Restaurante Jaramillo — Restaurant in Tomares

Máxima decepción y enorme pena al ver en lo que se ha convertido este lugar icónico de Tomares. Este sitio, que se labró una reputación a base de elegancia, buen gusto en el ambiente, buen servicio y comida de calidad, ha perdido todas esas características. Las últimas tres visitas fueron un desastre en muchos sentidos. Las reservas a veces no estaban ni apuntadas. Nunca escribí una reseña pensando que esos problemas se corregirían y todo volvería a la normalidad. Sin embargo, después de la cuarta oportunidad de ayer (se le han dado tantas por recuerdos de lo que fue en el pasado), ya fue el colmo, así que ya sí que sí, cruz y raya. El restaurante parece ahora un bar de carretera, con mala atención y una carta llena de cosas que no tienen. Por ejemplo, no nos pusieron las aceitunas de bienvenida, clásicas de este sitio (que cobraban, como es lógico), al preguntar por ellas nos dijeron que se les habían terminado, ninguna mesa las tenía, no es que se le hubieran terminado porque la reserva fuese tarde, sino que no tenían, y punto. No pasa nada, no importa a qué hora reserves que casi nunca les queda pescado, ni arroz, ni coquinas ni almejas ni acedías ni pijotas, esto acabado nos dijeron ayer y sentados para pedir a las 14:30. Los boquerones que siempre fueron una insignia del lugar, violaron todos los axiomas de la fritura Sevillana, sin embargo es de justicia decir que los boquerones estaban frescos. En cuanto a la atención, y teniendo en cuenta que ésta es una parte importante de la experiencia general a la hora de comer y recordando que no se va sólo a los restaurantes a alimentarse, sino fundamentalmente a pasar un rato agradable, sin sobresaltos, con productos y cocinado de calidad, en esta parte los camareros se han vuelto, en mi opinión, muy poco profesionales, silbando algunos mientras se mueven por la sala de forma ruidosa, respondiendo si se les pregunta algo mientras se marchan, por supuesto no demando pleitesía ni servilismo, desde luego que no, sólo buena educación. Ayer, el tirador de cerveza de arriba estaba estropeado. Les preguntamos si podían traernos una cerveza del tirador de abajo y nos dijeron que sólo una jarra, así que para beberte una cerveza de barril, pídete una jarra. Esta respuesta sólo me valdría en un comedero sin clase. Para remate, han puesto un altavoz para comunicarse con el piso de abajo, lo que hace que, si cierras los ojos, te sientas como en un Mc’Donald. Adiós Jaramillo te recordaremos por...

Tenía muchas expectativas puestas en este restaurante, ya que familiares que me acompañaban me habían hablado muy bien de él. Por desgracia, nuestra experiencia fue bastante decepcionante. Empezamos con una ensalada de tomate que estaba claramente contaminada con algún tomate en mal estado: tenía un sabor a moho muy desagradable y los tomates estaban excesivamente fríos, recién sacados de la nevera. Pedimos cuatro solomillos y solo uno llegó en el punto de cocción que se había solicitado. En mi caso, pedí el mío al punto y me lo sirvieron muy hecho, hasta el punto de que estaba seco, duro y terminé dejándolo en el plato. Me dolió especialmente el previo de 23 euros por un plato que acabó en la basura porque no se podía disfrutar. El gerente lo vio perfectamente pero no reaccionó según lo debido de un buen profesional y más cuando en la mesa buenos clientes habituales. Las patatas fritas tampoco ayudaron: no eran patatas para freír estaban empapadas en aceite, con un color oscuro que no invitaba nada a comerlas. Lamentablemente, mi experiencia en El Jaramillo ha sido muy negativa. No sé si fue un mal día o un descuido puntual, pero desde luego no fue lo que esperaba ni lo que me...

Desastre total. Mucha gente, no daban abasto. Nos han sentado en la planta de arriba, al lado de la barra, donde a penas podías moverte porque los camareros salían y entraban constantemente, escuchando los suspiros de los camareros y las quejas de estos.. Hemos tenido que aguantar malas caras de uno de los camareros.. respecto a la comida, croquetas muy saladas, el revuelto rico pero nada del otro mundo. Personalmente no me gusta que me pongan los picos sueltos en la panera, lo veo poco higienico... la fanta de limón de 200ml, de las de cubata.. Y por supuesto, lo peor de todo es que hemos pedido arroz y tras esperar una hora, no había salido, nos dijeron que tardaría 10-20 minutos y encima intentando justificarlo con que el cocinero no tenía más fuegos y nos habían hecho el favor de aceptar el encargo del arroz, prefiero que me digan que no es posible.. y yo decido si elijo otro sitio para comer. Porque al final los que pagan son los clientes. Definitivamente...