Asador Casa Felipe — Restaurant in Arévalo

Nos acercamos a este restaurante, en nuestra condición de colaboradores de google en esta categoría. Sorprendente que la temperatura del restaurante fuera elevada y húmeda. Estamos en Arévalo- Ávila, justo a temperatura de 22° C en el exterior tras una tormenta y lluvia. El ambiente interior propio de un invernadero tropical. Afortunadamente, a la media hora se decidieron a encender el aire acondicionado. El lugar, un salón exterior acristalado, era bonito y agradable. No obstante, la denominación del lugar no deja de ser desternillante, aunando lo francés con algo tan contrario como Castilla y, especialmente, Arévalo, tierra de Isabel la Católica. Los productos alimentarios estaban buenos, cierto que la realidad calidad precio desorbitada, pues en cualquier restaurante de la zona obtendrás igual calidad y mucha mas cantidad, por menos precio (la tercera o cuarta parte). Lo peor del lugar, una señora, aparentemente, erigida en maitre, que directamente nos negó la posibilidad de menú, descrita en carta, que, curiosamente, si ofertó a otro grupo, al parecer conocido. Por otra parte, a pesar del gran importe de la factura, gran premura por despachar al cliente, por parte de esta supuesta maitre, de nacionalidad extranjera, a diferencia de una camarera de la zona muy amable. La referida supuesta maitre al final de nuestra estancia, tuvo el atrevimiento de lanzar ciertas arengas, al lado de nuestra mesa, en lenguaje coloquial con otra, con consignas deportivas y políticas específicas, que no pudieron mas que ser confrontadas por mi parte, pues me parece improcedente que se den situaciones así y que se permita ejercer en la restauración a personas de esta guisa. Cuando alguien va a un restaurante no quiere que le suelten sus ideologías, políticas o cariños deportivos, especialmente, cuando no conoces a los comensales, y estableces unos precios...

Casa Felipe: Típico restaurante asador de Castilla y León donde esperas encontrar un buen servicio, buena comida y un lugar agradable. Empezamos mal cuando pedimos la carta y menús y nos trajeron los dos menús más caros cuando habíamos visto uno a 16,50€ (el más económico). Cuando se lo comentamos nos trajeron a regañadientes dicho menú. Ya que había pocos restaurantes abiertos (por la COVID19 imagino) decidimos quedarnos ya que estábamos de paso. Me preocupa que sirvan la cerveza en una copa pequeña y un poco mal tirada la verdad. Daba para dar apenas dos sorbos. En cuanto a la comida, probé la ensalada mixta (típica, buena, las aceitunas podrían poner algunas más decentes) y los espárragos (4 y solo con mayonesa). Los segundos platos estaban muy buenos. El revuelto de morcilla con piñones y pasas excelente, las croquetas (caseras, buenas, pero eché de menos algún tropezón de jamón) y el filete de ternera empanado (muy bueno, tierno, pero con un exceso de aceite) acompañado de unas patatas muy bien hechas. El pan estaba incluido y estaba muy bueno. Finalmente, no nos dieron a elegir entre muchos postres, el único casero era "tarta de la casa" que al preguntar qué llevaba me contestó el camarero: nata y chocolate. Ante esta descripción (que podría ser cualquier tipo de tarta) decidí arriesgarme. En realidad era cuajada con una base de galleta y chocolate fundido por encima. Estaba muy buena, la verdad, la recomiendo. Si pongo una valoración tan baja no es por la comida, sino por la atención del camarero, el intento de engaño con el menú (que vimos que no fuimos los únicos) y por esa caña tan ridícula y mal tirada. Deberían mejorar el trato al cliente, aunque esté de paso y quiera comer un menú económico. Quizá vuelva para probar el cochinillo en otra ocasión con más tiempo, y espero que el...

Fuimos a desayunar. Café y una tosta de jamón con tomate, creo que algo bastante usual y sencillo. El que atendía creo que era el dueño del local (creo, no aseguro). Empecemos por el café: pido uno sin lactosa y me dice que no tiene. Lo dijo inmediatamente y con firmeza. Al poco veo que sí tiene encima de la cafetera un brick de leche sin lactosa, cuando ya había finalizdo mi café. Los cafés tremendamente malos, casi que mejor los de cualquier cafetera de vending. La tosta una odisea. Primero nos insistió repetidas veces en que tomásemos una pulga de jamón (que la tenía preparada en el mostrador) y que era igual que una tosta. Ufff, de parecido nada. Una tosta de jamón con tomate no tiene que ver con una pulga. Declinamos su oferta y perseveramos en la tosta, especificando que tostadita, con mantequilla y su jamón. Terminamos el café sin que llegara. Tardó lo menos 15 minutos y eso que solo había tres personas en la barra. Por cortesía ibamos a comerla aunque ya con el café haciendo la digestión, pero resulta que saca una rebanada pequeña de pan sin tostar (ya el que no tuviera mantequilla resultaba lo de menos) y una loncha seca de jamón encima. Vamos, que de plantar esa suela de zapato al menos que lo hubiera intentado disimular con un chorro de aceite!! 15 minutos para sacar una rebanada de pan pequeña de un dedo y medio de grosor y una loncha seca!! El mismo por iniciativa le dijo a la persona de cocina que no era lo que él le había dicho, q era una tostada. Viendo lo que había tardado en cortar una rebanada y poner una loncha seca de jamón encima, le dijimos que eso no era lo que habíamos pedido y que nos cobrara el café, que nos íbamos porque no podíamos esperar más. Encima nos miró mal!! Eso era para habernos invitado al café, después de 15 minutos de espera!! Horrible. Una malísima...