En el interior del templo, se encuentra bajo la cúpula, un hermoso candil en forma de barco, formado con finos prismas que, forma par con el del Santuario de Guadalupe. Este fue restaurado en 1940-50, se quitaron los altares laterales, neoclásicos. Abriéndose en su lugar los nichos que hoy se ven con marcos dorados. Adornan el interior, muy buenas y muchas pinturas entre las que destacan las de Pedro López Caldera, Miguel Cabrera y principalmente de Antonio Torres.
La sacristía se considera la mejor que existo en la ciudad. Forma una unidad perfecta, a la que adornan la arquitectura, la escultura y la pintura. La sacristía abraza al altar Mayor de forma semi-exagonal, la primorosa portada que comunica con la Sala de Profundis a la sacristía, de cuyo lado interior forma parte el capialzado con el relieve de la impresión de las llagas de San Francisco. En preciosa, rica y equilibrada composición, el anónimo artista reconstruyó un pasaje de la deliciosa obra l Fioretti Di San Francesco. Cada cosa tiene un sentido: el Santo, semi-recostado; fray Leone lavándole las llagas; el Cordero: el manantial de las Aguas Vivas; Cristo en le cruz, que se retira y el dorado y los colores dan más vida al conjunto. Dos ángeles, en el muro, descorren el cortinaje que enmarca el relieve.
El convento franciscano se destruyó al abrirse la calle de Galeana. Al remodelarse, la estatua de Vicente Guerrero se trasladó al lado norte, en su lugar quedó la fuente, obra de Arias,...
Read moreEs uno de los templos más bonitos e importantes de la ciudad.
Está considerado una joya del barroco mexicano que fue construido por los franciscanos entre 1689 y 1692, aunque la torre grande se concluyó hasta 1709 y la torre chica en 1762.
Su fachada es estilo barroco y está construida en cantera con dos columnas dóricas, una de cada lado que flanquean los nichos en donde se ubican las imagenes de San Buenaventura y San Antonio. En el segundo cuerpo hay cuatro columnas y en el centro hay otro nicho que alberga a San Francisco.
En el interior se pueden observar valiosas pinturas de los importantes artistas Pedro López Caldera, Miguel Cabrera y Antonio Torres.
Se destaca la Sacristía que comprende el altar mayor y que guarda una composición equilibrada y el magnífico candelabro en...
Read moreAunque en su interior de pronto pasa desapercibido, es agradable detener la mirada un instante al barco que cuelga de la cúpula y recordar en la tranquilidad que caracteriza al templo de San Francisco el poema que Ramón López Velarde escribió para este exvoto, en otrora decoración del convento de la Merced. "Candil, que vas como yo enfermo de lo absoluto, y enfilas tu experta proa a un dorado archipiélago sin luto; candil, hermético esquife: mis sueños recalcitrantes enmudecen cual un cero en tu cristal marinero inmóviles, excelsos y adorantes" -Ramón López Velarde. Última estrofa del...
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