Las Cortaderas | Mar de las Pampas — Restaurant in Mar de las Pampas

Muy buena casa de té en Mar de las Pampas. A una cuadra y media del área central de paseos de compras, en un lugar más tranquilo y cerca de la zona de playas (no tiene vista al mar). La ambientación es muy cálida, estilo rústico con mesas y sillas de madera de roble, pisos también de madera y muchas plantas que dan la sensación de estar en pleno bosque. Faroles y lámparas con luces cálidas amarillas que acompañan todo el escenario cuando cae el sol y va oscureciendo. Está abierto de 8 a 21 o 21:30 hs, no cierra al mediodía. La comida también fue muy buena. Pedimos de la carta un té gales (viene para 2) que traía una porción de lime key pie con parte helada y otra de tiramisú (porciones moderadas, ni grandes ni chicas, para uno está bien, para 2 sólo da para degustar), una tartita circular de pasta frola, dos escones, un cuadradito de tarta de manzana (la carta decía struddel, pero más era más parecido a un crumble de manzana) y tres tostadas de diferentes tipos de pan para untar con queso crema y mermelada de frutos rojos. Como infusiones se podía pedir té o café. Pedimos un earl grey té y un café estilo lágrima doble. El té era de hebras y lo sirven en tetera estilo china pesada, alcanza para tres tazas generosas. El café también muy bueno, pero es sólo un jarrito pintoresco. Uno queda con ganas de más café, por suerte pudimos compensar con el té. Los precios parecen un poco altos, pero son razonables para el lugar y adecuados a la calidad. Para tener una idea, $3.800 el té galés para dos en enero de 2023. Nuestra hija pidió un sandwich en pan baguette de pollo, rucula, bacon, queso, tomate y palta. Era enorme! Claramente se puede pedir para compartir entre dos. El precio fue $2.700. Los baños estaban limpios, están en planta baja y son cómodos. La atención de las mozas muy cordial. Pudimos pagar con...

Le hubiera puesto 0 estrellas si tuviera la posibilidad de ponerlo. Esperamos más de una hora la comida. Recibimos el peor maltrato por parte de la moza y del lugar, jamás nos había pasado algo así. Pedimos un sandwich de salmón, y se confundieron y nos trajeron otro. Mientras tanto, los otros platos no salían. Me lo comí al sándwich sin darme cuenta que no era ese el que había pedido, y al rato viene la moza y nos acusó de comernos un sándwich que era de otra mesa. Nos dijo que ahora nos traían el sándwich correcto pero que nos iban a cobrar los dos por habernos comido el incorrecto. Objetamos educadamente (porque nos da vergüenza discutir algo en público) pidiendo que no nos cobren los 2 ya que el error fue de ellos. Nos culparon a nosotros por no habernos dado cuenta de que nos trajeron otro sandwich, y como si fuera poco nos dijeron que tenemos que pagar los 2 ya que la culpa fue nuestra por no fijarnos bien lo que nos trajo y por comer lo que no nos corresponde (literal, no exagero lo que estoy diciendo). En consecuencia, cuando nos trajeron luego el sándwich correcto, lo devolvimos porque no queríamos pagar dos platos para uno de los comensales (además de que no correspondía). Para coronar todo esto, cuando nos trajeron la cuenta, igualmente nos cobraron los dos sándwiches. Tuvimos que pedir que arreglen el ticket. En resumen, una espera increíble de más de una hora, platos que salían a destiempo de a uno, un error de ellos que nos lo querían endilgar a nosotros y maltrato excesivo por parte del staff. Por último, realmente la comida no fue de buena calidad en relación al precio. Somos de la zona, por lo que no volveremos ni tampoco lo...

Fuimos el 1/11/24 tipo 14:30. La verdad, todo excelente. Nos lo había recomendado la chica que nos alquiló nuestro hospedaje y no falló.

El lugar es muy lindo; comimos abajo de los árboles, escuchando el canto de los pajaritos y disfrutando del día, que estaba espléndido. Nos sorprendió recibir una entrada de dos sopitas de calabaza y jengibre, además de un dip de mayonesa/perejil con pan y crackers. Todo 10 puntos, y ya te hacen sentir que va a ser una buena experiencia (spoiler: es una buena experiencia).

Pedimos una limonada de litro (pepino/naranja/menta/jengibre), un baguel vegetariano y un tostón de hongos. Todo estaba sabrosísimo, y se notaba que los ingredientes eran superfrescos. Si tuviera que decir algo, pero por ser quisquilloso nomás, es que la limonada quizás tenía azúcar de más, pero no es algo que nos haya arruinado la experiencia. En total, gastamos $30.000. Estábamos llenísimos, pero había unos postres y tortas en el mostrador recontratentadoresss.

Las chicas supersimpáticas y muy amables. La carta estaba buenísima; muchas opciones, todas tentadoras, tanto que dan ganas de volver al lugar a probar distintos platos. Abren de viernes a lunes, atentis con eso.

¡Excelente lugar!...