Club SyD El Tábano — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Pintoresco comedor de club social de barrio (para mí mal llamado Bodegón). Con un ambiente muy familiar y una esmerada atención nos recibieron con una empanada de carne rica, calentita y recién frita. Sin vino porque los 4 manejabamos, arrancamos con una tortilla, nos preguntaron en qué punto la queríamos (bien) llegó rápido, algo tibia y enormemente alta. Seguimos con ternerita guisada, no tan bien lograda y con un puré de papas tibio que estaba de más. Las pastas merecen un párrafo aparte: interminables platos por su abundancia, muy rico los ñoquis con boloñesa como así también los tallarines con boloñesa. Los Sorrentinos de jamón y queso estaban bien al dente y muy bien rellenos. Yo los pedí con salsa Rosa: el filetto suave y de muy buena calidad, nada ácido, sin trozos de cebolla ni aji grandes y sin esos ojos de aceite que siempre aparecen flotando en este tipo de lugares. Un verdadero filetto. La salsa blanca lisa y con muy buen sabor, bien lograda. Cabe destacar que todas las pastas son elaboradas en el lugar. Solo pedimos dos postres porque ya no había lugar, un queso y dulce rico y un increíble Flan Casero muy generoso y con abundante dulce de leche servido correctamente a temperatura ambiente. Amable atención de las chicas siempre supervisadas por la atenta mirada de una señora que recorría permanentemente las mesas y preguntaba si estaba todo bien, seguramente la dueña. Volveremos a comer una enorme milanesa que vimos pasar muy tentadora con unas ricas papas doradas. Vayan que van...

Estuve con mil millones de cosas, pero no podía irme a dormir sin escribir la merecida reseña de este increíble lugar. Prometo ser conciso.

El sábado estaba oscuro, nublado y húmedo. Mi pareja soñaba con comida acorde a semejante día. Por mi parte, arrojé la idea de pedir algo al paso, sencillo. El clima prestaba para la peor de las decisiones: McDonald’s o Burger King. En medio de la incertidumbre, un lugar resuena en el inconsciente de ella. “El Tábano”, me grita con notable emoción. Nos adentramos en Google, calculamos la distancia, el paro de transporte y demás. Tomamos valor, respiramos profundo y empezamos el viaje. Nuestra epopeya de humedad y llovizna culmina al visualizar la entrada del tan deseado lugar.

Nos sentamos. Pedimos. Entre banderines, camisetas, fotos e ilustraciones de artistas argentinos, una prominente milanesa napolitana llega a nuestra mesa. Aunque recomendada para dos, rendía para cuatro. De manera estratégica, la cantidad de papas resultaba desproporcionada para semejante plato. Apoyo la idea. Las papas, generalmente, sobran. Fuimos con la intención de pedir postre, pero tendremos que volver para probarlo. En el cuerpo solo nos quedaba el lugar justo y necesario para inhalar oxígeno, a duras penas.

¿La atención? Magistral. Solo eso. Menos es más.

Nobleza obliga: la silla se encontraba totalmente desencolada y resultaba incómoda....

Se come muy bien, los platos son abundantes, a muy buen precio y de muy buen sabor, las empanadas estaban bien, pero no son de mis favoritas. El lugar se llena mucho, asi que lo ideal es reservar para no tener problemas al ir. Se puede ir con grupos grandes de persona, el nivel de ruido una vez lleno es importante, no es el mejor lugar para ir a charlar o para tener una comida tranquila. Se demora en el servicio, por suerte te reciben con una empanada como entrada asi vas aguantando la espera, pero hay que tenerlo en cuenta. Se puede pagar con efectivo o tarjeta. Hay Show en vivo, pero el sonido es tan fuerte que aturde, a tener en cuenta si se va con chicos pequeños. Luego del show el artista pasa la gorra, cosa que no lo veo para nada mal, pero nos sucedió que la persona que llevaba efectivo fue al baño y lo incomodo fue que el artista no se movio de nuestra mesa hasta que volvio la persona que tenia efectivo. Me parece bien que se pase la gorra, y nosotros queríamos darle algo, pero fue muy incomoda la situación, incluso le dijimos que nosotros no teníamos efectivo y se quedo con la gorra delante de nuestra cara, creo que el dar algo o no deberia depender de cada comensal sin ponerlo en la situacion incomoda que pasamos. Dejando de lado esa situación,...