Central Station Bar — Restaurant in Mar del Plata

NO VAYAN. El maridaje perfecto entre la “potencia” masculina apostada en la puerta y la impunidad que les da la noche para hacer cumplir reglas que no pueden hacer valer por la palabra, sino mediante la fuerza física que es lo que mejor les sale. Y vaya que lo hacen a la perfección. Aplauso al país del valimiento de la fuerza física por sobre la de los argumentos. En el país de la libertad, fuimos a esta sucursal de la virilidad con unas amigas a una despedida de soltera, del lugar no mucho para decir, de hecho la atención es buena, pero a la salida y esperando un auto sobre la vía pública (ya afuera de este local) un machito apostado en la puerta (enano, calvo y de contextura inmensa) decidió violentar a una amiga por la fuerza, intentando quitarle una botella agarrándola desde atrás, sin mediar palabra, acusando que nos la habíamos “robado”. El contexto: habíamos comprado hace muy poco un fernet, el cual no llegamos a tomar y por supuesto que pensábamos hacerlo después; los machitos cabríos nos sostenían la botella fuerte forcejeando con nosotras 3 amigas queriendo volver a nuestras casas y pidiendo explicaciones que nunca pudieron brindarnos. Nunca dejaron de sostener la botella, pedimos la ley exhibida para refrendar la “falta”, nadie ofreció explicaciones ni diálogo, solo fuerza física, y amenazas de la policía (a la que esperábamos ansiosas para denunciar, por supuesto nunca apareció nadie). Solo más varones del tipo de contextura de estos especímenes se acercaban a nuestro grupo reclamando la botella, la cual ofrecimos romperla ahí mismo. Claro que querían devolverla al jefecito de turno, cumpliendo con la pleitesía del deber impuesto por la coerción, porque otra cosa no saben ni están preparados para. hacer. Las personas que se acercaron nos sugerían que dejemos la botella que estábamos cometiendo una falta gravísima, lo que más terror nos da es la naturalización de la violencia de este tipo de escenas; sabemos que si hubiésemos sido chabones, probablemente no la contábamos; eso no quita la VIOLENCIA perpetrada por más de 12 hombres que nos rodeaban, nos amedrentaban y por supuesto nos apretaban con sus manazas de muchas ganas de amasijar, entre ellos el encargado del lugar que, aprovechando la ocasión de distracción y nuestra vulneración, arrebató la botella de las manos de mi amiga, llevándola para adentro y logrando así su “cometido”. Nadie reaccionó, a nadie le pareció raro el forcejeo, empujones y hasta maniobras ridículas para tenernos sometidas por la fuerza; todo esto por una botella de fernet, se entiende que no es el punto. Una escena tristísima, un lugar que refuerza que las ideas, los argumentos y derechos son una bolsa descartable que empieza a oler a podrido en el container de la violencia, la ley del más fuerte y la del otro como enemigo a aplastar, tenga el costo que tenga….pero claro todo bien tapadito para que nadie sufra, para que nadie vea, no vaya a ser cosa que se mueva un poco el pensamiento y te incomodes, veas que hay algo que no está bien y decidas intervenir. Por favor no vayan a lugares así, la ideología del odio y de los hijos sanos del patriarcado gozan de buena salud, a muy bajo precio pero eso parece no importar. Actúen...

No soy de hacer estas cosas.. pero cuando el mal servicio supera todo ... y nadie es capaz de tratar de que el cliente se vaya bien pasa los límites y es necesario que sepan donde van a ir antes de hacerlo... LLEGAMOS 22 40. NOS ANOTARON PARA UNA MESA PARA 5 PERSONAS Y HICIMOS LA COLA AFUERA POR UNA HORA... A LA HORA DE LLEGAR A LA PUERTA NOS HICIERON INGRESAR.. NOS MANDARON AL FONDO.. A ESPERAR QUE NOS DIGAN CUANDO ESTABA LA MESA PARA CENAR. AHI HABIA UNA MESA VACIA. NOS APOYAMOS PARA TOMAR ALGO MIENTRAS ESPERABAMOS Y NOS DIJIERON QUE ERA LA MESA DEL DUEÑO QUE NO SE PODIA.. ESTUVIMOS CASI 2 HORAS PARADOS EN UN PASILLO.. CERCA DE ESTA MESA.. SIEMPRE VACIA.. ES MAS DURANTE TODA LA NOCHE LA MESA NUNCA SE OCUPO. ESTO NO ES NADA.... TIPO 12 Y 15. NOS DICEN AHI LES ARMAMOS... APARECIO LA MESA "12 30 HORAS " NOS SENTARON AFUERA EN UN DECK. VI QUIEN ERA EL DUEÑO.. ME ACERQUE PARA COMENTARLE DE BUENA MANERA LO QUE NOS PASABA .. Y ESTA PERSONA MUY AMABLE.. ME CONTESTA Y SI.. ES ASI VIENE MUCHA GENTE... 2 COSAS.. SI RESERVAS Y TE ANOTAN ..HACEME ESPERAR AFUERA HASTA TENER MI MESA.. 2*COMO DUEÑO SERIA EL PRIMERO EN DARTE MI MESA.. EL GASTRONOMICO VIVE DE SUS CLIENTES Y DEL BUEN SERVICIO... COSA QUE AQUI NADA DE ESO PASO.... PARA CERRAR ..COMIMOS 2 PIZZAS ALGO RAPIDO POR QUE MORIAMOS DE HAMBRE.. 1 PIZZA BIEN LA OTRA ERA UNA GALLETA.. "NO VOLVERIA... ME QUEDA CORTO EL COMENTARIO DE TANTAS DE LAS COSAS QUE PASAMOS ESA NOCHE.. LOS LUGARES SE PONEN DE MODA... PERO TODO LO QUE SUBE BAJA SI NO LO MANTENES CON BUENA ATENCION Y...

Señalo como interesante la ambientación y la música, no mucho más. La comida no destaca, entiendo que es un bar y su fuerte se supone que son los tragos, pero tampoco me parecieron la gran cosa. La última vez tomé Cynar y dejaba bastante que desear. Sí me gustó la jarra de vino que se puede ver en la foto. La tortilla era demasiado salada, no sumaba para nada, la picada no está mal pero claramente podría mejorar, la faina estaba íntegramente quemada, no se podía morder. La atención me parece un punto FUERTE a mejorar, la vez anterior que fuimos la "metre" calculo que era nos atendió bastante mal, incluso trató mal a sus propios compañeros, no así el mozo que incluso se disculpó por el trato de tu compañera (era el deck exterior). La última vez que fuimos, abril 2024, lo hicimos con reserva. Nos ubicaron en uno de los extremos, pasando la barra. Éramos 5 y la mesa era para 4 y estaba ubicada en forma diagonal, por lo que yo terminé sentada en el pasillo. Quisimos mover la mesa para que no me golpeara cada persona que pasara y el mozo vino a decirnos de MUY MALA MANERA que no podíamos hacerlo porque DAÑABA LA ESTÉTICA DEL LUGAR. De más está decir que me le reí en su cara, pero entendí que solo repite lo que le dicen. Por lo tanto, estuve toda la cena con mozos y comensales golpéandome, 2 de cada 3 personas patearon mi silla, tiraron mi abrigo o me mojaron con sus bebidas. Durante todo el resto de la cena, el mismo mozo, trató de hacerse el simpático, lo cual no mejoró la...