Desafortunadamente ha resultado una visita bastante decepcionante, no solo porque no se respira en ningún momento la vivencia cotidiana y familiar de Rosalía de Castro, sino sobre todo porque apenas se hace referencia a lo que posee mayor interés de su figura, es decir, su obra literaria, particularmente su poesía, tanto en gallego como en castellano. Por el contrario, quizá atendiendo a los impulsores de la restauración y conservación de esta vivienda, se atiende a su galleguismo (olvidando por cierto la severidad de las críticas recibidas por parte de los galleguistas más puros del momento tras la publicación de Follas novas, ya que se alejaba de las raíces populares) y a su presentación como una precursora del feminismo (por añadidura y paradójicamente no solo se omiten las frecuentes y lacerantes desavenencias conyugales con Manuel Murguía, sino que se le presenta al mismo nivel intelectual que Rosalía, cuando cualquier persona con un mínimo de educación cultural sabe que las diferencias son más que notables entre la brillantez poética de Rosalía y las provincianas miras de semejante paleto contemporáneo). En la pobre tienda de la entrada no se deciden a convertir a Rosalía en un icono pop galaico y los únicos libros que se venden resultan disuasorios para cualquier lector interesado. Ni siquiera tienen la decencia de vender las diferentes ediciones literarias actuales, ni en gallego ni en castellano. Eso sí, hay mucha banderita gallega, como muestra de la afición patria por hincharse los nacionalismos nacionales o regionales, ya se sabe. Para colmo de males, acaban de otorgar una ayuda para la restauración del jardín de la casa por la bonita cifra de 90.000 euros, ganas dan de convertirse en jardinero, que para justificar tamaña inversión han pergeñado un jardín más propio de una quinta ríoplatense que de un húmedo jardín umbrío gallego, del que por cierto hay una preciosa muestra en la entrada a Padrón. Los absurdos anacronismos de la casa museo solo se justifican si lo que se pretende es aumentar los ingresos financieros de su gestión, pero que lo alejan dolorosamente de una realidad histórica y del fantasma de Rosalía de Castro que pudiera intuirse en dicho espacio más turístico que cultural. Eso sí, todo está muy limpito, muy arregladito, muy aseado, para las hordas de iletrados y visitantes ignorantes. Ya digo, una lástima, una visita decepcionante, una...
Read moreEs importante saber qué es lo que se va a visitar cuando alguien va a esta casa museo. Esta es la casa donde Rosalía vivió los últimos cinco años de su vida y donde murió. Estamos hablando de la figura fundacional de la literatura gallega moderna (Cantares Gallegos y Follas Novas) y una de las figuras más importantes, junto con Bécquer, del postromanticismo español, con En las orillas del Sar. Vamos, por lo tanto, a visitar una casa. Que nadie espere ver decenas de salas o miles de objetos, pues, repito, es una casa museo, en la que se percibe la presencia eterna de nuestra Rosalía. Especialmente emocionante es entrar en la habitación en la que falleció, en cuya cama, sobre la almohada, hay constantemente una flor que se renueva todos los días. Es este un templo para todos los gallegos que amamos nuestra tierra y nuestra lengua, por lo que no debería resultar a nadie una ofensa que toda la cartelería esté en gallego. La planta inferior está dedicada a la historia de la adquisición de la casa y a algunos aspectos de la vida de la poetisa. La cocina y la parte de arriba, recrea la vivienda original, con algunos muebles originales y otros adquiridos, pero todos de época. Es, por lo tanto, una visita que se hace en poco tiempo, pero muy intensa desde el punto de vista de las emociones. En el exterior hay un bonito jardín. Por último, la entrada cuesta 2 €, que se dedican al mantenimiento de la...
Read moreInteresting Museum about the life and times of Galician poet and iconic figure here, Rosalia de Castro. This is the house where she died. The gardens are beautiful too especially the amazing trees. Could do with being maintained better.Although a bit out of town it's well worth a visit next to Train Station. For pilgrims there's a short-cut from here back onto the Camino if you cross the railway and walk...
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