Un circo romano es una construcción oblonga, de gran volumen, longitud y anchura, construida sobre esqueletos de hormigón, unas veces en forma de bóvedas, otras veces aprovechando el terreno natural. Estos descomunales edificios con una silueta inconfundible en el horizonte de cualquiera urbe romana, tenían esta morfología porque la necesitaban, ya que en ellos se realizaban carreras de carros tirados por caballos. No, no es un teatro, un teatro tiene un graderío semicircular y en él se representaban obras de teatro; y no, tampoco es un anfiteatro, con un graderío ovalado en que se realizaba la caza de bestias y luchas entre gladiadores (por citar algunas breves e inconfundibles características de tan dispares edificios de espectáculos). Aclarado este punto, pasamos a interpretar este interesantísimo espacio que nos ocupa en esta ocasión, último y triste aunque magnánimo vestigio del que fue el colosal circo romano de Saguntum. Se estima que fue construido durante el siglo II d.C. durante un proceso de ampliación urbana y monumental del municipio (observada también en la transformación del área de la Vía del pòrtic, que pasó de ser una zona de necrópolis a estar incluida en la trama urbana de la ciudad, con edificios, calzada empedrada, cloaca y pórtico), en el que básicamente se erigieron una serie de nuevas estructuras de carácter lúdico, civil y religioso en la parte baja de la ciudad, ampliando también la red de calles y edificios residenciales. De todo este gran programa edilicio se conserva únicamente una puerta meridional perteneciente al circo romano, sin duda alguna el más ambicioso proyecto de este gran programa que buscó dotar de nuevo esplendor y alcance a una urbe asociada al mundo romano desde antes de nuestra era, cuando prácticamente el resto de Hispania todavía no había sido romanizada. No es de extrañar por tanto, que en el transcurso de los años y con la paz y el esplendor vividos durante los dos primeros siglos de nuestra era, se efectuaran obras de este calibre en la fiel ciudad y aliada de Roma desde muy antiguo. Los restos del circo fueron visibles durante mucho tiempo, existiendo documentación al respecto desde el siglo XIX y por parte de diversos autores. Sin embargo en 1960, al encontrarse sus suelos en una propiedad privada el sitio se declaró como terreno urbanizable, condenando para siempre los vestigios de tan impresionante monumento, cuyos exiguos restos (si es que queda alguno) descansan hoy bajo las calles y edificios de la ciudad actual. Hay que entender la magnitud de esta desastrosa decisión, pues que una ciudad romana exhibiera en su panorama urbano la presencia de estos titánicos edificios, no solo era un hecho extraordinario sino que representaba también un símbolo del prestigio, poder y auténtica romanidad de la urbe. Baste decir que solo conservamos restos de nueve circos romanos en toda España (aunque se conoce la existencia de unos cuantos más), y uno de éstos restos es la puerta meridional de la que estamos tratando. No obstante de haberse respetado el importantísimo monumento, Sagunto contaría con un yacimiento de valor incalculable, muy probablemente a la altura de los magníficos circos de Tarragona o Mérida. Aún así debemos agradecer el hecho de que se salvara (aunque fuera una mínima parte de todo el edificio) ésta bellísima puerta meridional del circo, sin duda alguna una de muchas, pero que con una entereza y grado de conservación auténticamente impresionantes, exhibe en su opus quadratum una robustez y proporciones muy dignas de mención, que maravilla por su esmerada confección, y cuyo tamaño asombra al que la encuentra. Huelga mencionar que se trata solo de una entrada secundaria, y aún así mostrando tal esplendor y perfección arquitectónica, supone un único susurro, apenas perceptible que nos hace imaginar las increíbles dimensiones y el suntuoso y espléndido aspecto externo de la fachada del mastodóntico edificio, cuyos restos para desgracia del mundo, hemos perdido...
Read moreSituado extramuros, junto al antiguo Udiva (hoy río Palancia), la construcción original tenía unas dimensiones de 354m x 73m.
Al estar el solar en que se encuentra, de propiedad privada, no fue declarado monumento historico, quedando sin protección legal que hubiera facilitado su conservación, siendo incluso clasificado como suelo edificable posteriormente.
Después de la edificación de viviendas modernas, el único testimonio visible es una puerta secundaria que abre a la calle Huertos. Se trata de una puerta meridional secundaria (1,20m de luz), construida con sillares de gran tamaño, no documentados en el resto del edificio. A lo largo de 6,70m y con una altura conservada de 5,20m, aparece la estructura a través de la cual se entraba a una tribuna del circo, pasando por un corredor de 2,10m...
Read moreEl circo se extiende en dirección E-O junto a la orilla meridional del río. Tiene un aforo estimado de unos 15.000 espectadores. Este monumento se halla enterrado en su mayor parte, siendo visible únicamente una de las puertas de entrada situada en la calle de los Huertos. Los restos de este acceso meridional (la entrada principal desapareció) tiene forma de prisma rectangular, con una altura de 4 metros, anchura frontal de 6,20 metros y una profundidad de 2 metros. En la actualidad lo han reformado tanto que ha perdido su naturaleza histórica. Es gratis , yo pagaría por quitar las gradas , la gente busca cultura original y no arreglos alejados de su originalidad y...
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