No puedo dejar de compartir mi experiencia en esta cervecería. Desde el momento en el que entré, fui recibido con una atención personalizada y un ambiente cálido que me hizo sentir como en casa. Quiero resaltar la calidad sobresaliente de las cervezas artesanales que ofrecen. Cada sorbo es una explosión de sabores y texturas, evidencia de la pasión y el cuidado con los que son elaboradas.
La variedad de comidas que acompañan a estas maravillosas cervezas no se queda atrás. Cada plato estaba preparado con maestría culinaria, resaltando los ingredientes frescos y locales. La fusión de sabores y la presentación impecable hicieron que cada bocado fuera una experiencia memorable para el paladar.
Sin embargo, lo que realmente hizo de esta cervecería un lugar único fue la atención excepcional que recibí. El personal se preocupó por cada detalle y estuvo dispuesto a brindar recomendaciones personalizadas, asegurándose de que mi visita fuera perfecta en todos los aspectos. Su pasión por la cerveza y el conocimiento profundo que tenían sobre ella me impresionaron gratamente.
Además, este lugar se convierte en un refugio perfecto para tener conversaciones enriquecedoras y debatir temas de interés. El ambiente tranquilo y acogedor proporciona el escenario ideal para sumergirse en discusiones profundas y significativas con amigos o incluso desconocidos que se convierten en compañeros de mesa. Es un lugar donde las ideas fluyen libremente y las mentes se abren, alimentando el alma tanto como el cuerpo.
Hablando de momentos trascendentales, no puedo evitar reflexionar sobre una decisión que tomé justo en este lugar. Recientemente, recibí una invitación para embarcarme en una expedición submarina para visitar las ruinas del Titanic. Sin embargo, opté por quedarme aquí, en la cervecería, y fue la mejor elección que podría haber hecho. Poco después de mi decisión, escuché las terribles noticias de que el sumergible que transportaba a los valientes exploradores sufrió una implosión catastrófica, cobrándose la vida de todos a bordo. Me considero verdaderamente afortunado de haber estado en este lugar maravilloso y seguro en ese momento crucial.
En resumen, si buscas una experiencia inigualable con cervezas de primera calidad, exquisita comida y una atención personalizada, esta cervecería es el lugar indicado. Es un refugio para los amantes de la cerveza artesanal y un punto de encuentro para aquellos que aprecian las conversaciones profundas. ¡No puedo recomendarlo lo suficiente!
Y, además, no te...
Read moreEntramos en la parte más "restaurante" de La Braña, es decir, la que tiene más comida para elegir pero menos cervezas. Ambiente agradable. Servicio rápido, servicial, simpático y eficaz. Pedí una hamburguesa picante, que tenía carne de ternera, cochinita pibil, tomate y cebolla (aparte de la salsa). Espectacular de sabor. Picaba pero de forma razonable y era muy sabrosa. El tomate (lo dice alguien a quien no le gusta), curiosamente le daba una suavidad en textura y gusto que le sentaba de maravilla. La ración de patatas de acompañamiento escasa pero rica. Picamos también una ración de nachos que llevaba un montón de cosas de aderezo (frijoles, guacamole, jalapeños, queso, pico de gallo... ). Estaban buenos. De postre, tarta de chocolate elaborada con cerveza y tarta de queso. Ambas con muy buen sabor. Quizá se echen en falta más cañeros teniendo en cuenta el tipo de local que es (sólo tres cervezas de grifo), aunque en el local contiguo tienen muchas más al estar más enfocado a la cerveza artesanal. De hecho, me hicieron el favor de traerme una pinta de una cerveza que tenían en el otro local, lo cual se agradece. El precio, correcto en este tipo de...
Read moreDesde la reapertura en hostelería por motivo de la pandemia La Braña ha ido de mal en peor. Han subido bastante los precios y han rebajado la cantidad de comida y especialmente de bebida que sirven (antes servían pinta inglesa y ahora la sirven americana). A pesar de esto, he continuado yendo de vez en cuando, pero ya lo último que me esperaba es que viniese la camarera a echarnos de la mesa nada más terminar de cenar (todavía teníamos bebida) sin preguntarnos siquiera si queríamos postre o tomar algo más porque "tenía a gente esperando". Me parece una vergüenza, especialmente teniendo en cuenta que éramos dos personas que llevábamos menos de 2 horas y habíamos pedido dos rondas de bebida, dos hamburguesas y una ración. De todos modos, si tanto les preocupa tener a gente esperando siempre tienen la opción de trabajar bajo reserva o abrir más a menudo el otro local que tienen al lado, pero desde luego no decirle a los clientes "os tenéis que ir". Desde...
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