Restaurante Muerde La Pasta — Restaurant in Zaragoza

Ratifico plenamente el comentario de Mar, ya que también experimenté esa situación. Aunque habíamos visitado el "Muerde La Pasta" unas cinco o seis veces anteriormente, notamos que el de Gran Casa ya no mantenía la calidad inicial. Al entrar al restaurante, sobre las diez de la noche, fuimos recibidos por las escobas, rascadores y otros utensilios de limpieza que figuraban justo detrás del buffet donde estaba la ya escasísima la comida, puesto que muchos empleados ya estaban recogiendo. Las bandejas vacías y la comida extremadamente seca tampoco invitaban a quedarnos: los clientes comentábamos esto mientras nos servíamos. Además, llamó mi atención que una empleada, esa noche con trenzas de boxeadora, manipulaba los restos de comida de los platos sucios prescindiendo de guantes; nuevamente antihigiénico. En segundo lugar, notamos la falta de habilidades en el trato con el público por parte de algunos empleados, concretamente del encargado y de dos trabajadoras: una chica de piel oscura y la chica con trenzas de boxeadora, cuyos nombres desconozco porque no encontré sus placas. Justo después del incidente relatado por Mar, cuando fui a coger comida, presencié cómo las jóvenes empleadas comentaban en voz alta lo sucedido entre ellas en el buffet, sin reservas, en voz muy alta y burlándose, sin preocuparse por las personas, incluidos niños, de alrededor. Fue vergonzoso, pues hasta la gente miraba a la mesa extrañada para ver qué pasaba. Tuve la impresión de que lo hacían para llamar la atención y humillar a esa persona cara al público. Fue la primera señal de un comportamiento vulgar e inapropiado. Un comportamiento que se intensificó aún más cuando la trabajadora con trenzas hizo lo propio con otro empleado, que también se mofaba y que resultó ser el encargado. Quizás porque esperaba del encargado una actitud más acorde con sus responsabilidades, que busque dar la cara, aportar soluciones y evitar problemas en lugar de agravarlos riéndose, creo que su cargo le quedó grande. Afortunadamente, aunque en un intento en vano de intimidar, las trabajadoras llamaron al personal de seguridad, que nos mostró todo su apoyo al averiguar lo sucedido, el cual agradezco sinceramente desde aquí. Parecía que no era la primera vez que algo así les sucedía. Es entendible que no todos los días sean perfectos, pero no debe cargar con la culpa de ello un cliente que ha desembolsado casi setenta euros por una cena a fin de disfrutar de un buen trato y servicio. En nuestro caso, lamentablemente, no experimentamos ni el placer de la cena ni el de un servicio adecuado, más bien todo lo contrario. La velada se tornó sumamente incómoda, con los ojos clavados de las personas que no sabían a qué se debía el espectáculo, especialmente para el chico menor de edad cuyo cumpleaños estábamos celebrando. Presenciar la situación con nervios y ansiedad mientras los mencionados empleados amplificaban una situación sin precedentes en nuestro hogar fue difícil para él. Desde luego, una hoja de reclamaciones no podrá devolverle esa noche. Sin duda, no recomendaría este lugar a nadie, ya que la vivencia de esta fatídica escena no se olvida fácilmente. Y, es que, una cena que debería haber sido para el recuerdo después de un día magnífico se convirtió en una cena desagradable e inconclusa. Eso sí, para el recuerdo: el...

Buenas noches. Una experiencia dantesca y un trato que deja mucho que desear......Acudimos a celebrar un cumpleaños en familia y a la hora del postre fui a coger una cuchara para tomar un helado y no había cucharas por ninguna parte.Al comentarlo a una de las trabajadoras trajo 4 cucharadas de muy malas formas porque supuestamente tenian el lavaplatos roto y tuvo que fregarlas a mano.Unos modales y una educación espantosa por lo cual le llame la atención y empezo a insultarme y ha hacer comentarios irrisorios con los compañeros asi que llamamos al encargado y cual fue nuestra sorpresa cuando este le comentó a mi marido que no se reian de mi,sino de la situación. Nos sentimos fatal y mi marido se enfadó mucho porque no querian darnos la hoja de reclamaciones y encima para tratar de amedrantarnos llamaron a seguridad del centro comercial y gracias a Dios porque rápidamente nos dimos cuenta que estos individuos(las dos camareras y el encargado) eran muy problemáticos y cada dos por tres organizaban unos follones con los clientes de padre y señor mio......Somos vecinos del barrio y hemos cenado varias veces en muerde la pasta grancasa pero desde luego no volveremos jamás y agradecemos al equipo de seguridad de grancasa dandoles las gracias por que en cuanto han venido nos han arropado muy gratamente. El lunes sin falta pondremos en manos del departamento del consumidor la pertinente...

No tengo palabras para mí mala experiencia, voy con mi mujer y mis dos hijas a las tres de la tarde de un día de diario, se supone que este "restaurante" cierra a las cuatro y media. Después de pagar 46€ por la entrada, me encuentro que apenas hay comida en el buffet, la poca comida que queda está seca y esparcida por las bandejas por los anteriores comensales, dando la impresión de ser sobras más que comida recién echa.

La poca pasta que quedaba en las bandejas estaba incomible, seca y escasa de salsa debido al tiempo que llevaba en las bandejas, las escasas porciones de pizza que quedaban eran trozos de masa fría sin apenas ingredientes ni sabor.

Al quejarme a la única empleada que estaba en todo el local, más una cocinera que estaba limpiando las cocinas, me dijo que a esas horas no hacían comida recién echa, quedando una hora y media todavía para cerrar, vergonzoso no?

Deberían advertir a los clientes, que comerán sobras antes entrar y pagar.

También hablaré de la escasa limpieza del local, cubiertos con restos de comida pegada, los platos también con restos asquerosos, los aseos sin jabón, el suelo pegajoso, tanto en los WC y en el área del restaurante.

En definitiva, me parece una vergüenza pagar una "pasta" por sobras de comida seca y dura, más con tanta insalubridad en la cubertería y las instalaciones, me sentí timado y asqueado, no...