Pato Ñato — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Al llegar todo bien, el ambiente lindo, pero en cuanto nos empezó a atender el chico, nos tomó el pedido, le consulté cuáles eran las "especias" que traía el chocolate caliente ñato y me dijo "mmm no sé, crema.." bueno. Después le dije que quería un roll de chocolate, mi novio pidió otra cosa. Vuelve y me dice que no le quedó el roll, ok, no hay problema, le pedí la carta de vuelta y no tenían más.. le dije que capaz que el QR del servilletero tendría el menú a lo que no sabía, "probá a ver si es.." (evidentemente ni sabría). Le pregunté el tamaño de las "torrejas" y me dijo: "como un pan lactal". Le pedí una cookie. Al rato llegan las bebidas. El café con leche de mi novio estaba súper insulso, mi chocolate en una taza cachada, era recontra espeso, bastante intomable y cuando me puse a tomarlo tenía como cosas duras que no pensaba encontrar (eran las famosas especias que nunca supe qué eran porque no me supieron decir) pero encontrarlas sin esperarlas me dio asco por pensar que podría haber cualquier cosa caída ahí adentro. Le trajeron a mi novio la torreja y era bastante más grande que la rodaja de pan lactal que dijeron. Nunca trajeron mi cookie hasta que después de un buen rato uno de los 3/4 que atendían se acercó y se la tuvimos que pedir. Era un masacote, medio dura. No era rica. La verdad no vuelvo más. El personal se nota que no está informado de lo que venden, la comida no es rica... No sé de dónde salen todas las buenas reseñas porque hoy literalmente me arruinó la merienda que pensaba tomar... (La foto todavía ni tenía la cookie). Nos fuimos yo sin terminar ninguna de las dos cosas, pagando al pedo por una comida que no valió la pena.

Pd: mejoren la ortografía de la carta. Ej: malvaDiscos, coCKie, frambueZas?? Y eso que no la leí en su totalidad. Deberían tener cartas para la cantidad de sillas que...

El fin de semana visité junto a mi hijo el restaurante Ñato, ubicado en la nueva sección del barrio chino de Belgrano, y la experiencia fue un verdadero hallazgo.

Su propuesta gira en torno a las torrejas, una especie de tostones reinventados con opciones tanto dulces como saladas que resultan irresistibles. Probamos varias combinaciones y todas sorprendieron por su sabor y originalidad: desde las más frescas y ligeras hasta las más golosas, ideales para acompañar una tarde de merienda. La carta de bebidas acompaña muy bien, con opciones que van desde cafés y jugos hasta preparaciones más creativas, perfectas para complementar cada bocado.

La atención merece una mención especial: cálida, cercana y descontracturada, con ese toque que hace que uno se sienta cómodo y bien recibido desde el primer momento.

El espacio también suma mucho a la experiencia: colorido, simpático y alegre, con detalles que transmiten buena energía y generan un ambiente distendido, ideal para compartir en familia o con amigos.

En síntesis, Ñato es de esos lugares que invitan a volver: por la propuesta gastronómica diferente y deliciosa, por la atención que hace la diferencia y por el entorno que contagia buena onda.

Un rincón del nuevo barrio chino que vale la...

Fuimos el domingo. La mesa en la que nos sentamos estaba sucia,los chicos que nos atendieron fueron amables ,poco instruidos sobre la carta,el menú,lo que tiene cada cosa. Eso es responsabilidad de los propietarios o el personal más adiestrado. No tenían idea. Pedimos Limonada de menta,limón y jengibre que se ve que apenas la probé mi cara fue de asco porque era puro azúcar,uno de los chicos se dió cuanta y amablemente me vino a preguntar,se la llevo para hacerla otra vez. En vez de eso porque otra chica le decía que no había menta se ve que la aguaron,o tal vez pescaron los pedacitos de menta. Ya no era limonada. La torreja de cerdo braseado para mí el sabor era de estar mil horas seco feo.A mi hijo le encantó esa especie demalteada de Nutella que tenía de todo. Bombones,,brownie,chocolate helado,crema pero bue eso fue todo. Le dije al muchacho cuando trajo la carta que la letra no la veía ni con los lentes. Así que le pedí contame un poco,o no tenes la carta digital y ahí me dijo puede escanear el servilletero.Me sirvió para descansar un rato. A pesar de todo los chicos que atendían eran muy dispuestos y con buena voluntad con un poquito de capacitación mejoraría mucho. Lo demás...