Restaurante Roxy — Restaurant in Valencia de Don Juan

Haré esto un poco desordenado, tal vez empezando por el final o atravesándome con el inicio, lo que que dejare muy claro desde ya, es que me disfrute cada detalle de mi visita. El servicio es espectacular. Sumamente organizado, representan a cabalidad, lo que el restaurante quiere ser para sus clientes; tan cierto es, que compartí la mesa con un par de fantásticos caballeros que acostumbran comer cada día de la semana en el Roxy. El primero. Patatas rebozadas con jamón. Cortes de patata en una salsa y trozos de jamón, eso podría decir, pero la verdad, eran patatas muy muy bien seleccionadas, todas muy parejas en sabor y textura, ninguna tenia matices dulces inapropiados. La salsa. Mágicamente lograda, muy bien texturizada, homogenia por completo, una emulación perfecta y llena de sabor, un sabor equilibrado, con una permanencia en boca que aún me hace querer un bocado más. De Segundo, albóndigas. eran albóndigas y patatas…. Para mi, fueron las mejores albóndigas que me he comido en españa y por mucho. Hablo de su preparación, de lo bien logradas, hablo de la espectacular salsa tupida de sabores, especias que de seguro no son nada extraordinario, pero que con la maestría de quien cocina, logran hacer realmente algo fantástico en boca, me recuerda un poco los sabores andaluces, pero definitivamente me gustaron mucho más. Todo esto acompañado por un prieto picudo que además de exquisito, fue abierto en la misma mesa, detalle que no es para nada común en los restaurantes de diversas categorías a los que he podido visitar. El postre, recomendado por eduardo (camarero), al igual que todo mi menú, arroz con leche casero. Es el mejor que me he comido en cualquier restaurante. Solo un poco comparable con el preparado por mi querida amiga Teresa, que aún conversa una Roseta de gran tradición. Para terminar, agradezco al restaurante Roxy por la experiencia, a Isidro por la invitación y a Claudio por su compañía. Definitivamente el mejor restaurante de valencia...

Comida muy rica, se nota la buena mano en la cocina, pero les hace falta darle una vuelta a la presentación de algunos platos, pues la apariencia no le hace ni mucho menos justicia al sabor. La morcilla muy buena, las croquetas (eran un fuera de carta) de trufa, suaves y super cremosas, ensalada correcta y pimientos con ventresca muy buenos. De principales albóndigas (la ración algo escasa) muy buenas, con una salsa para untar bien de pan (acabamos con él) y entrecot, en su punto. Lo pedimos al punto y estaba perfecto. Lo que menos me gustó fue una sopa de cocido que pedimos para uno de los peques, buen de sabor, pero un fideo demasiado pasado. Los postres correctos. Creo que la relación calidad precio es muy buena y el producto es de calidad. En cuanto a la atención, también muy buena. Pese a que hubo que recordar un par de veces varias cosas, el camarero recuerda la comanda de memoria, es amable y muy agradable en el trato. Íbamos con niños, que en según que circunstancias pueden molestar y en este caso fue todo lo contrario, trataron con nuestra peque que es bastante movidita sin darle mayor importancia. Repetiremos cuando volvamos por Valencia. Muy recomendable. Gracias! Como dato para papis con peques, solo disponen de una trona que no tiene arnés, por lo que recomiendo llevar una de viaje si el peque es...

Teníamos una reserva hecha el día anterior para comer hoy sábado 27 de enero, hemos llegado, nos han dado la mesa y nos han sentado, nos sirven la bebida y después de esto viene el camarero con la carta, y cuando vamos a pedir nos dice que ha nombre de quien estaba la reserva le hemos comentado que la persona que nos cogió la reserva no puso nombre ya que eran conocido. Después de todo esto ha venido el camarero nos ha dicho que ha habido un error en la reserva y que nos tenemos que ir sin comer y sin darnos opción de nada ya que habían reservado para otras personas y según el nos había reservado para el día anterior, le solicitamos que viniese el dueño del restaurante para hablar con nosotros y nos emplazaron que fuésemos nosotros a la cocina ha hablar con el, a lo que nos negamos, después de un tiempo apareció el dueño con muy malas formas, enfadado, argumentado que la culpa era nuestra y que nos teníamos que ir sin darnos opción a nada, se dio la vuelta y se fue. Nos levantamos y nos acercamos a la huerta de Don Pedro restaurante donde nos atendieron muy amablemente y nos dijeron que en 5 minutos nos buscaban sitio para poder comer siendo las 15:30...