La experiencia que ofrece el restaurante Calabu no se encuentra en ningún otro establecimiento de Valladolid. Hay dos espacios, un salón tradicional con mesas y sillas como en cualquier restaurante al uso y la zona de la barra, donde ocurre la magia que hace de este establecimiento algo único en la ciudad: los comensales se sientan a lo largo de la barra y allí, delante de ellos, se acaban de preparar los platos con las pertinentes explicaciones del personal. Teníamos dos "bonos de la abuela", lo que es un acierto seguro si se regala a alguien. Uno de estos bonos implicaba un contundente ejercicio gastronómico compuesto por 3 aperitivos, 3 entrantes, un pescado, una carne, postre, café y agua. Llevamos una botella de nuestro vino favorito, pues hay servicio de descorche y, por supuesto, nos sentamos a la barra. La atención es exquisita y el servicio magnífico. Nos dejamos asesorar y los platos estuvieron a la altura de lo que cabe esperar de un restaurante como Calabu. Cada plato era acompañado de una explicación sobre su elaboración y su pequeña historia. Es cocina de muy alto nivel, con elaboraciones tremendamente complejas, sabores extraordinarios y una experiencia larga y placentera. Es cocina moderna basada en la tradición, reinterpretaciones con muchísimo trabajo detrás de cada plato. Todo contribuye a la experiencia, desde el propio local, el ambiente, la vajilla, la cubertería , la atención del personal y, por supuesto, el producto. Al apurar el café de puchero y mirar la hora es sorprendente ver todo el tiempo que ha pasado. Va a ser cierto que, cuando uno disfruta, el tiempo pasa volando. Hay que agradecer a gente como Javier y María que le echen valor a la vida y propongan cosas nuevas y distintas en esta adusta ciudad. Es una experiencia absolutamente recomendable. Además, hay que añadir que no nos cobraron el descorche. Un detalle que se...
Read moreCalabu es mucho más que un restaurante: es una experiencia gastronómica que combina tradición y vanguardia con una ejecución impecable.
Este espacio sorprende por su concepto de barra gastronómica, donde el comensal se convierte en espectador privilegiado del showcooking. Ver cómo se terminan los platos frente a ti, mientras el equipo explica cada técnica y producto, aporta un valor añadido único.
La propuesta culinaria se basa en reinterpretar recetas clásicas con toques contemporáneos, respetando el sabor de siempre pero elevándolo con técnicas modernas y presentaciones cuidadas. Cada plato es una obra equilibrada, pensada para disfrutar con calma. La carta es breve, pero cambia según la temporada, lo que garantiza frescura y creatividad.
Destacados: Experiencia en barra: dinámica, cercana y muy recomendable para quienes buscan algo diferente. Producto y técnica: ingredientes locales tratados con mimo y precisión. Ambiente: acogedor, elegante y versátil, ideal tanto para una comida informal como para una cena especial. Precio medio: entre 50 y 70 € por persona, acorde a la calidad y la experiencia.
En definitiva, si buscas un lugar donde la comida despierte tus sentidos y te haga sonreír, Calabu es el sitio, un lugar perfecto para quienes valoran la alta cocina sin artificios, con un servicio cercano y profesional. Ojala este se acabe convirtiendo en un referente de la ciudad porque atreverse con este tipo de negocios que intentan romper con lo establecido, es...
Read moreHemos comido hoy en este restaurante. Decir que los platos pues absolutamente sobrados de sabores exquisitos, original presentación y de diseño total. Nos dejamos aconsejar por la camarera que nos atendió, Laura, super agradable, con explicación de cada plato que nos servía y eligió ella lo que comimos, que es la mejor opción dejarte aconsejar en este restaurante. No es barato, pero si acorde por la calidad y el diseño de cada plato. La cantidad es poca, típico de este tipo de cocina, pero no te quedas con sensación de no haber comido. Aquí no se valora la cantidad , sino calidad, diseño y sabores Un sitio donde sus camareros, como es el caso de Laura, aportan valor añadido a los platos que vas a comer y al restaurante, esa es la actitud. Enhorabuena.. Una sola pega, que pedidos el café de puchero y supusimos que un chupito de hierbas para cada uno sería una atención del restaurante y nos lo cobraron en factura. Eso....no esta acorde a una comida de 65 eur por persona y que hemos dejado a su decisión la comida elegida. Mal detalle. El sitio es agradable con música de fondo de piano, iluminación la justa para crear ambiente de calma y paz para comer. Para bolsillos holgados, tener una buena experiencia gastronómica y vuelvo a repetir la profesionalidad de Laura en su atención. Es recomendable para volver. Dejo alguna foto de los...
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