La Plaza Salvador del Mundo fue edificada en 1942, bajo la supervisión del arquitecto José María Barahona Villaseñor, en un terreno donado por la Sociedad Escalón Núñez S. A., para conmemorar la creación de la Arquidiócesis de San Salvador a través de la realización del Primer Congreso Eucarístico Nacional.

La plaza posee forma romboide y en el centro de ella se ubica el monumento al Divino Salvador del Mundo, al cual se tiene acceso por medio de senderos de concreto que conducen hasta las plataformas del monumento.

Dicho monumento fue construido por encargo de Concepción Araujo de Mena, en memoria de su padre, el expresidente Manuel Enrique Araujo, para ser colocado en su tumba en el Cementerio General de Los Ilustres. La escultura fue traída de Italia, elaborada en mármol de Carrara. Posteriormente, fue donada al arzobispo de San Salvador, monseñor Luis Chávez y González.

La imagen fue trasladada al seminario San José de la Montaña, lugar donde estuvo entre 1938 y 1942, frente a la fachada poniente del seminario. Tiempo después, la escultura se colocó en la cúspide del monumento que se construyó a la entrada de San Salvador, en ocasión de celebrarse el Primer Congreso Eucarístico Nacional.

La escultura se encuentra sobre un pedestal de concreto armado en forma piramidal, construido por don José Esteban Avelar Aquino, ornamentado con grandes cruces en cada uno de los costados y revestido con imitación de mármol por el guatemalteco Carlos Arenales, quien también elaboró las figuras de los continentes que se observan en el globo terráqueo sobre el cual se posicionó la escultura.