Bar restaurante diego — Restaurant in Teror

Ayer día 7 de enero de 2014 fui a este restaurante a comer con una amiga después de disfrutar de un buen atardecer desde Tejeda. Al llegar a Teror, vimos que este restaurante junto con otro estaban abiertos. Al entrar en este establecimiento y comunicarle a la camarera si tenía disponible una mesa para dos, nos miró con cara poco simpática y ni nos guió hasta la mesa. Posteriormente nos trajo la carta y nos preguntó por las bebidas (pedimos 2 aguas sin gas natural). Luego pedimos: un plato de cerdo frito (media ración), un plato de queso semiduro (media ración) y un plato de gambas al ajillo (media ración) y sin preguntarnos nos trajo pan pero en la cesta no había alioli (ni tampoco sabíamos si venía con salsa). Al indicarle a la camarera que queríamos la ración de cerdo frito, nos dice: "quieren queso frito"; y le corregimos para que nos trayera cerdo frito. Al traer la primera comanda, para nuestra sorpresa, nos trae un plato de media ración (adivinen): queso frito. Ante tal error le dijimos que queríamos cerdo frito y nos lo trajo. Los platos salieron: primero el cerdo frito, luego los quesos semiduros y al final las gambas. (Pudiendo ser el orden de una manera lógica: primero los entrantes y luego el plato principal de cerdo frito). No diré nada de las gambas, porque las sacaron ardiendo y con muchas guindillas que picaban.

Durante toda la comida, era difícil llamar a la camarera y al otro camarero. Siendo el espacio tan pequeño, resulta difícil, pero hasta dos veces me tuve que levantar para que nos atendiesen. Al finalizar pedimos un mousse de gofio que estaba frío y duro (como dijo mi amiga: para escayola).

Con ya ganas de irnos y con mal sabor de boca, pedimos la cuenta. Para nuestra sorpresa nos cobraron por todo 34,70. Para más decepción, nos habían cobrado un pan con alioli, pero nunca vimos el alioli en la mesa. Tras pagar nos fuimos.

Ya en el coche y tras comentar durante un rato lo sucedido, nos dispusimos a ir de nuevo al restaurante y revisar la factura. De nuevo y comentándolo con el camarero (la otra camarera "simpática" ni apareció), nos dimos cuenta que el precio del cerdo frito en la carta marcaba otro precio y a nosotros nos habían cobrado otro más barato. Ante al detalle, el camarero se dispuso a decir: "Pues soy yo el que les debería de cobrar más". Y nos quedamos mi amiga y yo con la cara atónitos. Ya que, nos pareció vergonzoso que los precios que tienen en la carta no se correspondan con el que marca el ticket final. El restaurante nos debería haber devuelto el importe del alioli que no llegó a la mesa pero ante ese detalle le dijimos al camarero: "no te preocupes quédate lo del alioli".

Nos fuimos con mal sabor de boca. Es una pena que siendo canarios, descubramos que hay restaurantes bien ubicados y que no ofertan calidad a gente local y al turismo. No diré nada del aspecto del restaurante, la decoración desactualizada, la limpieza o que la mesa en la que comimos estaba al lado de la cocina, que expedía un olor raro.

No les recomiendo comer ahí y ni siquiera beber algo. Dejemos de consumir en negocios que no aportan y que dejan mal recuerdo y sabor de boca al canario...

Unfortunately our visit in bar Diego was huge disappointment. First of all, we waited a long time for the waitress and we had to ask her to serve us even though the bar was almost empty (what’s more frustrating, Spanish customers were served immediately). After collecting the order, we were again forced to wait a long time for our drinks to be served. Unfortunately the drinks didn't come, we received the food instead but the meals didn't match with what we have ordered. Moreover, each of us got the meal in a long period of time between each other. In the end we also got drinks (again, also not everyone got what they ordered). The food wasn’t bad, but the waitress service ruined our experience...

Prices are pretty high for the quantity of the food on the plate, it is also pretty low quality. Fries are soggy, cold and disgusting, mousse de gofio is just bitter, without any other taste, croquettas are mainly with a taste of the oil, it was the smallest portion of papas arugadas I have ever seen. On top of that service was slow, we were waiting for a bread with aioli for 15 minutes (and it is obviously not fresh baked, not even warm, it is just sitting in the kitchen waiting to be bringed to the table), we did not get the water we ordered but it was obviously still on the check, overall - go there if this is your last resort...