La atención es muy esmerada, el ambiente con el jazz de fondo pretende ser algo que el salón no puede reflejar, el baño de hombres estaba muy bien. Ojo, la onda del lugar no es de bar, sino de restaurant! Luego en cuanto a la oferta de bebida, es muy rescatable que tengan soda en sifón de 1 litro y de medio, pero es tonto que teniendo sifones disponibles (nos ofrecieron ambos tamaños) no te puedan hacer un vermouth con soda porque "ya no tienen soda para ese trago"... cerveza solo tienen en lata (como sí fuera la confitería de un tren argentino), malísimo que no tengan birra tirada, aunque sea una o dos canillas, no podes en ese nivel servir latas... De todas formas lo peor fue pedir dos básicos de la carta y que sean malos y tarden 25 minutos en traerlos: la única empanada de la carta, la empanada de "surubí", supongo la estrella del menú... es realmente decepcionante, en sabor principalmente... una empanada, LA empanada, que sale $1200 (o USD1.2) no puede tener poco relleno y encima sabor a nada... solo se puede terminar de comer porque viene con limón y una salsita criolla que es más rica que lo que tenga la empanada. Y después las rabas, como dije, 25 minutos para traerlas, $5700 la porción, y cuando llegan vienen 20 rabas chiquitas, secas como sí las hubieran hecho en un horno, y otra vez, la salsa de mayonesa que acompañaba estaba mejor que las rabas... lo cual es inaceptable. Si dos platos básicos siendo relativamente caros tardaron tanto en traerlos y son tan pobres, ni quiero saber lo que puede pasar con platos más elaborados. Conclusión, yo no vuelvo más... pero si les atrae la propuesta de...
Read moreUn lugar con muy linda decoración, las mesas bastante cerca entre si . La carta pequeña pero más que suficiente . Tuvimos una muy mala experiencia con la atención . Pedimos langostinos a la plancha con vegetales grillados de entrada y dorado grillado con salsa al roquefort con ensalada y timbal de arroz. A los 40 minutos de haber pedido se presenta un mozo diferente preguntando si ya " había salido en plato". En ese momento sólo teníamos la panera con 2 rodajas de pan y dos bolsitas de plástico con grisines. Le informamos que no habíamos recibido nuestro pedido aún . A los 15 minutos nos traen la entrada junto con el pescado. El mismo estaba tibio . Cuando se estaba yendo el mozo tuvimos que solicitarle cubiertos. En ese momento pedimos la crema de roquefort y el arroz . Este último nunca vino. La salsa vino en dos pequeños bowls aparte. Los langostinos estaban muy ricos. El pescado estaba tibio, sabroso. No nos pareció una porción para compartir realmente como decía la carta (a menos que quieras picar o pedir algo más). La carta de vinos es buena pero ese sábado a la noche no tenían Chardonnay. Para terminar mi experiencia: ambiente bárbaro, cocina más o menos, atención bastante desprolija. Fuimos porque nos habían recomendado el lugar, estimo que fue un mal dia nomas . No volvería. Parece como muchos lugares de Palermo que son pura decoración y ubicación y poco restaurante . Si estuviese en Parque Patricios ya hubiese...
Read moreEl día que me senti un pescado fue un 13 de junio del 2021. Salí con ganas de probar nuevos sabores y disfrutar de un lugar diferente, y caí en sus redes, una hermosa fachada, una pintoresca recepción, un camarero encantador que me ofreció tomar asiento en la vereda. Por un momento creí estar sentado en las orillas del Río Paraná mientras leia su menú, qué delicias. Al llamar al camarero, este me hace caer en cuenta de que estaba sentado en Palmero, al decirme que de la carta apenas tenía unas empanadas y algunos cornalitos. Mi hambre me seguía aferrando a mi sueño ribereño de costa a costa por lo que le pedí dos de surubí y dos de cordero (según la gente de ahí era de río). Luego de pedir me deje llevar por la corriente, el sol quebrado de luz y sombra me hacía pensar en que me encontraba surcando el Paraná rodeado de martines pescadores y garzas. De a poco mi hambre fue convirtiendo esa calma en una tromba ribereña. El camarero no aparecía y yo como pescado fuera del agua no paraba de boquear del hambre que tenía. Así pase una hora, no pescado, sino olvidado. Ni migas de pan para mojarritas me dieron. Como me trajo el hambre peor me fui. En conclusión mala atención y de la comida bien...
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