No cumplió con las expectativas del lugar, bajó la calidad en todos los aspectos. Fuimos a cenar un sábado a la noche, sin reserva previa, ya que la misma se hace sólo por web, y desde el día anterior ya no había disponibilidad. Llegamos unos minutos antes de las 20 hs. Esperamos unos 45 minutos y nos asignaron una mesa para cuatro. Tanto los empleados como el salón cumpliendo estrictamente el protocolo por Covid (barbijos, alcohol, distancia, etc.). Llega la moza, se presenta con su nombre (creo que Mariel) nos trae la carta de vinos de alta gama y otro cartón para escanear el código QR y de esa forma acceder a la carta digital. Pedimos una entrada, 4 platos principales y un vino. Inmediatamente viene con el vino, y al servirlo en la primera copa para degustar, derrama una buena cantidad sobre la mesa, sin pedir disculpas ni nada lo seca con una servilleta, sirve el vino y se va. A los 30 segundos aproximadamente llega la entrada, ese plato bien, no nos podemos quejar. Estábamos terminando el ultimo bocado y llegan los 4 platos principales, no habrían pasado 5 minutos desde que los pedimos. Obviamente no están hechos en el momento, 3 de ellos secos y recalentados (ribs, bondiola y salmón). El cuarto plato una especie de brochette de langostinos con arroz, era el que más zafaba ya que no tenía la posibilidad de estar muy pasado ni muy seco como los otros tres. Al finalizar la comida, llegó inmediatamente la moza a levantar todo, y preguntar por postres o café. Pedimos un postre y dos cafés. Nuevamente, llegaron en breves minutos pero junto con la cuenta que nadie había solicitado aún. Mis hijos comen el postre, mi esposa y yo bebemos los cafés y por arte de magia aparece la moza con el postnet inalámbrico para cobrar la adición, la misma fue de $ 8.090 que constaba de lo descripto mas tres bebidas sin alcohol y un vino de $ 680. Para completar el panorama, una vez realizado el pago el postnet que trajo la moza estaba sin papel, por lo que tuvo que irse y volver con un ticket reimpreso. Para completar el panorama, adjunto foto del estado de una de las servilletas proporcionadas. Ya debería ser reemplazada, creo yo, en un restaurante que se presume de calidad. En resumen, comida recalentada, atención mediocre, te apuran todo el tiempo. A favor, el protocolo cumplido al pie de la letra sin falencias, y el lugar muy lindo con una muy buena decoración acorde al nivel del restaurante. Lamentablemente, fue lo único acorde al nivel del...
Read moreKansas Pilar, nuestra primera visita. El restaurante está ubicado en la colectora Panamericana kilómetro 43.5, Pilar. Es muy vistoso y la construcción es moderna. Cuenta con recepción para espera, estacionamiento, y tres espacios para elegir: la barra, el salón central o el exterior. Elegimos el salón por su calidez y la privacidad de sus mesas. Recubierto de madera y con cocina a la vista, es muy similar a los restaurantes de los casinos de Las Vegas. Aunque estos últimos son self- service y Kansas cuenta con una multitud de mozos, la sensación es muy parecida. Nos ubicamos en uno de los reservados, cómodo y con amplio espacio. El nombre de los platos está en inglés, aunque su descripción es en castellano. La entrada elegida fue "Buffalo Chicken Tenders": pollo rebosado y aderezado con salsa "Buffalo" (salsa picante o muy picante de acuerdo a la elección del comensal), clarísimo homenaje a las "Buffalo Wings", las clásicas alitas de pollo norteamericanas. El plato viene acompañado por un dressing de roquefort untable y bastones de apio y zanahoria. El conjunto está muy logrado. Los dos platos principales fueron "Houston Barbacue Ribs", costillas de cerdo asadas a fuego lento, laquedas en salsa barbacoa, con el ahumado y el dulzor justos. Las costillas se desarman por su terneza. La pieza, de 500 gramos, es demasiada para un solo comensal y se puede compartir por un adicional de $ 700. La guarnición fue una papa rústica, rellena con manteca, sour cream, panceta, verdeo, y hebras de queso gratinadas. El otro plato, una delicia, fue el "Market Fresh Grilled Salmón". Salmón fresco, grillado, acompañado con papas fritas cuya sazón no pudimos descubrir. Eso sí, son riquísimas. Pedimos dos postres: tarta de manzanas (otro clásico americano) y una canasta de caramelo de avellanas, helado, y frutos de estación. La moza, al ver que no pudimos terminar los platos principales, sugirió que era mucho y tenía razón. Cambiamos la tarta por un café. Nuestra moza fue Romina y la atención fue muy buena. Los sanitarios son un ejemplo de higiene y pulcritud. Una vez más, los artefactos, como el resto del restaurante, son símiles en apariencia y funcionamiento a los norteamericanos. El menú es extenso y la carta de vinos variada. Ampliamente...
Read moreA esta altura reseñar Kansas me parece que está un poco demás, pero como hasta el momento no lo había hecho y siempre fui muy habitué del lugar, creo oportuno hacerlo. No obstante, fue mi primera vez en el de Pilar. La atención fue muy buena, llegamos y al poco tiempo nos acercaron a la mesa. Allí nos entregaron el QR con la carta y un menú del día. Pedimos, por supuesto, el pan de campo de cortesía que acompañan con un hummus de Kyros y pesto por encima. Obviamente, excelente y necesario para completar la full experience. Para comer opté -por expresa recomendación de la moza- por probar la Bistro Salad "Lechuga criolla y morada con choclo grillado, palta, dátiles, almendras tostadas, pollo al horno tibio, queso de cabra, tomates cherry, cebolla colorada y croutons de maíz con aderezo citrus" un fiasco, honestamente no esperé que me decepcionara tanto, por empezar sólo contaba con 3 croutons, el choclo no estaba grillado, tenía un pedacito de palta, 3 medios dátiles, 3 tomates cherry y 3 almendras picadas como mucho, el queso de cabra la verdad no terminaba de cerrar y el aderezo citrus fue completamente imperceptible. Nada, no me gustó, era únicamente abundante en hojas. No sólo que no la volvería a pedir sino que enfáticamente les aconsejo que no la pidan. Por otro lado, pedimos el Hawaiian steak de 400 gr "ojo de bife marinado en salsa de soja, ananá y jengibre grillado a la leña acompañado con puré de papas" que estaba muy bien, sabroso, abundante, rico. Finalmente, de postre pedimos el Argentinean Style Cheesecake "cheesecake de dulce de leche servido con crema y salsa de dulce de leche" que estaba rico pero nada extraordinario, lo que sí resulta superlativo y vale la pena destacar es esa salsa de dulce de leche, increíble. La ambientación de este Kansas es linda y vale mucho la pena (aunque pocas) las mesas de exterior. Trabajan con línea Coca-Cola en envase de vidrio. Dejo fotos y videos para que puedan chusmear. En definitiva es un buen lugar siempre y cuando sepan qué pedir, la próxima me atendré a lo viejo conocido: la Caesar...
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