Visitar el Horno Coscolín en Tudela es una auténtica experiencia para los sentidos. Este encantador y tradicional asador no solo conserva el sabor de la cocina navarra de siempre, sino que la eleva a otro nivel gracias al mimo con el que preparan cada plato.
El jamón asado en horno de leña es, sin duda, el alma del lugar. Su aroma inconfundible te envuelve en cuanto entras por la puerta, y cuando llega a la mesa... simplemente no hay palabras. Cocinado a fuego lento, con ese toque ahumado tan característico del horno de leña, se deshace en la boca con cada bocado. La corteza crujiente y dorada contrasta a la perfección con la jugosidad de la carne, y convierte cada porción en una delicia inolvidable.
Y si el plato principal es una obra de arte, los postres caseros son la guinda perfecta. Desde las tartas artesanas hasta los flanes y natillas, todo está elaborado con ingredientes de calidad y el cariño de la cocina de siempre. Son el final ideal para una comida que deja huella.
El servicio es cercano, amable y muy atento, lo que completa una experiencia gastronómica redonda. Sin duda, el Horno Coscolín es un rincón imprescindible en Tudela para quienes buscan autenticidad, sabor y tradición en...
Read morePese a especializarse en asados por encargo, el Coscolin dispone de una terraza a la que voy todos los jueves prácticamente sin excepción, para poder disfrutar de los pinchos que hacen.
Cada semana hacen 2 distintos y cada semana sigue siendo igual de increíble que la anterior, en las fotos podéis apreciar la variedad. Pincho y Cerveza son 3'50€, que para la calidad y sabor que tienen los platos, este precio es más que merecido.
Las personas que atienden son majísimas y el lugar es encantador y acogedor. Una pena que el tamaño de la terraza sea tan reducido, puesto que se llena con bastante rapidez.
Abren los jueves a las 19:30 y también disponen de una carta para pedir comida para llevar, que dispone de hamburguesas y bocadillos de una...
Read moreEl Horno Coscolín es simplemente espectacular. La comida es increíble, con una carta corta pero perfectamente seleccionada, donde cada plato sorprende más que el anterior. Fuimos tres personas y probamos cosas diferentes, todas ellas de un nivel sobresaliente.
El trato fue inmejorable, cercano y atento en todo momento. El local tiene mucho encanto: pequeño y peculiar, pero cuenta con un patio interior precioso donde se puede comer en un ambiente especial.
En definitiva, si vuelvo a Tudela, no buscaré otro sitio para comer. Lo tengo clarísimo: este lugar es un auténtico acierto. Muy...
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