Lucio

La experiencia en este ha sido unica e inigualable. Despues de mes y medio que reservamos la mesa llegamos y no encuentran nuestra reserva, desde que llegamos y hablamos entre nosotros 5 que vamos primero a preguntar si nos podemos sentar ya o no, desde la parrilla el “cocinero” entre grito y grito a los camareros nos contesta que estan completos que no nos dan de comer, le contestamos que teniamos reserva ya hecha y entonces se gira como diciendo que que ha metido la mata por su manera de tratar y meterse en una conversación que todavia no iba dirigida a el. Nos sientan en el comedor que casualmente estaba medio vacio cuando ya habian gritado que estaban llenos, y nos sientan en una mesa de nueve cuando eramos 5 personas que apenas llegábamos a las raciones para compartir al centro, dichas raciones eran unas rabas que unas eran calientes y otras frias, no templadas, la palabra es FRIAS, una cazuela de langostinos al ajillo hechos com una antelacion a determinar, esta bien que tengan los platos preparados pero hay que saber segun que platos. Pasamos a los principales eran todos carnes al ser un asador no nos sorprendia pero lo que si nos sorprende es que si tienes una parrilla bien guapa segun entras al restaurante la carne este seca y fria, le faltaba ese brillo de recien hecho, estaba hecho con bastante antelacion desconozco el tiempo pero me le imagino, y ya para colofón la carta de postres dictada al momento a viva voz, FLAN DE HUEVO EN SU MOLDE DE HORNO PARA QUE LE PUEDAS DEGUSTAR COMO SI FUERA UN YOGURT, HELADO DE CHOCOLATE Y VAINILLA, SANDIA FRESCA (despues de degustar toda la comida fria no nos sorprendia que estuviera fresca) y arroz con leche.

Llego a la conclusión y sabiendo lo que ha sido ese restaurante y ese prestigio que tiene que poco se necesita para poder demoler un edificio con todo lo que cuesta construirlo.