Desde el primer momento en que pusimos un pie en esta sidrería, la experiencia fue inolvidable, pero lo que realmente nos marcó fue el servicio. Llegamos tarde, a las cuatro y media, con la cocina ya cerrada. En muchos lugares, nos habrían dicho que ya no era posible comer, pero aquí pasó todo lo contrario. Sin una sola queja, los trabajadores entraron a la cocina y se pusieron manos a la obra para servirnos el menú. No solo recuperaron la comida que tenían preparada, sino que lo hicieron con una actitud impecable, como si atendernos fuera lo más natural del mundo. Un gesto que en pocos sitios se ve y que, sin duda, hace que este lugar destaque aún más.
El menú del día, que ronda los veintiún euros por persona, fue una auténtica barbaridad. Nos trajeron el pote entero a la mesa, algo que nos sorprendió y nos encantó. Poder servirnos nosotros mismos, como si estuviéramos en casa, fue todo un detalle. El sabor era espectacular, con un guiso potente, bien ligado y con ese toque casero que solo se encuentra en la cocina tradicional asturiana.
Después, pasamos a los platos principales: un cachopo de dimensiones generosas, jugoso y con un empanado crujiente, y un pescado fresquísimo, cocinado en su punto perfecto. Cada bocado confirmaba el cuidado y la calidad con la que se trabaja aquí. Y, por supuesto, todo acompañado de sidra escanciada como debe ser. No es casualidad que este sitio tenga premios por su forma de escanciar la sidra, porque ver cómo lo hacen es todo un espectáculo.
Mención aparte merece la fabada. Aunque en esta ocasión no la probamos, este lugar tiene fama de servir la mejor fabada de Villaviciosa, un título nada fácil de conseguir en una zona donde la competencia es altísima. La próxima vez será una parada obligatoria.
Para cerrar, el arroz con leche fue la guinda perfecta. Cremoso, con el punto justo de dulzor y ese toque tostado en la parte superior que le da un extra de sabor. Un final redondo para una comida que difícilmente olvidaremos.
Entre la calidad de la comida, el ambiente acogedor y un servicio que roza la excelencia, este sitio se convierte en un imprescindible en Villaviciosa. La atención recibida no es algo que se encuentre todos los días, y eso, sumado a la comida de primer nivel, hace que la visita merezca la pena una y mil veces.
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Read moreAn outstanding experience we had here. Not only for the good Sidra you can drink here but above all for the passion and love that Antonio and his team bring to your table. Reynaldo did everything to show us the art of pouring, serving, tasting and enjoying this Asturian art. You can feel their special team spirit and joined efforts to serve the best to their guests table. With never ending enthousiasm, smiles and for a very very good price!
They made a special memory out of our visit to Villaviciosa. And take note that these people -Antonio and Reynaldo both- already won important prices in their region and work with Sidra. So I wouldn’t be surprised that more people will find this place soon. Try to go here now to feel their...
Read moreWe stopped here after a day on the Camino del Norte. We have been hiking for 11 days and this was the best experience of service we’ve had. Antonio, the owner, was cheerful, entertaining and delightful. We loved our meal of grilled vegetable (very hard to find in this region) and the octopus Galician was so tender. The whole fish and potatoes was also delish. And the dessert was for the sweet tooth lover. Enjoyed a local aperitif as his specialty prune liqueur. We had the best time and would...
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