Mil Grullas — Restaurant in Valencia

Nada más llegar nos sentaron en una de las numerosas mesas que tienen en la terraza (recomiendo que sí podéis reservar en el interior del local que lo hagáis, ya que es mucho más bonito el lugar por dentro que por fuera. Nosotros no tuvimos elección, porque cuando fuimos a reservar solo quedaban sitios en la terraza). Al poco tiempo nos trajeron la carta, nos tomaron nota sobre las bebidas (cuentan con alguna cerveza asiática) y nos recomendaron que si queríamos llegar bien a los postres que pidiéramos tres platos por persona. Además, en la zona de los molletes japoneses (baos), como éramos tres personas nos dieron la opción de que como son dos unidades, si lo queríamos nos ponían tres unidades en vez de dos (pagando la unidad extra obviamente). Aunque es de agradecer estas recomendaciones y la amabilidad de viendo que somos tres personas darnos la posibilidad de pedir tres unidades en vez de dos. La realidad es que me hubiera gustado que me dieran un poco más de tiempo para elegir que pedir, puesto que durante toda la comida el ritmo fue demasiado rápido. De hecho, ahora mirando la hora en que hice las fotos, (ya que en el móvil aparece la hora exacta en que haces las fotos) me he dado cuenta de que la comida duró 40 minutos. Algo que considero demasiado poco tiempo para pedir, 9 platos, 2 postres y pagar la cuenta.

Centrándonos ya en lo verdaderamente importante, lo culinario, comenzamos con los Muslitos Mil Grullas. Un plato que fue de los mejores de la comida, y en el que destacaría la salsa kimchi que verdaderamente estaba increíble. En cambio como punto negativo, es que los muslitos no estaban tan tiernos como me hubiera gustado y la carne no se separaba con facilidad del hueso.

Junto a los Muslitos Mil Grullas nos trajeron el Arroz Nipón. Un plato que se encuentra en el apartado de “Para Acompañar” y que precisamente pedimos porque en la descripción del mismo se indicaba que combinaba muy bien con los muslitos, y no podían estar más acertados.

Mollete de Secreto Ibérico: A pesar de que me gustó bastante menos que el otro que pedimos, no estaba malo aunque no repetiría ya que tampoco me transmitió nada y por eso se queda con una puntuación de...

Proseguimos con el único plato picante (muy ligero y apto para todo tipo de paladares) que pedimos, el Pollo Corea – NO. Mis sensaciones fueron muy parecidas a las de plato anterior, quizá un poco mejores, pero sin estar malo tampoco me transmitió nada y por eso se queda con un...

Gyozas Shaomal Cerdo Ibérico y Gamba, que venían acompañadas con salsa soja. Este plato fue el que menos me gustó de la parte salada. De primeras con ese nombre nada puede salir mal, pero la verdad es que en lo personal en boca no me gustó.

Gyozas de Ternera en su jugo, también con salsa de soja: Me gustaron más que las anteriores, pero tampoco es un sabor que recordaré durante mucho tiempo, si vais es un plato que considero bastante prescindible...

Gyozas de Pollo: Unas gyozas que probablemente tenían la peor masa de las tres, ya que estaba un pelín chiclosa. Pero que contaban con un elemento extra clave para superar a las dos anteriores, la mostaza dulce japonesa.

Llegamos al que en lo personal fue el mejor plato de la comida, el Mollete Crispy Prawn. Un plato que tenéis que pedir sí o sí. Mi enhorabuena por la creación de este plato.

Noodels Calamar. Estéticamente me gustó mucho, pero que en boca no tanto.

En la parte dulce pedimos dos platos, y antes de valorar cada uno, decir que por lo que he probado creo que no merece la pena pedir postre, ya que ninguno de los que he pedido me ha transmitido nada, de hecho el segundo ni me gustó. Sin embargo reitero, que esta es mi opinión, y que si os hace mucha ilusión alguno, yo os animo a probarlo.

Mochi Kit Kat: No me transmitió nada, y eso que este fue el más dulce de los dos.

Tiramisú Té Matcha: No me gustó, y en lo personal me pareció el peor plato de la comida.

Por último, si queréis saber la puntuación de cada plato y una valoración final con su respectiva puntuación, os animo a que os paséis por mi blog de...

Descubriendo un concepto diferente en cuanto a restaurante asiático, se trata de tapas pequeñas para compartir lo que es genial para probar mayor variedad de platos. Interesante probarlo!

Reservamos 4 amigas en la terraza, aunque el interior está muy bien decorado y a mi parecer resulta más confortable. El servicio fue muy amable y las preparaciones llegaron a la mesa con un ritmo adecuado.

Pedimos lo siguiente: Gyozas de ternera en su jugo: pueden parecer muy básicas pero fueron las que más nos gustaron. Gyozas de ramen: con parte del caldo del ramen, muy potente sabor. Gyozas vegetales: nada recomendables, la pasta interior de vegetales tenía un sabor demasiado suave y venían acompañadas por un caldo de remolacha que no aportaba mucho.

De la sección de mollete japoneses: el Bao de pollo vegano fue el que más nos gustó, llevaba tofu crujiente en la parte superior y en el interior una pasta de hummus, berenjena y miso.

El de Crispy Prawn muy rico también. Nos defraudó un poco el de secreto ibérico por su gran fama, y el de corderito pibil sin más. Eso si, el tipo de pan con el que vienen está muy rico!

Otros platos que probamos: El Youtiao Char Siu estaba muy bueno, sabor potente de la carne de cerdo con barbacoa, pero el bocado nos pareció algo pequeño.

Las alitas de coco y curry estaban muy jugosas, la salsa algo diferente y se agradece que no fueran fritas.

El tofu ahumado nos pareció delicioso, está empapado por una salsa de chiles con un ligero toque picante que nos encantó.

Como acompañamientos una ración de la típica ensalada de alga wakame, y para cada una de arroz Nipon y fue todo un acierto. El arroz blanco tenía textura un poco glutinosa y venía con una mezcla de especias japonesas.

Por último los postres: el más bueno y un acierto seguro es el de gyozas rellenas de manzana asada acompañadas por una salsa de vainilla y canela. Muy equilibrado y servido un poco caliente.

Probamos uno nuevo de Cacahuete picante, me pareció como una especie de tiramisú porque venía con una base de bizcocho empapado con cacao y encima una crema de a base de cacahuete con un topping algo picante y conguitos troceados. No resulto muy dulce y recomiendo probarlo.

El mochi de tarta de abuela María tenía muy buena textura pero el sabor a galleta nos pareció demasiado flojo.

La cuenta final para 4 fue de 25€/persona. No nos pareció tan caro porque lo que comimos nos pareció...

La comida en sí no está mala, pero nada que ver con lo que sale en los vídeos de TikTok, son todo influencers pagados para que digan que está deliciosa. Las gyozas, si te la comes en el chino de tu barrio yo creo que mejor, pero aquí te ponen la salsa del big Mac, y ya es una gyoza Big Mac. Literal.

El pollo crujiente… he probado muchos mejores. Este estaba más seco que el ojo de un tuerto. Luego comimos también como unos molletes rellenos de carne mechada y el pan era del mes pasado y la carne estaba fria. Y poco más os puedo contar, porque íbamos a pedir más pero empezó a llover y estábamos debajo del toldo de la terraza y literalmente NOS ECHARON, porque decían que iban a quitar el toldo, porque era toldo de sol, no de lluvia. No nos daban alternativa para sentarnos dentro y literalmente NOS ECHARON diciendo que dentro no tenían sitio y que el toldo lo tenían que quitar porque corríamos riesgo de que se nos cayera. No es que fuera el encargado quien NOS ECHABA, el problema es que era el dueño del restaurante, eso es lo fuerte.

En fin, un lugar horrible, con una decoración espantosa, la comida muy floja y el dueño un sinvergüenza. Yo evidentemente no volveré jamás pero es que si os convencen los vídeos de TikTok, nada que ver chicos, todo falso.

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Estimado señor dueño, le contesto a su respuesta.

Encima de sinvergüenza, mentiroso. Quien lea esto que sepáis que es mentira, en ningún momento le faltamos el respeto a ningún camarero. Se lo acaba de sacar de la manga para quedar algo mejor porque sabe que tenemos razón. Literalmente nos quiso echar de la terraza a dos parejas que estábamos a media cena. Si eso no es de tener poca vergüenza, que venga Dios y lo vea. Ale a seguir...