We stopped at Altafulla en-route to L'Ametlla de Mar specifically for the Roman villa, having previously found the Ruïnes d'Empúries near L'Escala to be fascinating. We found parking in Altafulla to be challenging (Saturday lunchtime, late-August), but eventually located a spot on Carrer de la Fassina, a 15-minute walk from the villa. It took us roughly an hour to walk around the villa site - including time spent in the entrance building.
Positives: The ground floor of the entrance building was very well air-conditioned! The villa is a short walk from Altafulla's beaches, restaurants and cafes Signage around the site is in Catalan, Spanish and English Entry is relatively inexpensive at 4€ per adult
Negatives: The welcome in the entrance building could have been much more ... welcoming The site is very small compared to some of the other Roman ruins in Catalunya (to be fair, it is only a single villa) We found the numbered itinerary to be a little unintuitive, and we ended up unintentionally taking our own route through the site Some parts of the site may be unsuitable for younger kids. In particular, an area labelled as the "cisterna de agua" (photos of which appear in several of the reviews here) is a set of deep, empty reservoirs with minimal protection to prevent falls Some parts of the site like the "estancias calefactadas" have been rather unsympathetically reconstructed and/or covered The storyboards in the upper floor of the entrance building are in Catalan only. You need to ask for a returnable booklet of translations on entry
Summary: Best enjoyed by devoted Roman historians; there's not much here for the casual visitor. Head to Altafulla's beach and...
Read moreNos encontramos ante uno de los ejemplos más hermosos de villa romana con los que contamos en nuestro panorama nacional. La Villa romana dels Munts sorprende con toda su magnificencia por la monumentalidad y arte de los restos que se pueden contemplar hoy, que corresponden con los de la residencia del dominus (señor), la pars urbana. Sin embargo cabe ya puntualizar que no nos encontramos ante una residencia cualquiera, ya que su enorme extensión, lujo, y una extraordinaria infraestructura hidráulica nos dan a pensar que el propietario de este palacio debió ser uno de los principales de la ciudad de Tarraco, y es que uno de sus amos, Avito, fue de hecho Duunviro en la capital provincial. En cuanto al complejo visitable destaco 3 grupos de estructuras: los baños termales, las estancias señoriales y el conjunto de cisternas, decantadores y canalizaciones. Los baños termales sorprenden por ser un increíble ejemplo de este tipo de edificios, dotados de la disposición típica de sus salas (frigidarium, caldarium, tepidarium, apodyterium, atrio, etc), con un praefurnium (horno de calefacción) y una natatio (piscina de agua helada) en envidiable estado de conservación. También destacar el excelente estado de los muros que en muchos tramos conservan la decoración mural polícroma sobre estucado original y que deja ver patrones geométricos que alternan colores como el rojo, blanco y amarillo. El ojo atento será capaz de discernir en el zócalo de sus muros muchos fragmentos aunque pequeños de mármol de diferentes colores, representando esto todo un hito en cuanto a conservación en yacimientos arqueológicos. Las estancias señoriales representan la zona más vistosa y espectacular del conjunto, ya que conservan un suelo pavimentado con mosaico y varios muros con más de un metro de alzada la mayoría, recubiertos casi en su totalidad por pinturas murales en un excepcional estado de conservación con decoración geométrica y policromada. Seguramente los escombros del segundo piso de estancias, al derrumbarse sobre la planta inferior protegieron su integridad y hoy se puede observar en un estado prístino, que nos puede dar una idea de cómo debieron lucir todas las salas de esta increíble villa romana. El único detalle que se puede reprochar es que el visitante tendrá que conformarse con observar desde la distancia todo el espectáculo, ya que toda esta zona está protegida y su acceso restringido por razones más que obvias. Resaltar tambien la presencia inaudita de un Mitreo (templo de culto a Mitra) en el interior de la villa junto a estas estancias, una construcción muy singular que solía encontrarse en ciudades o campamentos militares pero infrecuentemente en este tipo de lugares, y que nos puede orientar para ver el tipo de poder, riqueza e influencia que ejercieron los dueños de la villa durante muchos siglos. Finalmente resaltar el notable estado de conservación de la cisterna, de cuya estructura se conserva la bóveda y algunos orificios por los que debieron transcurrir tuberías u otro tipo de canalizaciones. No lejos de allí encontramos un conjunto de ocho cisternas o decantadores divididas entre sí por pares de arquetas de medio punto, recubiertas en muchos segmentos por opus signinum (mortero impermeabilizante). Sorprendente su estado de conservación, el ojo atento divisara las compuertas y el conjunto de 4 orificios por el que seguramente se suministró agua, posiblemente proveniente de alguno de los dos acueductos conocidos de Tarraco, para su decantación y posterior distribución entre todo el complejo residencial. Llamó mi atención la enorme cantidad de huellas de canalizaciones que se distribuyen por todo el espacio y que no están señalizadas así que se trata de una curiosidad que los visitantes pueden descubrir por su cuenta. No puedo recomendar más encarecidamente la visita a este espacio, solo entonces se podrá entender porqué es una de las villas romanas de referencia en...
Read moreHier kann man sich eine römische Villa ansehen. Direkt in Altafulla gelegen mit Blick aufs Meer, fast unverbaut, kann man sich schon vorstellen, wie erhaben und pompös diese Villa vor 2000 Jahren gewirkt haben muss.
Sie wurde unter Augustus errichtet, im 2. Jh. umgebaut und war angeblich bis ins 7. Jh. n. Chr. bewohnt.
In dem Haus, wovon man noch die Überreste ausgegraben hat, finden sich wunderschöne und wirklich sehr beeindruckende Mosaike. Sie sind geschützt mit einem großen Dach über dem Haus, das gleichzeitig auch noch mal verstärkt, dass man sich wirklich in einem ehemaligen Haushaus befindet. Auch, sieht man immer noch sehr gut gemachte Wandmalereien, bei denen auch immer noch die Farbgebung nach 2000 Jahren zu erkennen ist.
Ein Teil der gefundenen Schätze sind in Tarragona in einem Museum ausgestellt und es gibt anscheinend auch noch eine Thermenanlage direkt am Meer, beides haben wir dann im weiteren nicht besucht.
Preislich wirklich attraktiv und es ist ein unerwartet großes Arial, auf dem man sich bewegt. Die Route ist mit Schildern ausgezeichnet und man kann bei jedem Schild nachlesen, wo man sich gerade befindet.
Sehr schade fand ich, dass man die Geschichte des Hauses nicht noch ein bisschen besser dargestellt hat. Bei vielen dieser Punkte, gerade wenn man auch mit Kindern darüber läuft, kann man sich nicht vorstellen, wie das einmal ausgesehen hat. Das noch einmal zu Bildern an den jeweiligen Halte punkten mit dem entsprechenden Text in Katalanen, Spanisch, französisch, Englisch, Deutsch… wie auch immer, wäre wirklich hilfreich, um die Vorstellungskraft ein bisschen anzukurbeln.
Sitzmöglichkeiten, in dem Bereich, um sich in Ruhe auch mal in die Themen einzulesen, haben definitiv gefehlt. Wir haben uns auf den nackten Boden gesetzt. War für uns jetzt kein Problem, ist aber sicherlich nicht für alle Besucher so geeignet. Getränke sollte man sich auf jeden Fall mitbringen, es gibt nichts zu kaufen.
Fazit: auf dem Hinweg oder auf dem Rückweg nach einer Tagestour kann man sich die römische Villa auf jeden Fall noch mitnehmen. Wir haben circa 1 Stunde dort verbracht und uns wirklich intensiv mit den Dingen beschäftigt. Ein längerer Aufenthalt ist...
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