LA MODERNA — Restaurant in Villarreal

Esta mañana el trato a sido malo por parte de la camarera discutiendo conmigo porque me trajo un refresco en mal estado y le pedí que me lo cambiará ademas las mesas sucias cuando casi no habia gente,tardan en atender,y además de ser caro el servicio que ofrecen es pésimo,voy a tomarme algo y si me lo pones en mal estado me lo cambias y punto no te pongas a discutir conmigo porque el cliente tiene la razón que para eso paga,ademas que en otra ocasion dos dias atras me sirvieron ese producto tambien en mal estado,dijeron que lo iban a retirar de la venta porque estaban todos en mal estado y resulta que dos dias despues sirven el mismo producto tambien en mal estado,no solo pierden un cliente sino más acabarán cerrando si siguen contratando camareras groseras no me da confianza un lugar en el que te sirven cosas en mal estado,le pongo una estrella porque no se puede poner...

Fatal. El servicio pésimo, primero no salía nadie a la terraza a atender, entramos a pedir, se olvidaron de nosotros y no salian a servir lo que habíamos pedido, volvemos a entrar para avisar, sale con las copas de vino y las deja la camarera sin limpiar la mesa, toda pegajosa, la tenemos que volver a hacer salir a limpiar la mesa y cuando vamos a tomar el vino una de las copas con mosquito, pelusas y pelo, entramos a decirlo y el camarero increíblemente vuelca el contenido en otra copa...flipando se lo decimos y pedimos una botella de agua cerrada. Las sillas muy muy sucias, se supone que son blancas y estan negras, mientras tanto la camarera se sale fuera a fumar y tomarse una cola-cola...no volveremos, no hemos visto semejante cuadro nunca, lo penoso es que antes el local...

No doy menos estrellas porque no puedo. No sé como será el turno por la mañana pero puedo decir que por la tarde es un asco. Es una vergüenza asistir a un local de ocio donde la camarera te insulta. La camarera es una malencarada, una maleducada que se dedica a humillar a quien tiene por compañero porque se ve amenazada. Solo sabe gritar, mandar y humillar creyéndose la reina del bar. Que la camarera no registre el precio de los productos para quedarse con el cambio y no meterlo nienel bote para compartir dice mucho de esta persona. Y, bueno, faltar al respeto porque a ella una mujer le parece un hombre ya es otra vergüenza. Y sólo sabe mandar, no...