Víctor Larco Herrera ideó los ocho edificios en torno a la histórica plaza, inaugurados en 1925.
Está Plaza se denominaba Óvalo de la Reina, inicialmente unido a una de las puertas de la capital, que conectaba al puerto del Callao con el antiguo camino colonial, que, por entonces, era una vasta alameda orillada de huertas. Pero después del combate del 2 de mayo de 1866, el presidente Mariano Ignacio Prado dispuso la construcción de un monumento que perpetúe la memoria de los héroes. Mediante una norma publicada en El Peruano, el 7 de julio de 1866, se ordena al ministro plenipotenciario en Francia convocar a los artistas a un concurso público. En la obra debían estar representados los cuatro países aliados y en su cúspide una estatua del coronel José Gálvez Egúsquiza. Los proyectos fueron parte de una exposición en el Palacio de la Industria de París, en 1868. El diseño elegido fue el del escultor Emil Guillaume y el arquitecto Luis León Cugnot. En el pedestal de la columna, una estatua de bronce que simboliza al Perú con espada en mano defendiendo su pabellón y alrededor otras igual de colosales que representan a Chile, Ecuador y Bolivia. Al pie, y no en la cúspide, una estatua del héroe Gálvez. Sobre el pedestal se eleva una columna de mármol blanco adornada con palmas y sobre ella a una altura de 22 metros, una estatua en bronce de la Victoria alada con una espada en una mano y una palma en la otra. Recién el 29 de julio de 1874 se inauguró el imponente monumento considerado el mejor de la ciudad y uno de los primeros de América. Para entonces, las murallas de Lima ya habían sido derribadas. En 1924, la revista Variedades publicó un informe sobre la emblemática plaza y ponderaba: “Lima ha estado exhibiendo durante medio siglo, el más hermoso de sus monumentos en medio del más descuidado de sus arrabales, rodeado de misérrimas construcciones y de avenidas tristes y polvorientas”. . Sin embargo, Lima progresaba a grandes pasos. Se levantaban edificaciones suntuosas, imponentes palacios públicos y nacían las grandes avenidas. La capital, que en los primeros años de la década de 1920 fue descrita por Felipe Sassone como “la ciudad más española del mundo”, recibía ahora influencia de un estilo francés de una concepción artística formidable. El gobierno del presidente Leguía y notables empresarios competían por modernizarla. En ese marco, el empresario y filántropo trujillano Víctor Larco Herrera (1870-1939) ideó ocho edificios en torno a la plaza Dos de Mayo. “Habrá de tener Lima una plaza estupenda en la que la gracia dará la mano a la suntuosidad y la estética al confort”, informaba la revista Mundial. La idea era inaugurarla para el centenario de la batalla de Ayacucho, pero los trámites de ley y las rémoras lo impidieron. Recién a finales de 1924 se había terminado con la demolición de callejones, tabernas y carbonerías, para dar paso a la construcción de las modernas edificaciones de la plaza diseñadas por el arquitecto Claudio Sahut y finalizadas por Ricardo Malachowski. En un principio los ocho edificios de la plaza Dos de Mayo formaron parte de la urbanización del mismo nombre. Los edificios, levantados por centenares de obreros, se lucieron en 1925, durante ceremonia oficial por el aniversario del combate del 2 de mayo. Aunque son muy parecidos, tienen variada presentación. De techos altos, puertas delgadas y altas en forma de arcos, cornisas, amplios ventanales, balcones y torres con ventanas o mansardas. Las escaleras daban paso a modernos y amplios departamentos. Larco Herrera, un hombre acostumbrado al paisaje europeo, le había dado un magnífico entorno urbanístico al mejor de los monumentos de la ciudad y, a Lima, una puerta de ingreso digno, con el paso limpio de los tranvías provenientes del Callao y del balneario...
Read moreLos inicios de la plaza Dos de Mayo se remontan al primer gobierno de Mariano Ignacio Prado. Pocos días después del combate del 2 de mayo de 1866, el Gobierno dispuso que en el lugar llamado, en la época colonial, Óvalo de la Reina (donde, orientada hacia el mar, se levantaba la Portada del Callao), se erigiese un monumento para perennizar dicho encuentro bélico. Para su construcción, se abrió a concurso público, cuyas bases establecían que el monumento debía ser de mármol y bronce, tendría uno o más cuerpos y en su base se colocarían cuatro estatuas, representando a los países miembros de la Cuádruple Alianza contra España: Perú, Bolivia, Chile y Ecuador. En su cúspide se colocaría el busto de José Gálvez Egúsquiza, el secretario de guerra que muriera heroicamente en el combate, y en bajorrelieves se representarían los principales episodios del combate. También en los lugares convenientes se colocarían los nombres de todos los combatientes caídos ese día.
El gobierno peruano (cuyo Secretario de Gobierno y Obras Públicas era entonces José María Químper) nombró como comisionado de las obras al poeta Numa Pompilio Llona, quien permaneció siete años en Europa cumpliendo dicho encargo. Se dio como plazo el 21 de enero de 1868 para presentar los bocetos. Un mes después, entre 36 propuestas, se declaró unánimemente como ganadora al proyecto del arquitecto francés Edmond Guillaume y su compatriota el escultor Leon Cugnot, que ejecutaron la obra en París.
Todo iba encaminado de acuerdo al planteamiento original, hasta que, el 25 de abril de 1868, el gobierno decidió hacer un cambio radical: la escultura de Gálvez ya no debía ir, pues se consideró que el monumento debía tributar homenaje a todos los defensores del Callao y no solo a un individuo en particular. Guillaume y Cugnot atendieron el pedido y reemplazaron la estatua de Gálvez por la de la Victoria, similar al del Genio de la Libertad en la Plaza de la Bastilla de París. El monumento fue inaugurado el 29 de julio de 1874, ya bajo el gobierno de Manuel Pardo, siendo ministro de Gobierno y Obras Públicas Francisco Rosas.[Su costo fue de 220.000 francos. Su traslado y colocación demandaron unos 10 000 francos.
En 1924, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, el hacendado trujillano Víctor Larco Herrera financió con sus propios recursos la construcción de ocho edificios elegantes, de tres pisos y que emulaban a las edificaciones de las plazas parisinas. El plano original fue del arquitecto francés Claudio Sahut, habiendo culminado la construcción, con algunas modificaciones, el arquitecto polaco Ricardo Malachowski.
En las últimas décadas, la plaza fue cayendo en abandono. En los edificios había ferreterías y fábricas de cueros que funcionaban clandestinamente.
En el año 2011, grupos de manifestantes acamparon por varios meses en la plaza, originando serios daños.
A mediados del año 2014, la Municipalidad de Lima hizo pintar los edificios e iluminar la plaza. Semanas después, el 16 de octubre de 2014, aproximadamente a las tres y media de la tarde, se inició un incendio que consumió el piso superior de uno de los edificios que rodean la plaza. El incendio dejó 11 heridos.
La noche del 1 de enero de 2017, durante las celebraciones por el año nuevo, un nuevo incendio se registró en uno de los edificio monumentales que rodean la Plaza Dos de Mayo. En el local funcionaba una galería donde se vendían equipos e instrumentos musicales y está ubicado a un costado de la sede de la CGTP.Luego de este voraz siniestro, la Municipalidad de Lima declaró inhabitable el edificio y los locales comprometidos con el incendio debido al grave daño sufrido en las paredes de quincha y adobe, así como la destrucción de los sistemas de energía...
Read morePlaza Dos de Mayo is a vibrant historical square in the heart of Lima, offering a blend of cultural significance and modern life. Named after the Battle of Dos de Mayo, which was a key event in Peru’s fight for independence, the square is surrounded by beautiful colonial-era buildings and a prominent obelisk at its center, commemorating the battle. The area is a lively hub with cafes, shops, and street vendors, attracting both locals and visitors. Its central location and historical importance make Plaza Dos de Mayo a perfect starting point to explore the rich history of Lima while enjoying the...
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