó dos horas después de estar allí, cuando el resto de la familia ya había terminado de comer.

Fue muy triste presenciar algo así. Salir a comer debería ser una experiencia alegre y relajada, como parecía que esperaba esta familia al llegar. Venían contentos porque el restaurante les había sido recomendado por ser bonito, pero se marcharon con un mal sabor de boca. Y no fueron los únicos decepcionados: las demás mesas también tenían algo negativo que comentar. Honestamente, parecía una escena sacada de una cámara oculta.

Además, la limpieza dejó mucho que desear. El techo estaba lleno de telarañas con sus respectivas arañas, y los sobremanteles tenían restos de comida. Aunque podría mencionar más cosas, creo que con esto es suficiente. Espero sinceramente que el restaurante mejore en ciertos aspectos, porque, aunque el establecimiento es bonito, descuidar estos detalles hace que no valga la pena.

Cabe destacar que el camarero que nos atendió fue amable y trabajó arduamente, pero claramente estaba sobrecargado de trabajo. Aunque solo había cinco mesas ocupadas en la parte superior, la organización del restaurante fue un desastre. Pienso que el dueño del local debería haber tomado responsabilidad y enfrentado la situación.

Lamentablemente, esta experiencia fue tan negativa que no volveré a este...