Si tiene 50 años o sufre de alguna discapacidad, usted está fuera de este paseo. En cuanto uno llega se le exige el pago de $900 (a fecha 10/12/22) solo para dejar el auto y poder usar un baño público ya que la Cumbrecita es un paseo peatonal y no se permite el ingreso a vehículos pero ofrecen el traslado en pequeños colectivos o autos designados a la tarea. Uno acepta este destino por desconocimiento o aceptación de las reglas, pero acá es donde la desinformación por parte de personal de la municipalidad empieza. El auto uno lo deja a unos 900 metros aproximadamente del pueblo. De ahí tiene que comenzar un descenso por un muy cuestionable sendero con ripio, en el cual casi resbaló 2 veces con peligro de caer a piedras afiladas o desde alturas muy peligrosas. El sendero está a la vera de un camino asfaltado que desciende al pueblo, por el cual está terminantemente prohibido circular peatones pero es por el cual uno puede descender caminando de forma segura y humana. Después del terrible peregrinar bajo el rayo del sol uno se encuentra con el centro de turismo de la Cumbrecita, lleno de preguntas me acerco y consulto mis inquietudes sobre el dejar el vehículo y el descenso a lo que me responden que no es así, si algún miembro del grupo sufre alguna discapacidad, pueden descender en el vehículo con el que vinieron y llegar a la entrada del pueblo cerrando su respuesta con un "a los chicos solo le importa cobrar la estadía y no informan nada" y una sonrisa. Éramos un grupo de cuatro de los cuales dos estábamos incapacitados para realizar tal trayecto y después desplazarse por el pueblo con pendientes y senderos de ripio muy inseguros. Cualquiera que vaya tenga muy en cuenta esto, ya que no fuimos los únicos en quejarse y padecer la jornada. Fuera de eso la laguna de las truchas me pareció un paraíso ideal. Espero sirva de ayuda este aporte