Hasta hoy estaba contenta con este comercio. Alguna vez reservo un producto online y lo pago en caja cuando lo recojo en tienda. Hoy ha sido uno de esos casos, y yo que siempre he trabajado cara al público, puedo decir que desde el primer minuto se ha hecho TODO MAL. Al llegar, una chica me ha pedido el código de reserva, que yo he olvidado, porque al ser una reserva y no una entrega, siempre me han atendido muy bien mostrando el DNI. De entrada me ha dicho que sin el número de reserva no podía hacer nada, pero que le diese el DNI para ver si podía hacer algo con el DNI. Se lo lleva, y después de un rato me pide que le escriba en un papel el correo electrónico. Se va a atender a otras personas. Empiezo a ponerme nerviosa porque todavía no me ha devuelto el DNI. Finalmente saca el producto que reservé y me indica que pase por caja, y yo me acerco para pagar. Antes de cobrarme, me pide que le muestre de nuevo el DNI, cosa graciosa, porque justo iba a pedirle que me lo devolviese. Obviamente le digo que lo tiene ella, que todavía no me lo ha devuelto, cosa que niega de inmediato, con una total falta de humildad y con un feo tono. Con el mismo tono y tuteándome (tiene edad para ser mi hija y no me conoce de nada) me dice que me mire en los bolsillos, que ella me lo ha dado. Le respondo que no lo llevo en los bolsillos y que lo tiene ella. Dice entonces que primero le abone el producto y que después mirará en las cámaras para ver donde está el DNI. Accedo y le entrego un billete para el pago de la compra, y me quedo atónita al ver que lo pasa primero por un detector de billetes... ¡10 veces!, y por un segundo detector otras tantas. Casi veinte, las he contado. De todas formas, lo que me preocupaba era que todavía no tenía mi DNI de vuelta. Al fin ha ido a mirar las cámaras, y ha salido al poco, claramente nerviosa, y ha mirado en la parte de dentro del mostrador donde me ha atendido al llegar, para salir disparada sin dirigirse a mí en ningún momento, hacia la parte de los clientes, a mirar el suelo. En ese momento su compañera se ha dado cuenta de que buscaba algo, y ha sido esta otra chica la que ha visto que el DNI estaba en el mostrador del interior. Ha estirado el brazo y se lo ha pasado a ella FRENTE A MiS OJOS. La guinda ha sido que la persona que me atendía, a pesar de que YO ESTABA PRESENTE a solo 2 m., me ha devuelto ¡por fin! mi DNI, diciendo con toda frescura que me lo había dado en el mostrador y a mí se me había caído al suelo. Alucinante. De haber reconocido su error y dado una sencilla disculpa, se habría evitado que ahora escriba este comentario, pero lo ha hecho peor que mal en todo momento. Con personal así, se te quitan las ganas de volver. PD: Ni una sonrisa en ningún momento. Las sonrisas son gratis y los clientes lo valoran.