Conocida como Cuevona sin más.

Menos conocida que la de Tito Bustillo para los no versados en materias tan interesantes. Siendo el acceso por el mismo edificio que la cueva "famosa".

Podríamos decir que es una cueva de reciente descubrimiento y actual explotación turística.

Perece ser que dentro de los "descubridores" oficiales la gente del pueblo ya la conocía con anterioridad.

Pero la insistencia y la formación de ese grupo de jóvenes, hizo que se moviera la maquinaria burocrática de las administraciones de aquella época y así poner de relieve la importancia de la cueva; tras su estudio.

La visita es corta pero no por eso no deja de ser interesante.

Las explicaciones del guía no tienen desperdicio. Comienza las explicaciones desde que arranca la formación de la cueva, hasta nuestros días.

Este guía, del cual por desgracia no recuerdo el nombre; me pareció una persona muy concienciada con la difusión de la historia y de que ésta se siga preservando con un rigor digno de las generaciones que nos preceden.

Visita restringida al personal de movilidad reducida ya que el acceso está limitado a un número considerable de escaleras.

Visita apropiada con niños ya que es corta y no entraña peligro.