La Marktkirche Unser Lieben Frauen (en español: Iglesia del Mercado de Nuestra Señora) es una iglesia situada en el centro de la ciudad de Halle, en el estado federado de Sajonia-Anhalt, Alemania. Fue construida entre 1529 y 1554 y es la más reciente de las iglesias medievales de la ciudad. Su nombre oficial se abrevia a Liebfrauenkirche, pero también se la conoce como Marienkirche (Iglesia de Santa María) o Marktkirche (Iglesia del Mercado).
La iglesia se levantó en el lugar donde se encontraban dos antiguas iglesias en el área del mercado: la iglesia de Santa Gertrudis, al oeste, que databa del siglo XI y era la iglesia de los fabricantes de sal; y la iglesia de Santa María, al este, que databa del siglo XII y era la iglesia parroquial de los comerciantes y artesanos. Las torres de estas dos iglesias se integraron en el nuevo edificio. La Marktkirche tiene cuatro torres que, junto con la Torre Roja, son el símbolo de la ciudad y le han valido el apodo de «Ciudad de las Cinco Torres».
La Marktkirche fue impulsada por el cardenal Alberto de Brandeburgo, arzobispo de Magdeburgo y elector de Maguncia, que necesitaba una iglesia prestigiosa para su residencia. El cardenal poseía una gran colección de reliquias que quería guardar en una nueva iglesia dedicada a Santa María. Sin embargo, estas reliquias estaban relacionadas con el comercio de indulgencias que había provocado la Reforma protestante iniciada por Martín Lutero. Justus Jonas introdujo la Reforma en Halle y su amigo Lutero predicó varias veces en la Marktkirche.
La Marktkirche también tiene una estrecha relación con la música. En ella se bautizó Georg Friedrich Händel y recibió sus primeras lecciones de órgano. Johann Sebastian Bach inspeccionó el nuevo órgano y su hijo Wilhelm Friedemann Bach fue organista. Además, tanto el pietismo como la Ilustración tuvieron sus inicios vinculados a esta iglesia.
La Marktkirche es considerada una obra maestra del gótico tardío en Alemania central. Su nave tiene 88 metros de longitud y 25 metros de altura. En su interior se pueden admirar obras artísticas como el altar mayor renacentista con un retablo pintado por Lucas Cranach el Viejo; la pila bautismal gótica donde fue bautizado Händel; el púlpito barroco tallado por Heinrich Schröder; o las vidrieras modernas diseñadas por Charles Crodel.
La Marktkirche es uno de los principales monumentos históricos y culturales de Halle. Poco dañada durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia está protegida como patrimonio histórico desde 1965. Visitarla es una oportunidad para conocer mejor la historia religiosa, política y artística...
Read moreDie Marktkirche St. Marien Unser Lieben Frauen zu Halle (Saale) ist ein herausragendes Bauwerk, das sowohl architektonisch als auch historisch von großer Bedeutung ist. Mit ihrer imposanten Fassade und den hohen Türmen prägt sie das Stadtbild und zieht sofort die Blicke auf sich. Der Innenraum ist reich verziert und bietet eine beeindruckende Sammlung von Kunstwerken, darunter wunderschöne Altäre und kunstvolle Glasfenster, die eine besondere Atmosphäre schaffen.
Die Kirche ist nicht nur ein Ort des Gottesdienstes, sondern auch ein kulturelles Zentrum, das regelmäßig Konzerte und Veranstaltungen beherbergt. Die Akustik im Innenraum ist hervorragend, was die musikalischen Darbietungen zu einem besonderen Erlebnis macht. Die Führungen sind informativ und geben spannende Einblicke in die Geschichte der Kirche sowie ihre Rolle in der Stadt Halle.
Die Lage der Marktkirche im Herzen der Stadt macht sie zu einem idealen Ausgangspunkt für einen Rundgang durch die Altstadt. Ein Besuch der Marktkirche St. Marien ist eine wunderbare Gelegenheit, die reiche Geschichte und Kultur von Halle zu entdecken und sich von der Schönheit dieses historischen Ortes...
Read moreWenn man einmal auf dem Markt in Halle angekommen ist, dann kann und sollte man auch einen Besuch der Marktkirche in Betracht ziehen. Er tut nicht weh und kostet nichts, außer Zeit. An der Seite befindet sich etwas unscheinbar der Eingang. Belohnt wird man vom imposanten Anblick des Innenraums, der kunstvollen Kanzel, dem Kreuzgewölbe und dem Glanz vergangener Zeiten. Dem Ort gebührt ein angemessener Respekt und er lädt zum gedanklichen Verweilen ein. Ein Abstecher in die Kirche wird mit Ruhe und Friedfertigkeit belohnt. Vielleicht lohnt sich auch das Anzünden einer Kerze in Erinnerung an diejenigen die das Diesseits bereits mit dem Jenseits ausgetauscht haben, aber in unseren Herzen weiterleben. Es ist immerhin eine Kirche in historischer Pracht. Auch ohne Religiosität kann man den Ort etwas Schönes abgewinnen. Vorausgesetzt ist dabei natürlich, daß man grundsätzlich keinen Hass gegen einen Glauben in sich trägt. Für diesen Fall sollte man dem Ort seine Ruhe durch eigene...
Read more