Pésimo. Al llegar la primera impresión de las áreas externas no fué muy buena ya que el sitio estaba un poco alejado de todo y solitario. Al entrar al parque, bastante lúgubre, poca iluminación. El personal nos vió entrar y ninguno se inmutó ni a saludar por lo menos, eche un vistazo había muy poca gente pero decidimos quedarnos de igual manera. A los 3 o 4 minutos de estar allí parada, me acerco a una de las chicas para preguntar si se podía o no entrar (porque como ni se movieron creí que estaban por cerrar o algo) y me dijo si si ok ya mi compañera te atiende. Cuando por fin, me dice si quería 1 o 2 horas pero llegamos a las 20:35 aprox y nos atendieron a las 20:45, o sea que 2 horas (por la hora del cierre) no se podía pero igual lo preguntaron. Entramos, y si tienen áreas grandes y llamativa la decoración pero de alguna manera no da buena impresión, es un parque oscuro, los niños van a su bola, ninguno del personal ni les toman en cuenta y los del personal que estaban tanto en la entrada como en la barra lo que daban era solo ganas de salir corriendo (malas caras y apatía total). Nos quedamos "obvio" por las niñas, que ya habíamos pagado; sin embargo, hasta ellas se aburrieron y nos fuimos a la media hora de estar allí. No pedimos nada para consumo ( porque ni ganas daba), pero los precios son un poco altos. No lo recomiendo. No nos gustó la experiencia. Ni fotos tomé porque ni provocaba y hay muy pocas áreas de acceso a los adultos.