Como almeriense que ha aprovechado un fin de semana para escaparse a Madrid y alrededores, me encantó descubrir el Museo de Escultura de Leganés “Luis Arencibia”. Es una opción perfecta para desconectar del bullicio de la capital y adentrarse en un espacio de arte que se funde con un paisaje urbano y natural de forma muy relajada.
Partí desde Madrid capital, tomé el metro Sur hasta la estación Casa del Reloj, y desde allí fue un paseo corto hasta el museo, situado en la Avenida del Museo número 4. La conexión es sencilla y el trayecto, cómodo. Al llegar al recinto, me encontré con un espacio inmenso, de unos veintisiete mil metros cuadrados, dedicado por completo a la escultura contemporánea al aire libre. Los caminos de tierra, el césped cuidado, los árboles y las esculturas de gran tamaño dispersas por todo el parque crean una sensación de armonía muy especial. Para alguien del sur, acostumbrado a la luz intensa y a los paisajes áridos de Almería, resultó refrescante ver cómo el arte podía convivir tan naturalmente con el verde del entorno urbano.
La colección del museo reúne obras destacadas de la escultura española del siglo XX y comienzos del XXI. Entre los artistas representados figuran nombres como Martín Chirino, Jorge Oteiza, Agustín Ibarrola, Pablo Serrano, Juan Bordes o Francisco Leiro. Cada pieza tiene su propio espacio y parece dialogar con el entorno. Al estar al aire libre, las esculturas cambian con la luz y las sombras del día: el viento mueve las hojas, las nubes filtran el sol, y todo eso altera la percepción de las formas. Esa interacción con el tiempo y el clima hace que la visita no sea solo visual, sino también sensorial.
Recuerdo quedarme largo rato frente a una obra abstracta de hierro oxidado. Caminé alrededor, observé cómo el color se mezclaba con el cielo nublado de noviembre y cómo el sonido lejano del tráfico se atenuaba entre los árboles. Fue un momento inesperadamente íntimo, una experiencia difícil de tener en los museos cerrados y saturados de gente. Me sorprendió descubrir que la tranquilidad también puede ser una forma de entender el arte.
El ambiente del museo es sereno y accesible. No hay colas, no hay prisa, y la entrada es gratuita. Pude detenerme sin sentirme observado, hacer fotos con calma y simplemente disfrutar del paseo. En total, pasé poco más de dos horas allí, sin necesidad de organizar todo un día. Además, el entorno está bien cuidado y se nota el esfuerzo del Ayuntamiento de Leganés por mantenerlo como un espacio público de calidad.
Lo que más me gustó, quizá, fue el carácter local del lugar. Leganés no es una parada habitual del turismo madrileño, y eso convierte la visita en algo más auténtico, más cercano. No hay tiendas de souvenirs ni cafeterías temáticas: solo arte, aire, silencio y vecinos que pasean o leen bajo los árboles. Para un viajero que viene de Almería y busca un plan distinto, es una experiencia muy gratificante.
Si tuviera que dar algunos consejos a futuros visitantes, diría que lleven calzado cómodo, porque lo mejor del museo se descubre caminando sin rumbo. Conviene llegar por la mañana, cuando la luz es más bonita y el parque está tranquilo. También es buena idea explorar los alrededores: hay cafeterías y pequeños bares donde tomar algo antes de volver a Madrid. Y si se viaja sin coche, el metro Sur o los autobuses conectan perfectamente con la capital.
En conjunto, mi visita al Museo de Escultura de Leganés fue una de las mejores sorpresas del fin de semana. No lo consideraría una visita obligatoria de Madrid, pero sí una parada muy recomendable para quienes quieren alejarse del turismo masivo, respirar aire libre y descubrir un rincón artístico singular. Es un museo que se vive caminando, mirando y respirando, más que observando con la cabeza inclinada. Por su serenidad, su integración con la naturaleza y su apuesta por la escultura contemporánea española, le doy una valoración de ocho sobre diez. Una joya discreta a solo media hora del centro, ideal para quienes, como yo, viajan desde lejos en busca de algo más que...
Read moreEl "Museo de Esculturas de Leganés" pasa a llamarse: "MUSEO DE ESCULTURA DE LEGANÉS LUIS ARENCIBIA". Casi dos años después de su fallecimiento, el pleno municipal de Leganés el 23 de febrero del 2023 da su nombre al museo por el que tanto luchó Luis. El 18 de Mayo del 2024 en un acto institucional se oficializó el cambio de nombre ante las autoridades y un buen número de vecinos y amigos de la cultura y el arte. Sin el empeño de personas como Luis Arencibia Betancourt y el trabajo de otros compañeros suyos de la cultura y el arte como Miguel Piñar entre otros, no gozaríamos de este estupendo espacio cultural al aire libre, orgullo de todos los leganenses. Ahora por fin su nombre quedará para siempre en su querido Museo de Esculturas en un acto institucional de merecido reconocimiento. El Museo de Escultura de Leganés Luis Arencibia es un espacio único, que no puedes dejar de visitar. Un bonito parque y jardines al exterior de una superficie de unos 27.000 metros cuadrados. La mayor parte de la colección pertenece a los fondos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y se van añadiendo tanto en el recinto del Museo, como en las calles, parques y plazas de Leganés, las obras de autores como Eduardo Arroyo, Martín Chirino, Ángel Ferrant, Agustín Ibarrola, José Clará, José Hernández, Miguel Piñar, Luis Arencibia y muchos otros. El "Museo de Esculturas de Leganés Luis Arencibia" es incapaz de contener tanto arte y cultura. Las obras escapan de su perímetro para instalarse por toda la ciudad. Como ejemplo, Ibarrola realizó en 2003 su gran escultura Satélite, con la que quiso simbolizar la lucha por la libertad, esta figura es una gran esfera de nueve toneladas de peso que se considera del museo pero está fuera a pocos metros en el recinto ferial. El acceso al Museo de Escultura de Leganés es libre. No tendrás que abonar ninguna entrada. Únicamente debes tener en cuenta que cierra durante las noches. ♿...
Read moreMUSEO DE ESCULTURA DE LEGANÉS El Museo de Escultura de Leganés surge en 1.984 por iniciativa del Área Artística del Ayuntamiento de Leganés y un grupo de jóvenes escultores entre los que se encontraban Susana Solano, Eva Lootz, Adolfo Schllosser, Tony Gallardo, Ángeles Marco, Mitsuo Miura y Francisco Leiro, entre otros artistas.
El Ayuntamiento eligió para museo un amplio espacio de 27.000 m2 en el centro de la ciudad. El primer proyecto corrió a cargo del arquitecto Jerónimo Junquera con aportaciones de otros profesionales, como el también arquitecto Estanislao Pérez Pita o el ingeniero José A. Fernández Ordóñez. La idea recibió el apoyo del crítico de arte Francisco Calvo Serraller quién aplaudió la iniciativa con un artículo publicado bajo el título “Un proyecto ejemplar para Leganés” (El País, 1984). El elevado coste de este magnífico primer proyecto impidió su...
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