Su historia se remonta en el siglo XVI, cuando Don Gonzalo Fernández de Córdova, llamado el Gran Capitán, donó sus terrenos para construir el monasterio, el cual sería el mausoleo familiar. En un principio, la zona donde quería construirlo era la Fuente de las Lágrimas, cerca de Alfacar, pero finalmente, los monjes fundadores, decidieron cambiar la ubicación. Este hecho hizo que el Gran Capitán se molestara y abandonara así el proyecto.
Las obras empezaron en 1596, pero fue tres siglos más tarde cuando terminó su construcción. Por ello, la variedad de estilos predominan; el Gótico, el Renacimiento y el Barroco. En el monasterio vivieron los monjes de la Cartuja, que provenían del Monasterio de Santa María del Paular, hasta que en 1835 fueron expulsados, destruyendo el claustro y las celdas siete años después.
Diferentes salas, la iglesia, el refectorio o la sacristía, son algunos de los lugares que se pueden apreciar durante la visita al monasterio.
La visita empieza en el Claustrillo, el lugar donde conectaban las dependencias comunes de los monjes. Un lugar lleno de paz, en un patio con una fuente en el centro y rodeado de diferente plantación, con el olor que destaca de los naranjos.
Siguiendo el recorrido, se encuentra el Refectorio o comedor de los frailes, muy curioso por las obras de Fray Juan Sánchez Cotán o los cuadros como la Santa Cena. Junto a este lugar, hay diferentes salas que eran el lugar donde los monjes hacían la penitencia.
En la iglesia se encuentran los mayores tesoros. Se divide en tres partes; la parte de los fieles, el coro de los hermanos legos y el Altar Mayor. En este último se encuentra el Sagrario, un altar con su baldaquino de auténtico mármol de Lanjarón.
Finalmente, está la Sacristía. Llamada 'la Sacristía más bella del mundo', es especial porque era el lugar donde los frailes se preparaban para la misa comunitaria, el momento más importante del día para ellos.
Paredes blancas, mármol de color rojizo, baldosas blancas y negras en forma de rombo, todo un lujo y descubrimiento que te dejará con la boca abierta por su preciosa...
Read moreThis may be the single finest example of Spanish Baroque architecture I have ever seen. The trompe l'oeil retablo in the room next to the refectory is mind blowing in the quality of execution, the ceiling of the church nave is covered with incredible plaster work, and the sancta sanctorum is one of the most beautiful spaces I've ever been able to stand in. As an architect, this building rivals the Alhambra for the title of the best building in Granada. If you are a fan of art and architecture, make sure to give yourself at least a couple of hours in this...
Read moreEl Monasterio de la Cartuja de Granada es uno de esos lugares que cautiva por su serenidad y asombrosa riqueza artística. Ubicado a las afueras del centro histórico, este monasterio es una joya del barroco español que invita a los visitantes a sumergirse en la tranquilidad de la vida monástica y en la belleza arquitectónica de siglos pasados.
Fundado en el siglo XVI, su exterior sencillo y austero contrasta con el deslumbrante interior, que sorprende con una explosión de detalles barrocos. La capilla mayor es, sin duda, la estrella del recinto, con sus elaborados retablos dorados y la exuberante decoración en mármol que parece tocar el cielo. Especial mención merece la sacristía, una obra maestra del arte barroco en España, donde la talla y el estuco se combinan para crear un ambiente de solemnidad y devoción.
Cada sala del monasterio ofrece una nueva sorpresa: desde los patios tranquilos y austeros hasta las celdas de los monjes, todo está impregnado de una atmósfera que refleja la vida contemplativa y silenciosa de los cartujos. El sagrario, con su deslumbrante cúpula y la abundante ornamentación, es un testimonio de la capacidad de la orden cartujana para crear un espacio que invita tanto a la oración como a la admiración.
Una visita al Monasterio de la Cartuja no solo es un recorrido por la espiritualidad y la historia de la ciudad de Granada, sino también una experiencia estética única. A pesar de ser menos conocido que otros monumentos granadinos, su visita es imprescindible para los amantes del arte y la arquitectura.
Consejo: No te pierdas la vista del paisaje circundante desde los patios, una de las muchas recompensas silenciosas que ofrece este...
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