La plaza fue escenario del desembarco chileno en Antofagasta, el 14 de febrero de 1879. En esa época, el sitio solamente era un sitio eriazo sobre el cual afloraban montículos rocosos. Este espacio ya había sido designado como plaza previamente, como se constata en el plano de la ciudad fechado en 1869. En esa época, la plaza se encontraba enmarcada por un templo parroquial, el cuartel de policía y su cárcel, y la escuela municipal.
Con la visita del prefecto de Cobija en 1873, la junta municipal encomendó a los presos la labor de eliminar las rocas de la superficie, para aplanar el irregular terreno de la plaza. Con aportes de los vecinos, se formó un jardín central, el cual era regado con una bomba, la cual fue instalada en 1874.
En 1875, la junta municipal recibió la donación de 35 árboles y una fuente por parte del intendente de Valparaíso, Francisco Echaurren. Además, durante los años 1870, se instaló una reja perimetral con cuatro crucetas giratorias, para evitar que los animales destruyeran el jardín central.
El 27 de agosto de 1880, el gobernador Luis García Reyes decretó cambiar el nombre a plaza Emilio Sotomayor. Esta denominación perduró hasta el 12 de octubre de 1892, cuando en el marco del cuarto centenario del descubrimiento de América, la plaza fue renombrada con su nombre original.
El 1 de febrero de 1906, el sindicato de trabajadores del Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia exigió un reajuste de horario laboral, petición que fue rechazada. Por este motivo, el 6 de febrero entre más de 3.000 trabajadores se levantaron en huelga, marchando en protesta hasta la Plaza Colón. El Ejército abrió fuego contra los protestantes, matando a 58 personas. El hecho se conoce como la matanza de Plaza Colón.
El 14 de febrero de 1979, aproximadamente 45.000 personas se reunieron en un carnaval para la celebración del centenario del día de Antofagasta.
El 29 de abril de 1996 se entregó a la ciudadanía la más reciente remodelación de la Plaza Colón, cuyo costo fue cercano a los $ 400.000.000. El espacio público fue reinaugurado por el entonces Presidente Eduardo...
Read moreLa Plaza Colón es el alma histórica y urbana de Antofagasta. Con un diseño en forma de manzana, este espacio público se sitúa a pocas cuadras de la costa, siendo testigo del crecimiento de la ciudad desde fines del siglo XIX . Su monumento más emblemático es la Torre Reloj, regalo de la colonia británica en 1911, inspirada en el Big Ben (aunque solo semejante en sonido), declarada Monumento Histórico en 1986 .
Complementan este escenario patrimonial el kiosco de retreta, donado por la comunidad croata e inaugurado en 1911, y la Estatua a España y América, obra que fusiona símbolos patrios de ambos continentes . Estos vestigios reflejan la diversidad cultural que ha forjado la identidad de la ciudad.
La plaza también guarda memoria dolorosa: en 1906 fue escenario de la violenta represión de una huelga obrera que dejó decenas de muertos. Hoy, un memorial lo recuerda junto a la torre reloj, reflejando así la dimensión reivindicativa y cultural de este espacio urbano .
Alrededor, se elevan edificios emblemáticos: la Catedral neogótica (1907-1917) con hermosos vitrales , la Biblioteca Regional, ubicada en un antiguo edificio neoclásico de 1930 , y el Teatro Municipal, inaugurado en 1981 con una arquitectura contemporánea que contrasta con lo histórico . También destaca la moderna Torre Icono, un rascacielos cercano que añade un matiz urbano contemporáneo al entorno patrimonial .
En síntesis, Plaza Colón es más que un parque: es un espacio vivo que combina belleza arquitectónica, memoria histórica, expresión cultural y dinamismo urbano. Es el corazón compartido de generaciones, donde la historia se respira a cada paso y dialoga con la vida moderna...
Read moreLa Plaza Colón en Antofagasta es un emblemático espacio público que refleja la historia y la cultura de la ciudad. Ubicada en un punto estratégico, esta plaza ha sido testigo de importantes eventos sociales y políticos a lo largo del tiempo, consolidándose como un lugar de encuentro y recreación para los habitantes locales y visitantes.
Su diseño combina elementos clásicos con toques contemporáneos, destacando áreas verdes, bancos y monumentos que enriquecen su atractivo visual. La presencia de la estatua de Colón, que da nombre a la plaza, simboliza la conexión con la historia de exploración y descubrimiento, aunque también invita a reflexionar sobre los diferentes aspectos de esa historia y su impacto en las comunidades originarias y en la formación de Chile.
Uno de los aspectos positivos de la Plaza Colón es su función como espacio de relajación y convivencia. Familias, turistas y estudiantes la frecuentan, disfrutando del ambiente tranquilo y del paisaje urbano que la rodea. Además, su ubicación en el centro de Antofagasta facilita el acceso a otros puntos de interés, haciendo de ella un núcleo importante en la vida cotidiana de la ciudad.
Sin embargo, como todos los espacios públicos, requiere un mantenimiento constante y medidas que aseguren su conservación y seguridad. La limpieza, la iluminación y la vigilancia son aspectos esenciales para mantener su atractivo y uso adecuado. También sería beneficioso que las autoridades promovieran actividades culturales y eventos en la plaza para potenciar su rol como espacio...
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