Guachinche el Portezuelo — Restaurant in Tegueste

Un guachinche es un restaurante típico canario. En esta reseña hablamos sobre uno que visitamos en Tenerife norte cuando estábamos de paso y tras haber disfrutado de muy buen pescado fresco en la isla del Hierro. Por esta razón decidimos que era hora de comer carne.

El sitio no defrauda. Quizá la estética exterior del local no es la mejor. Pero como no soy conocedor de la arquitectura canaria, no soy arquitecto en sí, no voy a valorar este aspecto.

Dispone de un parking para clientes y fuera también hay una zona de aparcamientos, pero hay que decir que está situada en una cuesta con buena pendiente.

Cuando entramos, dude de si sería un buen sitio para comer, pero no me suelo regir por la decoración, así que no me hice expectativas previas.

Éramos los primeros en entrar porque llegamos un poco antes de su apertura (a las 20:00) y pedimos una parrillada de carne para 4 personas, con un acompañamiento de pimientos rojos morones asados, ensalada y patatas fritas. Comida típica de carnívoros jejejeje.

Toda la carne está hecha a la brasa y eso le da un sabor particular. Realmente estaba muy rica y constaba de: chuletón, costilla, entrecot, filete y salchichas. Pedimos que nos trajeran el pimiento junto a la parrillada, cosa que fue un acierto, puesto que así no quedaban fríos.

El servicio fue muy bueno, siendo el camarero muy rápido y atento en todo momento.

El pan que nos trajeron tenía un toque anisado, cosa que me resultó curiosa y agradable a la par.

Los postres son variados y cuenta con caseros y más “industriales”. Pedimos caseros y no nos defraudaron.

En definitiva, un buen lugar para comer carne a la brasa y satisfacer la gula, porque si eres de comer, este es...

Al llegar al restaurante, llevábamos con nosotros una tarta casera, como es costumbre en este tipo de celebraciones. Desde el principio, me acerqué a un camarero para pedirle que la guardara en la nevera. La respuesta fue negativa: no podían permitir que se consumieran postres que no fueran del establecimiento. Acepté la decisión sin más, aunque me quedé con la duda. Más tarde, con la tarta aún en la mesa sin saber qué hacer, decidí preguntarle a otro camarero, quien después de consultar con el encargado, accedió a guardarla en la nevera.

La verdadera sorpresa llegó después de la comida, cuando pedimos que nos trajeran la tarta para soplar las velas. En ese momento, el camarero nos informó que no podíamos consumirla en el restaurante. Atónitos, hablamos nuevamente con el encargado, quien nos confirmó lo mismo: "No puedo dejarles comer la tarta aquí".

Era una mesa de nueve personas y una cuenta de 120€, pero ni siquiera eso fue suficiente para que nos permitieran celebrar el cumpleaños de uno de los comensales. Nos vimos obligados a salir del local sin poder disfrutar de la tarta ni soplar las velas, arruinando completamente lo que debía ser un almuerzo familiar.

Como guachinche, el lugar es bastante normalito. La comida estaba bien y los precios son baratos, pero mi reseña no se trata de la comida. Jamás había experimentado algo así en ningún restaurante, y mucho menos en un guachinche. Es vergonzoso, y no pienso volver a poner un pie...

Como guachinche, bastante normalito. A favor puedo decir que la comida estaba bien y es barato. Sin embargo, mi reseña no tiene que ver con eso.

Seré directo. En una mesa de 9 personas y una cuenta de 120€ nos impidieron celebrar el cumpleaños de uno de los comensales.

Al llegar al restaurante, yo mismo pedí a un camarero que me pusiera una tarta casera que traíamos en la nevera, como es costumbre.

Me dijo que no, que no podía hacer eso con postres que no eran del restaurante.

Acepté lo que me dijo, y luego, con la tarta en la mesa y sin saber que hacer, le pregunté a otro camarero para volver a intentarlo y esta vez aceptó. Metió la tarta en la nevera, tras hablar con el encargado.

Pues bien. La sorpresa nuestra llega cuando, tras terminar de comer, pedimos que traigan la tarta para comerla y soplar las velas, cuando el camarero nos indica que no podemos comernos la tarta en el restaurante.

Nos quedamos atónitos.

Le preguntamos y hablamos con el encargado y nos confirma que, efectivamente, no podemos consumir la tarta en el local. En sus propias palabras: "no puedo dejarles comer la tarta aquí"

Y así fue. Nos tuvimos que ir del lugar sin comer la tarta y sin soplar las velas. Un almuerzo familiar totalmente arruinado por un guachinche que no nos dejó consumir una tarta casera.

Jamás. Jamás había visto algo así en ningún restaurante, mucho menos en un guachinche.

Vergonzoso. No vuelvo a...