Made in Brazil — Restaurant in Zaragoza

★☆☆☆☆ Atención al cliente lamentable. Hacer un pedido fue una auténtica pesadilla: empecé a pedir a las 19:30 y después de hora y media insistiendo por WhatsApp conseguí confirmar. La comida debía llegar sobre las 20:40, pero finalmente apareció a las 21:40, y encima el repartidor se equivocó de dirección. Avisé a la encargada, me dijo que hablaría con él, pero no me daba respuesta. Tras insistir, lo único que ofreció fue devolverme el dinero, después de más de 2 horas de espera. Llamamos buscando una solución porque teníamos hambre, y la respuesta fue aún más irrespetuosa: “¿quieres Bizum? Ven tú hasta aquí que te doy otro regalo”. Una total falta de profesionalidad. Al final, tuve que ir personalmente al local. ¿Y qué recibí? Gritos. La única excusa que daba era: “estoy trabajando desde las 9:00”. Señora, si está agotada no es mi problema. Si no puede con su negocio, cierre, pero no “venda” un servicio que no puede cumplir. Una persona maleducada, faltosa, que solo sabe amenazar. Como dice el refrán: perro que ladra no muerde, pero en este caso acabamos teniendo que llamar a la policía.

Sí, devolvió el dinero, pero solo después de sus amenazas y de repetir: “si quieres el dinero, vienes hasta aquí”.

Además, por lo que he visto, no es un sitio para tomar algo tranquilo con tu familia o simplemente ir a comer tranquilamente: música altísima, aforo excesivo y gente pasada de borracha.

Nadie está obligado a escuchar sus desaforos. No tiene derecho a hablarle a nadie de esa manera, y mucho menos justificarse diciendo que está cansada. Yo también lo estaba, después de viajar todo un día, y lo único que quería era pedir una comida. En su lugar, pasé por la peor experiencia posible.

Si pudiera poner 0 estrellas, lo haría...

Fuimos a este restaurante brasileño por la fama que tiene el pastel, del que tanto nos habían hablado. Y sí, la masa nos encantó: crujiente, sequita, sin exceso de grasa. Un acierto total.

En cuanto al relleno, no es que estuviera malo, pero sentimos que le faltaba algo de personalidad. Por ejemplo, el pastel de carne llevaba un queso bastante grasiento, de esos que dejan sensación de baja calidad, lo que acabó afectando el sabor del relleno, que merecía un poco más de fuerza y carácter.

Probamos también los sabores de pizza y carne seca. Estaban correctos, pero nuevamente, creemos que con pequeños ajustes podrían destacar mucho más. Hay base, hay potencial — solo falta cuidar un poco más el equilibrio y la intensidad de los sabores.

La atención al cliente fue amable pero algo distraída: no nos ofrecieron salsas ni servilletas, y después de esperar un rato, tuvimos que levantarnos a buscarlas. Son detalles pequeños, pero que marcan la diferencia en la experiencia.

Fuimos solo a probar los pasteles, pero nos quedamos con ganas de conocer el resto del menú. En general, le damos un 7 de 10. Con unos retoques en los rellenos y una atención un pelín más atenta, la experiencia podría...

Caipirinhas muy generosas y zumos diferentes para beber.

Probamos un poco de todo:

Coxinhas, y bolitas de queso, muy ricas y en versión tapeo “pequeñitas” perfectas para picar. Calabresa: bien Plato de Picanha: muy generosa, ya viene cortada y con muchos acompañantes. Único punto en contra, la carne un poco echa de más. Pescado empanado: muy bueno, pero no deja de ser pescado empanado, no repetiría Feijoada: Muy buena

En general todo estaba muy muy bueno, pero a tener en cuenta que las raciones son súper abundantes, sobre todo si se va a comer en pareja!

Aunque el servicio no es bueno (tienes que cazar al vuelo a la camarera) y tardaron mucho en servir, eran muy agradables.

Repetiremos para probar el resto...