Esperaba recibir un pedido (valorado en más de 20€ ) durante mi estancia y solicité que lo dejaran en la recepción del alojamiento. Por lo visto el mensajero hizo lo que indiqué, no llamandome primero a su llegada para que fuera a recibirlo personalmente. Cuando consulté a Ana en recepción por el mismo, dijo que no sabía nada y que tenía que haber avisado por mi parte en recepción de que iba a llegar un paquete a mí nombre, que además llamándome como ella, pues... Y ahí quedó la cosa. Puse una reclamación a la empresa que me envió el paquete y Correos Express confirmó que ellos habían dejado el paquete en la recepción del alojamiento, como se indicó. Está claro que la culpa fué mía por no avisar a la recepción antes y confiar que en recepción iban a verificar que venía a nombre de un cliente alojado. No pensaba dejar valoraciones negativas ya que el trato al llegar y la atención de Ana, la limpieza, el estado de las instalaciones (aunque bastante desactualizadas y a falta de climatización adecuada e insonorización) son buenos en cuanto a relación calidad/precio. Si no fuera por otro par de incidentes ocurridos un par de día después, por el cual nos pusimos en contacto con ella. Aún encontrandonos descansando en la habitación, una mañana Ana abrió la puerta de la habitación sin llamar. Al vernos pidió disculpas y cerró enseguida. Cuando salimos del alojamiento le dimos los buenos días sin más, pensando que habría sido a causa de un malentendido por su parte y posponer la conversación en otro momento en el que no estuviera atendiendo a una pareja, desde arriba pudimos oírles discutir con ella que no ellos no habían dado la habitación que reservaron. El tercer incidente sucedió ese mismo día, cuando al llegar al alojamiento por la tarde, cansados de un largo día de excursión, nos encontramos la puerta de nuestra habitación totalmente abierta. Hasta consultamos en un pantallazo que conservaba en móvil de la reserva, por si nos habíamos equivocado al reservar el día de la salida, y tras comprobar que aún nos quedaban días de estancia por delante, llamé a Ana para reportar lo sucedido y trasladar nuestro malestar. Su respuesta fué más decepcionante si cabe esperar. Ni una respuesta sobre qué medidas tomarían para mejorar evitar esto en el futuro (lo mínimo), ni un gesto de compensación. Nos responsabilizó por no haber puesto en la puerta el cartel de "no molestar" porque ellos entran a limpiar a diario y además ella llamó antes. Primero, ni mi pareja ni yo escuchamos que llamara, sino que escuchamos directamente las vueltas de la cerradura y a continuación como se abría la pueta, que está justo en la pared del cabecero, a unos centímetros de donde reposaba mi cabeza. Lo segundo es que es curioso que también tengan otro cartel de "limpiar por favor", por lo que según su lógica, no tiene sentido que esté ahí, sin embargo justo el único día que no lo pusimos durante nuestra estancia, no se limpió la habitación. Por último, ella no es la señora de la limpieza. Yo como profesional del turismo, no encuentro motivos para que el personal de recepción-gerencia vaya abriendo habitaciones. Creo que equivocó al comprobar en el sistema que aún estaba ocupada. Me da la sensación que se hizo un lío con las reservas a raíz de la disputa que tuvo con este señor. Eso lo puedo pasar. Nos preguntó si nos faltaba algo o había pasado algo. Por suerte no fué así pero como le dije que, la cuestión ya no es esa, sino el cúmulo de situaciones incomodas en un mismo día y me respondió que si queríamos irnos del establecimiento. Por supuesto que no podíamos irnos así como así, sin posibilidad de encontrar en temporada media-alta una alternativa para el mismo día. Esperaba encontrar una respuesta más empática y comprensiva. Es de sabios rectificar y verlo como oportunidades para mejorar. Nos ha dejado sensación de vulnerabilidad e inseguridad. Seguimos abiertos a un acercamiento, algún detalle para cambiar de opinión y poder...
Read moreHostal antiguo y ruinoso. Suerte que sólo estuvimos dos noches porque era sitio de paso. Por dos noches sólo alojamiento pague casi 80 euros. Un precio bastante excesivo para las condiciones que ofrecen. El parking era un terreno justo al lado de hierva donde no está cerrado ni nada (esto todavía es pasable). La habitacion: super estrecha, entrañas y daba sensación de agobio, la tv no funcionaba se lo hicimos saber a la chica de recepción, la cual nos dijo que la gente toca el mando sin saber y la bloquea..no nos dio ninguna solución ni se molestó en subir a ver si podía arreglarla. Por el lado de la cama y ventana pasábamos justos. Baño todo oxidado y bañera enana donde el agua se sale por todos lados al no ser la cortina adecuada al tamaño de la bañera. La primera noche se mancharon las sábanas de sangre de una herida, NO SE MOLESTARON EN CAMBIARLAS, total sólo nos quedaba una noche..se escucha todo, y cuando digo todo creo que sobran los detalles. Sabíamos que estaban haciendo los demás inquilinos en las habitaciones del pasillo. Las vistas daban a un patio donde una mujer tendía la ropa y a continuación tenías como una especie de cochera a modo desagüe...enfin sin duda creo que son los 80 euros peores gastados de mi vida, no lo recomiendo para nada y por...
Read moreEl alojamiento en si no presenta ningún problema, la habitación presentaba un mobiliario antiguo y algo estropeado, cómo el espejo roto en el armario, o el estado muy usado del colchón, pero por el precio era algo que ya nos esperábamos. El problema vino cuando al dejarnos el primer día de estancia un polo de hombre colgado del perchero al salir de la habitación, este ya no están cuando regresamos a ella. Amablemente comentamos a las trabajadores la mañana siguiente que quizá se les había extraviado el polo al cambiar las sábanas de la cama, nos dijeron que lo mirarían pero que les estrañaba puesto que las sábanas no se cambian a diario. Los otros dos días continuamos preguntando de forma amable si lo habían encontrado, todo tras revisar exhaustivamente nuestras maletas y la habitación hasta en tres ocasiones. El último día tuvieron la desfachatez de decirnos que quizás nos habíamos dejado el polo en el anterior hotel, cuando se da la circunstancia que era el que vestía el día de hacer el check-in y que veníamos de nuestro domicilio. A día de hoy, veinte días después de la estancia continuamos sin noticias del polo y por supuesto ya lo damos por perdido. Pero desde luego recomendamos dejar los objetos guardados en la maletas y quizás incluso llevarse...
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