Castillo de Arevalo — Attraction in Arévalo

Arevalo. Etimologicamente los linguistas no se ponen de acuerdo. Unos le atribuyen origen Celta "are" -junto a- y "valon" -muro o empalizada- Y otros derivacion de "arevaccei"- lugar entre rios- Muy buena restauracion del Castillo. Interesante exposicion del Museo del Cereal. Magnifico.

EXCMO. AYUNTAMIENTO DE

Arévalo

Castillo de los Zuñiga

El castillo de los Zuñiga fue construido entre 1469 y 1480 sobre la puerta norte del recinto amurallado de Arévalo. La construcción fue efectuada por los condes de Plasencia y duques de Arévalo Álvaro de Zuñiga y Leonor de Pimentel durante el periodo de su señorío sobre la villa. De aquellos años data la torre del bomenaje, que envolvió en piedra la citada puerta. Esta edificación es el elemento fundamental de la enigmática y primitiva fortaleza de planta rectangular inicial.

Tras la muerte de Isabel la Católica en 1504, el rey Fernando "el Católico" y el contador mayor Juan Velázquez de Cuéllar remodelarían la fortaleza basta 1517, dotándola de una planta pentagonal y cubos circulares en sus ángulos, además de la barbacana al frente sur. Se trata de la primera fortaleza artillera de España, preparada para el impacto de la balística de los cañones modernos por influjo italiano. En la obra participaron un gran número de moriscos y mujeres de la villa.

Superado el esplendor del siglo XVI y tras albergar diferentes alcaides que se encargaron de su aprovisionamiento y vigilancia, inició un lento declive que la llevó a ser prisión, cementerio y, finalmente, ruina. Con las restauraciones de los años 50 del pasado siglo XX, el Servicio Nacional del Trigo del gobierno de la dictadura de Francisco Franco transformó la ruina y restauró su fábrica para una nueva función como silo. En la actualidad alberga el Museo del Cereal, con la mayor exposición de...

Fue construido a finales del siglo XV (probablemente sobre las ruinas de uno anterior) en la confluencia de los ríos Adaja y Arevalillo, que hacen de foso natural del Castillo, por los Duques de Arévalo, Álvaro de Zúñiga y Leonor de Pimentel con planta cuadrangular/rectangular, entre los años 1469 y 1480. Por ello se le conoce también como Castillo de los Zúñiga. Este fortaleza mantiene en la actualidad visitas guiadas a su museo del cereal, ubicado en el interior de la Torre del Homenaje. La pega es que los lunes está cerrado y nosotros estuvimos en ese día en nuestra visita a la ciudad. Sí que pudimos disfrutar de la belleza de la última reforma de la fortaleza. La primera, que fue efectuada por el rey Fernando el Católico, finalizó en el año 1517, pasando a tener ya su actual planta pentagonal. En cada extremo hay una torre cilíndrica, salvo una que no se ha conservado y de la enorme Torre del homenaje. Ha sido, en el pasado, cementerio e incluso prisión. El edificio, que en el siglo XIX era municipal, en la actualidad es del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y los gestiona el Fondo Español de Garantía Agraria. En las inmediaciones es fácil encontrar aparcamiento. Hay similitudes con la fortaleza de Coca (Segovia). Sus muros fueron edificados en sillería, su parte baja, y con ladrillo (muy frecuente en este zona de Castilla) su parte alta, al más puro estilo mudéjar. Es el primer castillo artillero que se construyó en España. La estructura del recinto que hoy podemos apreciar es mucho menor que la de su original por ello se ven restos de una parte de la construcción original justo delante de la puerta de...

Visita tan obligada cómo inesperado su contenido. Atraído por la mejor mujer de Estado que hemos tenido, Isabel la Católica, visité el Castillo y Silo de Arévalo. Buscando testigos de nuestra historia me encuentro un maravilloso museo que refleja el esfuerzo que se hizo a partir de los años cuarenta para mejorar la economía y el comercio agrario con la construcción de una red de silos en toda España para el depósito y transito de cereales. Encontraremos además una maravillosa colección de cereales, con sus infinitas variedades muy bien presentadas. Todo muy bien explicado de manera didáctica y amena si dejar de ser rigurosa. Por otro lado todas las instalaciones están impecables no solo de conservación sino de limpieza también, impecables. Me gusta además de este museo que reconoce que durante esos "cuarenta años" hubo también excelentes profesionales que ya sea a través del sector privado, o en este caso el público, hicieron un extraordinario esfuerzo por hacer de España un país mejor y que habitualmente por haber nacido en un periodo autoritario de nuestra historia no reciben en muchos casos el reconocimiento que merecen. Todo esto no tendría el mismo valor sin el equipo de personas que nos atendió. Absolutamente profesional; con formación, explicando muy bien las cosas y con un estilo personal de una amabilidad cada vez más escasa. Personas encantadoras que sin ninguna duda marcan la diferencia en la visita. Muchas gracias por todo. Un...