Un mercado con mucha tradición e historia. De hecho, son dos mercados juntos en los que se pueden encontrar desde flores y plantas hasta animales vivos, pasando por una infinita variedad de comida y alimentos preparados, frutas y verduras, así como artículos diversos. Se venden productos cosechados en las chinampas cercanas como lechuga de diversas variedades, espinacas, acelgas, elotes, etc. Todo es muy fresco y conviene visitarlo temprano, antes de las diez de la mañana. Como muestra de los productos que difícilmente se encontrarán en otros mercados, está la venta de patas de borrego ya cocidas y que quedan deliciosas en un caldo o en un guisado típico mexicano de chiles y tomates. Asimismo, encontrarán tostadas de maíz recién elaboradas que son una delicia y señoras en las entradas que venden tortillas hechas a mano, azules o blancas, así como sopes y tlacoyos rellenos de papa y frijol negro recién hechos, ¡calientitos y listos para comer ahí mismo con una de las salsas que te proporcionan! Muy cerca de ahí, encontrarán tiendas para comprar cualquier variedad de chiles secos y moles ya preparados. También encontrarán molinos para moler sus especias y preparar sus propios moles. El único gran problema, que es del que adolecen casi todos los mercados en México es la suciedad y la falta de estacionamiento. La sociedad en general carece de educación y tira basura en cualquier lugar, desde los locatarios hasta los visitantes, por lo que es común ver los alrededores llenos de desechos y de malos olores. De ahí en adelante, todo es mucho mejor que ir a un supermercado. ¡Visítenlo!